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Venganza Sabrosa

No Hagas Cosas Buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

La revancha para él estuvo perfecta: ¿Cuántos años de sufrir abusos de los rivales políticos; de vejaciones; de vivir en carne propia en innumerables ocasiones las carencias de muchas personas, mientras los acomodados gozan de una sociedad tan desigual? ¿ Cuántas horas de pasar a rayo de sol protestando? ¿Cuántas noches maldormidas en su eterna campaña? La lista puede continuar. Son muchas causas de la fuente del encono social que él encarna y al fin le llegó el momento de empezar a saldar las cuentas con todos aquellos que le son distintos. Puede hacerlo, tiene todo el poder y la ocasión para hacerlo por primera vez: cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México e inclinarse por la red aeroportuaria que comprenderán el actual aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México, la terminar aérea de Toluca y la actual base área militar de Santa Lucía ubicada a 35 kilómetros en línea recta del Benito Juárez.

La semana pasada en este espacio como en tantos otros, se comentaba de la burla que significaba la llamada consulta popular para conocer el pulso de la sociedad en la decisión de continuar con el proyecto ya en marcha del nuevo aeropuerto en Texcoco u optar por la opción que siempre prefirió. Cualquier persona mediamente informada podía anticipar lo que arrojaría la farsa de las votaciones en particular.

Con un totalmente previsible y los datos que se dieron a conocer es que la consulta arrojaba que el 70% prefería cancelar la obra en curso y optar por la solución de la operación de tres puerto aéreos para solucionar la saturación del actual, se tenía la mesa puesta para comenzar la venganza.

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador citó a rueda de prensa el lunes pasado a las 10 de la mañana para dar a conocer su postura final acerca de su actuar cuando asuma el poder el próximo primero de diciembre respecto a todo el asunto.

Entonces llegó el momento de su pleno gozo: se cancela el proyecto de Texcoco y se hará la solución que él propuso durante la campaña, porque según él es una solución más barata que la del construir un aeropuerto integral.

En la exposición de motivos del por que de actuar aun cuando éste represente riesgo a la estabilidad financiera que se argumentó sucedería si cancelaba el proyecto de Texcoco. El presidente electo dijo que no habría sacudida tal y como lo vaticinaban sus detractores (habrá que decirle a López Obrador que el peso se ha devaluado desde que pasó la elección un 11%, y que la mayor parte del mismo ha sido en la última semana) que los actuales contratistas que ya están trabajando en Texcoco se les habrá de resarcir y que no habrá mayores sobresalto. Al contrario, el próximo primer mandatario se comprometió que en 3 años, estará en operación plena su propuesta de red de terminales aéreas, lo que sería antes del plan original de proyecto que será abanando.

Sin embargo, el presidente no pudo dejar de pasar la ocasión para ser claro que esta decisión no es más el primer hecho fehaciente que su gobierno actuará contra aquellos que han vivido en lo que él ha denominado como una minoría rapaz enriquecida bajo el cobijo del poder público, nombrándolos como La Mafia del Poder.

Es evidente que en México muchos corruptos se han enriquecido gracias a las componendas con el poder político, ejemplos hay todos. El problema es que bajo esa óptica, cualquier persona o empresa que tenga éxito podrá ser atacada simplemente señalándola como parte de ese ente etéreo que López Obrador denominó Mafia del Poder, abriendo la Caja de Pandora.

Lo que ha pasado es que si bien es cierto el proyecto NAIM podría dar espacios para constructores o contratistas que hayan tenido componendas para lucrar, Andrés Manuel prefirió afectar al funcionamiento de la economía nacional pensado que jodiendo a los empresarios cobra aunque sea parcialmente venganza de los que él considera oprimidos, sin importarle que quienes le dieron el poder padezcan más en el mediano plazo por incorrectas decisiones que se tomen en el campo económico. Se necesita mucha sabiduría para entender que arrebatando a algunos para dárselos a otros no es la solución para el futuro, ni siquiera es justo. Pero de que la venganza es sabrosa, se nota que sí lo sabe.

Escrito en: No hagas cosas buenas... proyecto, poder, solución, Obrador

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