Seguridad: urgencia de resultados
La crisis de seguridad que tenemos en el país se refleja en el indicador que se quiera usar: el sexenio del Presidente Peña Nieto termina con cifras récord de homicidios, los feminicidios son noticia un día sí y otro también, sobre todo en la zona conurbada de la Ciudad de México.
La inseguridad que vivimos en el país es de tal magnitud que fue un gran impulsor de la candidatura del hoy Presidente electo. Sin duda, la corrupción y la inseguridad derivada principalmente, pero no únicamente, de la lucha contra las grandes organizaciones que se dedican al trasiego de droga, fueron las banderas que enarboló el ahora Presidente electo para conquistar el voto de treinta millones de personas que están cansados de ver deteriorarse su nivel de vida.
Es por eso que, de entre todas las definiciones sobre sus propuestas que ha hecho el Presidente electo en este largo período de transición, la estrategia de seguridad era, tal vez, la más esperada por que implica conocer las propuestas concretas que implementará el próximo gobierno federal para enfrentar la violencia que priva en el país. Cabe mencionar que no solamente es necesario hacer efectiva la lucha contra las grandes organizaciones de la delincuencia que lucran con el comercio ilegal de drogas, sino también con la violencia que se da día a día contra las mujeres; la extorsión de grupos criminales a comercios y muchas otros delitos que caen dentro del ámbito de la procuración e impartición de justicia a nivel local.
Durante los últimos dos sexenios tenido al ejército en las calles al no contar con policías estatales y municipales a la altura del desafío, sin embargo, siempre ha sido una demanda de las organizaciones ciudadanas que los militares vuelvan a sus cuarteles en algún momento para dar paso a fuerzas de seguridad civiles que, con mayor entrenamiento y equipamiento, puedan hacerse cargo de la seguridad pública.
La urgencia de tener resultados en un plazo corto, ha hecho que el equipo asesor del Presidente electo opte por una opción que en algunos puntos es innovadora, sin embargo, solamente en el corto plazo puede representar ganancias para el gobierno entrante, pero que en el mediano y largo plazo no representa una solución efectiva para la sociedad.
La urgencia por dar resultados se entiende, también es entendible que la estrategia para recuperar la seguridad involucre en una primera instancia a las fuerzas armadas, al ser las que tienen mayor confianza de la ciudadanía, sin embargo, la ausencia de un plan de salida de los militares en el mediano plazo para dar paso a fuerzas civiles es motivo de fundada preocupación. No queremos pensar en los riesgos potenciales para la protección de derechos humanos al tener formalmente a militares al mando de la seguridad, dejando a las autoridades locales como "invitados" en una lucha que debería involucrar a todos los niveles de gobierno.
Twitter: @jesusmenav