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A 32 años del colapso algodonero en La Laguna La mano que controla las elecciones...

Yo río libre

A 32 años del colapso algodonero en La Laguna La mano que controla las elecciones...

A 32 años del colapso algodonero en La Laguna La mano que controla las elecciones...

JULIO C?SAR RAM?REZ

 E L periodista Antonio Jáquez reveló detalles del colapso algodonero de 1990 en su reportaje "El campo lagunero, indefenso ante sus peores plagas: la SARH y el Banrural", de febrero de 1991, que en su primera parte dice: Del 31 de marzo al 6 de abril del año pasado, cinco ejidatarios del predio Gilita, en el municipio de Viesca, sembraron algodón en una superficie de 8.5 hectáreas. Previamente, claro, habían realizado las labores culturales correspondientes: desvare, barbecho, cruza...

El 18 de junio el predio tuvo la primera inspección fitosanitaria, a cargo del Programa de Sanidad Vegetal de la delegación regional de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. De acuerdo al reporte entomológico levantado, No. 0125, en una muestra de 100 bellotas inspeccionadas se detectó el daño siguiente:

4 % de infestación por gusano rosado y 11 % por gusano bellotero. El reporte asienta, en el renglón llamado "recomendación", "esperar próxima inspección 5 días". No se recomienda producto alguno para combatir las plagas ya presentes.

La segunda inspección del entomólogo de Sanidad Vegetal, sin embargo, se realizó 15 días después de la primera, el 13 de julio. Para entonces, según el reporte 004, en la muestra inspeccionada había una infestación del 17 % de gusano rosado y de 18 % de gusano bellotero.

El entomólogo recomendó enseguida el producto Monocrotofos, en dosis de 25 kilogramos por hectárea. Pero el daño causado por las plagas era ya irreversible. Así lo informó, el 18 de julio, el representante del grupo ejidal, Juan Melchor Puentes, al ingeniero Guillermo Esquivel Samaniego, gerente de la sucursal A del Banco de Crédito Rural del Centro-Norte.

"Por este conducto nos dirigimos a ustedes para informarles sobre el cultivo algodonero del Ejido Gilita Sección 3C, el cual se encuentra infestado de plaga que no ha podido ser controlada, y consideramos que ya tiene un gran daño y le pedimos su intervención para canalizar el problema debido a que no sabemos por parte de quién se reconocerá el siniestro, ya que la prima fue retenida por el Banco y no se pagó al Fondo de Aseguramiento como debía de haber sido".

Ante la falta de respuesta, Melchor Puentes se dirige a otro funcionario, el ingeniero Adolfo Tijerina Acosta, jefe del Distrito de Desarrollo Rural-Coahuila, de la SARH. En escrito del 31 de julio, el representante ejidal afirma:

"El cultivo algodonero se encuentra infestado por la plaga... le pedimos su intervención para canalizar el problema debido a que no sabemos por parte de quién se reconocerá el siniestro ya que la prima fue retenida por el Banco... el total de hectáreas siniestradas son 8 ½ de algodón, en pérdida total por las plagas".

Tampoco hubo respuesta. El 10 de septiembre, la SARH reconoce oficialmente el siniestro. Según el "reporte de asistencia técnica agrícola", en lugar de algodonero "casi hay puro follaje; se siniestró porque hubo ataque de plagas incontrolables". A título de "recomendación actual", el reporte sugiere "levantar el poco algodón que hay. Se encontraron promedio 14 bellotas por metro lineal".

El 19 de septiembre, la SARH realizó una "estimación de cosecha", la que arrojó 300 kilos por hectárea, para un total de 2,550 kilogramos en toda la superficie sembrada, es decir, un rendimiento total estimado por abajo incluso del rendimiento normal por hectárea: 3 toneladas.

Pero esa "estimación", ya de por sí catastrófica, resultó optimista. La cosecha real, según el certificado de origen 29257 extendido por Sanidad Vegetal, fue de 820 kilos de algodón hueso, menos de 100 kilos por hectárea.

Este desastre tuvo finalmente explicación oficial. En escrito del 10 de diciembre, dirigido "a quien corresponda", el jefe del Centro de Apoyo de Desarrollo Rural-Viesca de la SARH, Andrés Muñoz Gómez, informa:

"En base a la supervisión realizada por personal de este distrito en el sector Gilita 3C, se observó en el cultivo de algodonero siniestro total, las causas fueron las lluvias que se presentaron ocasionando esto que los insecticidas no tuvieran efecto para el control de plagas".

Melchor Puentes refuta ese dictamen: "La culpa no es de las lluvias, es de la SARH, porque no revisaron el cultivo a tiempo y porque impusieron productos que no sirvieron para combatir las plagas, además que no nos dejaron aplicarlos oportunamente. También el Banrural tiene la culpa porque nos dio créditos insuficientes para los insecticidas".

El caso es, puntualiza, que "perdimos $45 millones y ahora nadie se quiere responsabilizar del siniestro: ni la SARH, ni el Banco, ni la aseguradora, ni nadie. Como siempre, somos los campesinos los que quedamos embarcados".

La dramática caída de la producción algodonera correspondiente al ciclo 90-90 no sólo se dio en el Ejido Gilita: se registró en el grueso de los ejidos de la Comarca Lagunera, de Coahuila y Durango, habilitados por el Banrural, afectando severamente la economía de unos 20 mil ejidatarios.

@kardenche

Escrito en: algodonero, gusano, total, reporte

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