Los angeles, California.- Una red de supervivientes de casos de pederastia presentó ayer en Los Ángeles una denuncia contra el cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Ángeles, Roger Mahony, por el supuesto encubrimiento de un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso de menores.
Según la denuncia de la asociación, conocida por sus siglas en inglés SNAP, tanto Mahony como Rivera supuestamente encubrieron los posibles crímenes del sacerdote mexicano Nicolás Aguilar tanto en México como en Estados Unidos y favorecieron su fuga.
Según la denuncia, el Cardenal mexicano envió a Nicolás Aguilar a Los Ángeles a pesar de que en México unos 80 niños y niñas declararon ser víctimas de sus abusos sexuales.
Aguilar permaneció en Los Ángeles nueve meses, entre 1987 y 1998. En ese plazo, 26 víctimas acudieron a la Policía para denunciar supuestos abusos, detalla SNAP.
De estas denuncias la Policía tuvo pruebas de 19 delitos de índole sexual que hubieran permitido en su momento el arresto de Aguilar, que se dio a la fuga.
Tras un nuevo supuesto caso de abuso sexual contra el joven Joaquín Aguilar, en México, se desconoce el paradero del sacerdote aunque fuentes de SNAP aseguran que está en la localidad mexicana de Puebla.
Por su parte, el Arzobispado de México negó las acusaciones contra el cardenal Norberto Rivera Carrera por presunta conspiración para encubrir al supuesto sacerdote pederasta Nicolás Aguilar.
El vocero del órgano eclesial, Hugo Valdemar, calificó las acusaciones como “verdaderamente desproporcionadas”, ya que Rivera Carrera ha dicho reiteradas ocasiones que no hay ninguna protección especial para quien delinque, menos aun para quien comete abusos “tan lamentables y condenables”.
Sostuvo que el Arzobispo Primado de México se encuentra “muy tranquilo, pues no tiene nada qué temer, toda vez que las acusaciones son falsas, desproporcionadas y fueron presentadas en un lugar a donde no compete llevarlas, por lo que no hay nada de qué preocuparse”.
El portavoz manifestó su extrañeza por el hecho de que las acusaciones se hayan presentado ante una corte estadounidense y no de México, lo cual habla, dijo, “de un profundo desprecio de estas personas hacia las leyes mexicanas”.
Afirmó que una vez que la demanda sea notificada por los conductos oficiales, lo cual aún no ha ocurrido, el arzobispo Rivera consultará a sus abogados y, hasta entonces, se reservará la respuesta.
Negó cualquier nexo entre Rivera Carrera y Nicolás Aguilar Rivera, no obstante que “sí lo conoce”, ya que fue sacerdote en Tehuacán, Puebla, cuando el Cardenal era obispo de esa Diócesis.
El vocero negó que exista algún vínculo familiar, aunque ambos lleven el mismo apellido.
En cuanto a la relación existente entre los arzobispos de México y Los Ángeles, el portavoz abundó que en esa Diócesis estadounidense hay muchos inmigrantes mexicanos, por lo que ambos prelados se conocen y han sostenido comunicación en numerosas ocasiones.
“Pero de ningún modo para conspirar o para establecer lazos delictivos, con el fin de proteger a curas pederastas, lo cual es verdaderamente fantasioso y se asemeja más a una novela de ficción. Es una acusación insostenible”, reiteró.