¿Quién será el proyecto de Aispuro?

Durante los últimos dos años, el actual Gobernador de Durango mandó las suficientes señales como para que se entendiera adentro y afuera del gabinete el peso que él ha querido darle a Carlos Maturino Manzanera, incluso, por encima de los demás integrantes de su equipo.

En este tiempo, José Rosas Aispuro Torres le confió a Maturino recursos y capacidad de decisión, margen de maniobra política y administrativa. De hecho, una parte del diálogo gubernamental con diferentes grupos de la sociedad, así como la relación con partidos y grupos políticos, liderazgos sociales, estudiantiles, profesionistas y de distintos tipos, se instrumentó desde la Coordinación de Gabinete.

Y aunque el cargo y la dependencia misma ni siquiera existen legalmente, dentro y fuera del círculo estatal se entendió que las decisiones y opiniones emitidas por este funcionario eran la voz directa del Ejecutivo.

Sin embargo, tal parece que Aispuro nunca tuvo claro para qué le servía o qué quería lograr con Juan Carlos, ya que lo hizo su brazo derecho, descargó en él las buenas y las malas noticias, lo fortaleció a costas de debilitar a otros funcionarios, y sobre todo hizo suponer que todo ese respaldo tenía un propósito político.

Es probable que el Mandatario Estatal haya creído que la lealtad y confianza son factores suficientes para promover a uno de sus cercanos de esa manera. Claro que ambas características son fundamentales, pero no lo es todo.

La necesidad de todo gobernante, hay que decirlo como es, pasa por el hecho de armar cuadros propios como para construir un proyecto de sucesión a modo, que permita trascender más allá de un sexenio y dar continuidad a la obra realizada.

En este primer tercio del sexenio Aispuro Torres le apostó con todo a debutar a Maturino como cuadro confiable para hacer política. Y a raíz de los mensajes emitidos desde el CCB se creó una burbuja en el sentido de que el Coordinador del Gabinete era el preferido para el relevo sexenal.

El proceso electoral del 2018 representaba en ese sentido una prueba de fuego, para saber si la inversión de los últimos dos años a favor del posible proyecto del Gobernador había redituable. No obstante, por lo visto en las valoraciones se decide no arriesgarlo a ningún espacio de elección popular, aunado al hecho de que no ha sido fácil para el Ejecutivo la relación y las negociaciones para tener acuerdos con los panistas.

Falta ver la lista de las diputaciones locales plurinominales que emita el PAN, donde estaría la última oportunidad de colar en política al funcionario estatal de militancia priista. Sin embargo, sobra decir que se debilita un posible proyecto desde el momento que inicia su carrera política por la vía fácil de las pluris.

Hay quien dice que al ver este escenario el Gobernador de Durango estaría abriendo un plan B para esta segunda etapa de su sexenio, al impulsar la figura del empresario Jaime Mijares Salum para que deje el Consejo Coordinador Empresarial e incursione en política.

Porque, obviamente, a un empresario como es el hijo de la dinastía Mijares no se le vende como algo atractivo ser candidato y luego diputado, a menos que exista la posibilidad de iniciar una carrera que tenga un propósito mayor, quizá la Alcaldía de paso a la búsqueda de entrar a competir por la sucesión.

¿El doctor José Ramón Enríquez Herrera habría leído así el futuro político que podría traer Jaime Mijares? Muy probablemente por eso la embestida que ha sufrido el empresario una vez que decidió entrar formalmente a la política. ¿No creen?

Por lo pronto, volviendo al caso de Maturino, si no participa en ninguna vía directa en el proceso electoral de este año, es probable que el Ejecutivo haya entendido que los cuadros propios requieren un poco más de tiempo, madurez, mucha paciencia y no forzar las cosas para evitar que descalabren a la primera a su gente de confianza.

Y ojo: los cuadros que quieren impulsar ocupan claridad. Suponiendo que esto es un equipo de fútbol, saber si son el portero, o son parte de la defensa, o son medios de construcción, volantes, delanteros, directores técnicos, aguadores o porra. No se puede ser todo a la vez.