Nosotros

Crujiente tentación...

Ya es diciembre y empiezan las celebraciones navideñas, cenas entre amigos, compañeros de trabajo y reuniones familiares, por no dejar de mencionar las fabulosas posadas que empiezan a celebrarse cerca del día 15 de diciembre, en las que se saborean los platillos propios de las fiestas tradicionales de esta época como: ponches, tamales, dulces típicos, chocolate y champurrado, entre otros manjares como los crujientes buñuelos.

Esta apetitosa golosina en particular se elabora en México durante las festividades navideñas, así como también en celebraciones como el Día de la Independencia, el 20 de noviembre, el Día de Muertos y demás fechas importantes.

El buñuelo es uno de los elementos básicos de las posadas, empezando a aparecer desde el 12 de diciembre en la fiesta de la Virgen de Guadalupe en todo el país.

En Durango ya empiezan a verse en las calles personas que venden este rico manjar decembrino, las expertas en cocinar estas especialidades como tamales y buñuelos, ya se encuentran con numerosos encargos para este mes, afirma Gabriela León Vela, quien además aconseja que para su elaboración el buñuelo debe quedar muy delgado.

Para darse cuenta si está del grosor adecuado, se comprueba fijándose que se pueda ver a través de él. Mientras más delgado sea el buñuelo será más crujiente. El aceite debe estar muy caliente para que queden dorados.

Al freírlos, se sumerge el buñuelo en el aceite y cuando éste se sienta duro, se le da vuelta con mucho cuidado.

Así como también menciona que se le puede agregar a la miel trozos de guayaba o tejocote y que al hacerlos uno mismo, puede escoger su grosor y tamaño al gusto. Para quitar el exceso de harina antes de freírlos se pueden sacudir con un trapo.

Conservación

Se calcula que los buñuelos pueden mantenerse frescos hasta cuatro días, guardándolos en una bolsa de plástico o panera en un lugar seco y fresco.

Aporte nutrimental

Los buñuelos aportan a la dieta carbohidratos y grasas, nutrientes que generan la energía para realizar las actividades diarias; sin embargo, no debe consumirse en exceso.

Los buñuelos también contienen proteínas provenientes del huevo y la harina, que son indispensables para los músculos.

Dato interesante

Los buñuelos en México datan de la época Virreinal; en el convento de San Jerónimo, Sor Juana Inés de la Cruz hizo, en el siglo XVII, una trascripción de recetas tomadas del libro de cocina del Claustro, entre éstas figuraban los famosos buñuelos de viento.

Entre otros conventos, fundados desde aquella época, que se distinguieron por sus especialidades en panecillos y bizcochos está el de San José de Gracia, donde preparaban los buñuelos fritos y crujientes bañados con miel y azúcar.

La primera sociedad que consumió este alimento fue la morisca.

Sus ciudadanos, gente de medios humildes que habitaba los territorios del sur de la Península Ibérica y ocupaba puestos de trabajo de baja categoría, desempeñaban también el oficio de vendedores ambulantes de buñuelos.

En Sevilla y Granada eran postre típico los buñuelos fritos en aceite cubiertos de miel.

Por otro lado, esta especialidad fue adoptada por los gitanos tras la expulsión morisca y perpetuada hasta la actualidad.

Según otros autores, la historia del buñuelo es más reciente de lo que se cree. Ofelia Deleon, antropóloga e investigadora guatemalteca, cree que la historia del postre en Sudamérica se remonta al siglo XIX.

Escrito en: buñuelos, buñuelo, aceite, debe

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Nosotros

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas