Estalla la violencia del narco en tres entidades gobernadas por Morena

Los recientes hechos violentos de Zacatecas y Veracruz, así como la exhibición pública de una fotografía del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, acompañado por tres presuntos cabecillas de una organización criminal, tienen un denominador común: son estados donde gobierna el Movimiento de Regeneración Nacional, el partido que tanto se comprometió a acabar con la violencia heredada de otras administraciones y la que se fuera acumulando en estos años, promesa que no ha visto la luz todavía.

En la vecina Zacatecas, el mensaje de fin de año para el gobernador David Monreal no pudo ser más escalofriante: muy de madrugada, abandonaron una camioneta con diez cadáveres frente al Palacio de Gobierno, ocho hombres y dos mujeres, todos con huellas de tortura. De acuerdo a la información, ya hay supuestos culpables detenidos, aunque no se dieron detalles para mantener esa famosa "secrecía" que en tantos casos es nada más un pretexto para no admitir que hay incapacidad para investigar a fondo.

No es un secreto que estas masacres ocurren enmedio de una brutal pugna entre dos cárteles por el dominio del territorio y, en este caso, al ser los ejecutados de origen sinaloense, se ve claramente como una acción de desafío al gobierno estatal, que ya como medida desesperada propuso a los ciudadanos "encomendarse a Dios".

En esa entidad donde la pacificación ha sido sólo un tema de discursos desde hace dos décadas, se mantiene un promedio de siete ejecuciones diarias; los tiroteos en caminos y carreteras, las persecuciones y extorsiones no son temas ajenos a la ciudadanía, que se ve impotente para defenderse y, aunque hayan llegado desde hace un mes miles de elementos de la Guardia Nacional, la violencia sigue siendo cosa de todos los días.

Y mientras Monreal Ávila sostiene que todo esto es "la herencia maldita" de quienes le antecedieron en el cargo, a más de cien días de instalado en el despacho de gobierno ya se deben tomar medidas diferentes para dar resultados diferentes, pues los que votaron por Morena esperaban precisamente esta clase de cambio, la vuelta de la paz social, antes que ningún otro.

A la par, un diario de la Ciudad de México presentó este viernes una fotografía de Cuauhtémoc Blanco junto a tres presuntos líderes de grupos criminales, ante lo cual el mandatario se apresuró a desmarcarse de cualquier nexo con ellos, pero al día siguiente apareció a plena vista de los morelenses una enorme narcomanta en la que se amenazaba al exfutbolista por negar sus tratos con ellos; incluso se le relacionó con el homicidio de un activista local.

En cuanto a Veracruz, fueron hallados nueve cuerpos con huellas de tortura en un camino sin pavimentar y después se difundió un video en el que presuntos integrantes de un cártel presentan a diez secuestrados, por lo que las autoridades asumen que se trata de las mismas personas, aunque falta comprobar esta versión. Y ayer fueron encontrados otros cuatro ejecutados en un municipio de esa entidad.

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez trató de minimizar los hechos y prometió, al igual que sus correligionarios de Zacatecas y Morelos, que nadie está por encima de la ley y que se investigará hasta las últimas consecuencias, pero el clima de violencia que se vive desde años atrás ha ido en aumento, pese a los operativos estatales y federales implementados por todo el territorio jarocho.

En pocas palabras, no importa el ángulo con que se observen estos tres hechos, pues inobjetablemente revelan que está fallando la estrategia de seguridad puesta en marcha por el gobierno de la 4T precisamente en apoyo a gobernadores emanados de este partido; queda así demostrado que los cárteles en este país no respetan siglas de partido ni gobiernos en turno.

Empieza el 2022 y todo parece indicar que el combate a la rampante violencia -en unas entidades más que en otras, pero ninguna queda exenta de este flagelo- seguirá siendo una asignatura pendiente en el mandato de Andrés Manuel López Obrador, que va por su cuarto año, cuando al principio estableció que la paz llegaría al segundo año del sexenio. Si no se quiere parecer a sus antecesores, le urge un rediseño en esta lucha, por el bien de este sufrido país.

COLMILLOS Y GARRAS

POR SEGUNDA OCASIÓN, Manuel Espino Barrientos no pudo alcanzar la delegación federal de Bienestar en Durango debido a la oposición de liderazgos femeninos morenistas del estado que se pronunciaron por Maribel Aguilera Cháirez, quien la víspera había solicitado licencia para ausentarse de la diputación federal... SUMARON MÁS DE mil nuevos casos por Covid-19 en Durango durante los últimos días, lo que representa un insólito promedio de hasta siete por hora, situación que propició ya el cambio de semáforo en el estado a partir del lunes... O SEA QUE por ahora pasaremos de semáforo verde al amarillo, pero la probabilidad de retroceder hasta el naranja es muy alta si se mantiene la actual tendencia, lo cual significaría volver a la indeseable limitación de las actividades económicas y sociales una vez más.

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