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El otro lado del festejo guadalupano: perros abandonados tras las peregrinaciones

La fe mueve multitudes… pero también deja perros atrás. El lado que casi no se ve del 12 de diciembre.

El otro lado del festejo guadalupano: perros abandonados tras las peregrinaciones

JORGE LUIS CANDELAS 13 dic 2025 - 15:00

Cada 12 de diciembre, millones de personas llegan a la Basílica de Guadalupe para cumplir promesas, agradecer milagros o simplemente participar en una de las tradiciones religiosas más grandes del país.

Pero cuando la música se apaga, las veladoras se consumen y los peregrinos regresan a casa, otra escena queda al descubierto: decenas, y en algunos años cientos, de perros vagando solos en los alrededores del Tepeyac.

Cuando la peregrinación termina… para ellos no

Durante los días previos y posteriores a los festejos guadalupanos, rescatistas y vecinos han documentado la presencia de perros desorientados, cansados y en evidente abandono en calles, camellones y explanadas cercanas a la Basílica.

Algunos animales acompañaban a peregrinos durante el trayecto, otros se extraviaron entre la multitud y no faltan los casos en los que, simplemente, son dejados atrás cuando las familias regresan en transporte donde no pueden llevarlos.

El resultado es el mismo: perros expuestos al frío, al hambre y al tráfico, justo cuando la ciudad comienza a volver a su rutina.

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Un problema que se repite cada diciembre

Aunque no existe un conteo oficial único, organizaciones animalistas estiman que cada año decenas o cientos de perros quedan en situación vulnerable tras las celebraciones guadalupanas, dependiendo del flujo de visitantes.

Algunos de estos lomitos ya vivían en situación de calle y se “sumaron” a las peregrinaciones en busca de comida y compañía; otros, en cambio, tenían dueño y terminaron perdidos o abandonados en medio del caos.

Rescatistas, voluntarios y el “perrito peregrino”

Ante este fenómeno recurrente, asociaciones civiles, veterinarios y autoridades capitalinas activan operativos especiales durante estas fechas, conocidos popularmente como el rescate del “perrito peregrino”.

Las acciones incluyen:

  • Resguardo temporal
  • Atención veterinaria básica
  • Alimentación y abrigo
  • Búsqueda de adoptantes o reencuentro con sus familias

Vecinos y voluntarios también colocan agua y comida en puntos clave, mientras albergues hacen llamados urgentes para recibir apoyo y hogares temporales.

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La fe y la responsabilidad

Defensores de los animales insisten en que el problema no es la tradición, sino la falta de planeación y conciencia. Llevar una mascota a una peregrinación larga, con multitudes y sin garantizar su regreso seguro, puede ponerla en riesgo.

El mensaje se repite cada año:Si no puedes cuidar de tu mascota durante todo el trayecto, no la lleves. Y si decides hacerlo, planifica desde el inicio cómo volverán juntos a casa.

Una postal incómoda tras la celebración

Mientras la Basílica se prepara para recibir al siguiente visitante y la ciudad desmonta escenarios y operativos, los perros abandonados quedan como la postal menos visible del festejo guadalupano.

Una escena que contrasta con el mensaje de amor y cuidado al prójimo que inspira la fecha… y que, para muchos, sigue siendo una deuda pendiente.

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