Más de allá del contundente argumento que siempre da la Comisión Federal de Electricidad, cuando decide suspender un servicio por falta de pago, es decir, por el incumplimiento de una obligación, lo que hemos observado los laguneros con los cortes al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento de Torreón, empresa paramunicipal encargada de la extracción y distribución del agua en la cuidad, es, no solo que la empresa municipal necesita orden, sino que a la dependencia federal le urge más y en mayor magnitud.
La nueva administración de la propia dependencia federal, informó hace una semas, que tan sólo en el primer semestre del 2018, se calculò que el robo de electricidad a la CFE ascendía a más de 25 mil 700 millones de pesos. Y si la cifra es de un semestre, basta hacer una sencilla multiplicación para que la cantidad sea más vergonzosa.
Ese otro huachicoleo, molesta, indigna y enfurece, porque pareciera que la empresa federal sube desproporcionadamente sus tarifas, como en el caso de Simas Torreón y de miles de usuarios en todo el país, para qué parte de sus pérdidas las asuman los usuarios. Es evidente que el tema va más allá de los diablitos que adornan el paisaje urbano y que durante años ha sido una forma de robo que tampoco se entiende porque no se combate.
Expertos en el usos e iniciación de energía, han dicho en diferentes foros, que al igual que en Pemex, en la CFE, existe todo un entramado de corrupción que hace posible pérdidas de miles de millones de pesos. Salarios elevados, prestaciones sociales superiores a las de las multinacionales de lujo, un sindicato con intereses muy fuertes, son parte de los retos a los que se enfrentará la Cuarta Transformación cuando decida entrarle al tema de la CFE.
Mientras la comisión pone sus barbas a remojar, serían necesario estar atento a la relación entre Simas y la empresa de energía eléctrica, pero no dejar de ver a los miles de usuarios en el país, que de una día para otro se levantan con una tarifa elveda sin justificación y quiénes antes de ser escuchados en una ventanilla de atención, tienen que pagar u olvidarse de cualquier queja.