EU se coordina con Japón y Corea del Sur antes de cumbre con Kim
El secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, conversó con su homóloga surcoreana, Kang Kyung-wha, y su homólogo japonés, Taro Kono, para intercambiar puntos de vista antes de la esperada cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
El Departamento de Estado de EU informó hoy de los intercambios telefónicos, que se produjeron este domingo y solo días después de que la Casa Blanca anunciara formalmente la nueva cumbre.
Los jefes de la diplomacia estadounidense y surcoreana reafirmaron la "fuerza perdurable" de la alianza entre sus dos países durante su llamada; mientras que Kono y Pompeo reiteraron que su objetivo es la "desnuclearización, completa y verificable" de Corea del Norte.
Según el Ministerio de Exteriores de Japón, Pompeo y Kono también hablaron sobre la posibilidad de reunirse a mediados de febrero si la agenda de ambos lo permite.
El viernes, Trump se reunió en la Casa Blanca con uno de los principales negociadores norcoreanos, Kim Yong-chol.
Al finalizar esa cita, la Casa Blanca anunció que el segundo encuentro de la historia entre los jefes de Estado de EU y Corea del Norte se producirá "cerca del final de febrero", aunque no desveló cuál será el escenario de la cita.
Tanto Corea del Sur como Japón han expresado su deseo de que Pyonyang ponga fin inmediatamente a sus programas nuclear y de misiles y desean que EU les mantenga informados de sus conversaciones con Corea del Norte, que representa una amenaza constante para esos dos países vecinos.
La reunión preparatoria para la cumbre tuvo lugar recientemente en Suecia y, en esas negociaciones, participó el delegado surcoreano para la desnuclearización del régimen norcoreano, Lee Do-hoon.
El diálogo entre EU y Corea del Norte apenas ha mostrado avances desde la histórica cumbre de Singapur, en la que los dos jefes de Estado acordaron trabajar para la desnuclearización de Corea del Norte a cambio de que Washington garantizara su supervivencia.
Desde entonces, Washington ha pedido a Pyonyang acciones de más calado para demostrar su compromiso con la desnuclearización, mientras que las autoridades norcoreanas reclaman el levantamiento de sanciones y la firma de un tratado de paz entre las dos Coreas.