Semanalmente, la Fiscalía General del Estado (FGE), a través del Grupo Antisecuestros recibe un promedio de tres denuncias por extorsión en las que la víctima, a veces un menor de edad, es obligada a aislarse mientras la familia es obligada a reunir sumas millonarias de dinero.
El caso de una familia duranguense en la que uno de los integrantes fue aislado, por presuntos extorsionadores que operan desde un penal en Tamaulipas, en un hotel ubicado en un municipio del sur del país se convierte en un botón de muestra para el nivel de complejidad con la que se desenvuelven los criminales.
El uso de aplicaciones como WhatsApp, igual que la manipulación a base de amenazas de muerte, se ha convertido en una herramienta para obtener ganancias millonarias para los delincuentes incluso desde centros de reclusión.
A pesar del número de asistencias que reporta el Grupo Antisecuestros, de acuerdo a los datos sobre incidencia delictiva del fuero común que contabiliza el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de los 10 mil 553 delitos contra el patrimonio que han denunciado los duranguenses de enero a agosto de 2019 la Fiscalía ha integrado apenas 76 carpetas de investigación por el delito de extorsión.
En el desglose estadístico correspondiente al 2019 se establece que en enero la Fiscalía integró solo siete carpetas de investigación por este delito, 11 en febrero, nueve en marzo y abril respectivamente, cinco en junio, 10 en julio y 16 en agosto. Están pendientes los datos correspondientes a septiembre pasado.