Un hombre pasó a todo correr. Tan cerca de mí pasó que casi me atropella. Se le veía desesperado, lleno de angustia y de terror. Se adivinaba que alguien lo perseguía y que el hombre huía para salvarse.
Volví la vista y, en efecto, miré a sus perseguidores.
Eran 2 mil moscas.
Unas ranas.
Un lobo.
Una zorra.
Un león.
Un cuervo.
Una cigarra.
Una hormiga.
Un pastor.
Y una lechera.
Pregunté:
-¿Quién es el hombre al que persiguen?
Me respondió alguien:
-Es un fabulista.
¡Hasta mañana!...