Guerra de ideologías

Hola, amigos y familia de este hermoso mundo de las cuatro bases.

Es un placer estar con ustedes esta semana en la cual el frío nos ha pegado de manera buena.

PRIMER LANZAMIENTO

Este fin de semana fuimos testigos de cómo se vivió la final de la Liga División del Norte, en donde dos grandes equipos dejaron alma, vida y corazón en el terreno.

Es importante resaltar que el nivel de los peloteros no se da por la liga en la que juegan, sino por la dedicación que le dedica cada uno de los peloteros.

Algún día tuve una plática, antes de la que tuve ayer, con Javier Bojórquez, presidente de la Asociación de Beisbolistas del Estado de Durango, quien me comentó que no estaba de acuerdo en que los equipos hayan abandonado la extinta Liga de Beisbol Felipe Márquez y se fueran a la División del Norte.

A lo que le respondí que no es culpa de los equipos, pues ellos como cualquier otro cliente, por así decirlo, tienen el derecho de elegir en dónde jugar.

Sigo en esa misma creencia, siempre y cuando al momento de iniciar un campeonato lo terminen, ya que no se valdría que a mitad de la temporada se abandone.

Cabe mencionar que muchos jugadores o representantes de equipos están acostumbrados a querer hacer o manipular los torneos a placer.

Sin embargo, al reglamento no se le puede modificar y se tiene que seguir al pie de la letra, así hagan la amenaza de abandonar la liga.

Es muy fácil querer hacer valer lo que nos conviene, pero cuando no, hasta maldecimos y en ocasiones hasta ofensas decimos.

En fin, cada dirigente de liga sabe cómo llevar a buen puerto sus torneos, sin importar el nombre de quien saldrá campeón.

BATAZO DE HIT

Otra situación que me movió el corazón fue la lucha que se vivió en las redes sociales sobre la supuesta reelección de Javier Bojórquez.

Me parece muy bien que existan expresiones y que cada quien diga su muy natural punto de vista.

Siempre habrá dos o más puntos de vista, pero lo que sí llamo es a la cordura y al respeto.

En primera instancia es porque no sabemos quién nos pueda leer.

Es decir, que algunos niños pueden leer nuestros comentarios y poder ir envenenando el alma y corazón de ellos, quienes son el futuro de nuestro beisbol.

Desde hace mucho, y lo vuelvo a hacer, llamo a la unión de los beisbolistas de Durango para jalar al mismo lado, o bien cumplir con los requisitos para poder exigir.

De la misma manera invito a quienes estemos en los campos de beisbol respetemos a las familias que ahí están, ya que hasta uno ha caído en el error de utilizar palabras altisonantes sin ver quién está a un lado de nosotros.

En ocasiones hay familias, niños a quienes nada les interesa nuestra plática.

Quedamos en tres y dos.