Una bebé robada, luego abandonada y el oportunismo político
Justo cuando se les "venía la noche" a las autoridades estatales con el tema de la bebé sustraída del Hospital Materno Infantil, tras las protestas de la familia y la presión de la sociedad, el remordimiento y el miedo ayudaron a que la o los responsables decidieran abandonar a la menor en un lugar público.
Afortunadamente la menor se encuentra bien, con sus papás y recibiendo el tratamiento necesario para evitar complicaciones de salud por ser una bebé que nació prematuramente. Hasta aquí, excelente noticia que causó alegría en los duranguenses.
Lo que no cayó muy bien en la sociedad fue el oportunismo político que evidenció el equipo del gobernador Esteban Villegas Villarreal al postear en sus redes sociales la fotografía de los padres de la menor, acompañada de un texto triunfalista, como si la autoridad hubiera sido quien localizó a la infante tras haber fallado en la seguridad del hospital.
"Informo que la bebé Judith Alejandra Rivas fue localizada y ya se encuentra con sus padres. La prioridad en este momento es su salud y recuperación. En este gobierno seguimos comprometidos con proteger lo que más amamos: nuestras familias", dice el texto escrito a nombre del mandatario.
Por supuesto que los comentarios y replicas en las distintas plataformas no se hicieron esperar, pues de inmediato le empezaron a recriminar al mandatario que si la bebé ya estaba con su familia no era por ellos, sino porque había sido abandonada en el jardín de una hacienda.
Obviamente, todos los comentarios que criticaron el posteo fueron borrados u ocultados, mientras que los perfiles dudosos de reciente creación que felicitaban al Gobernador por el "trabajo realizado para localizarla" fueron los que se quedaron. Bien raro.
Es increíble que, horas antes, cuando el malestar social y la desconfianza hacia las autoridades escalaba de nivel, el oficialismo guardaba un peligroso silencio que provocó que la irritación de la familia creciera sin control: Primero, con un bloqueo en la calle de 5 de Febrero y, después, en una improvisada reunión en el hospital.
ESTABAN ESCONDIDOS
La apresurada reunión en un salón del hospital para tratar de dar respuestas a los familiares inconformes, evidentemente, salió mal, pues los gritos y acusaciones contra los funcionarios no cesaron, mientras los reclamos fueron transmitidos en vivo por todos los medios de comunicación ahí presentes.
Los funcionarios ni siquiera eran directivos de primer nivel; obligaron al Subsecretario de Atención Médica a estar ahí para soportar el linchamiento mediático al que los iban a someter. Tanto el Director del Hospital como el Secretario de Salud rehuyeron a su responsabilidad moral y administrativa.
En ese momento ninguna autoridad se atrevió a salir a declarar, pues sabían que no había avances en la investigación y el malestar social era demasiado.
SIRVIÓ LA PRESIÓN MEDIÁTICA
Casi al mismo tiempo que el gabinete difundía el video de la Fiscal del Estado donde aseguraba estar en contacto con los padres de la menor y realizando la investigación correspondiente para dar con el paradero de la pequeña, a través de plataformas digitales se anunciaba que la menor había sido localizada en el área verde de un espacio público, específicamente en la Hacienda las Flores, al oriente de la ciudad.
Es decir, que la menor no fue recuperada por la autoridad; la prueba es que la Fiscal ni enterada estaba, sino que la o los responsables del delito se dieron cuenta de que iba a ser prácticamente imposible pasar desapercibidos en la capital después de que la noticia corrió como reguero de pólvora, por lo que tuvieron que desistir.
Afortunadamente la historia terminó bien para la familia de la pequeña que pudo tener de vuelta a su hija, después de horas de angustia, incertidumbre, enojo y frustración por la ineficacia del personal de seguridad del hospital que jamás detectó a una extraña que se hizo pasar por personal médico.
Sin embargo, aún quedan respuestas que la sociedad exige saber, como quién fue la responsable del hurto y las razones que tuvo para cometer un delito tan monstruoso como ese. Así que, lejos de cantar victoria y colgarse medallas que no les corresponden, lo que debe hacer el Gobierno del Estado es esclarecer este hecho que irritó a la sociedad duranguense.