Durango

¡Que salga Palacios!

Iván Soto Hernández

La hostilidad en Palacio Legislativo llegó ayer al clímax cuando un numeroso grupo de ex braceros, encabezado por Ana María González, decidió encarar con lujo de violencia al diputado Blas Rafael Palacios Cordero.

El riesgo que éste corría lo sabían los que presenciaban con asombro la escena. El número de manifestantes y la actitud que mostraban hacía urgente la intervención policiaca; sin embargo, ésta nunca llegó.

Sus compañeros de los diferentes partidos representados en el Congreso del Estado hicieron un escudo humano para evitar la agresión contra Blas Rafael; empero, ello no evitó que el perredista mostrara estar con los nervios de punta y el rostro desencajado.

Rosario Castro le apretaba la mano a Palacios para darle confianza. Todos le decían: “No te preocupes. Una agresión a un diputado es una agresión a todos nosotros. ¡Necesitamos hacer algo ya para garantizar seguridad en el recinto”.

El joven legislador, sin embargo, respiró hondo y dejó la protección corporal de sus colegas hasta que vio cómo se retiraban los seguidores de Ana González, Mario Silva y Ernesto Flores Esquivel. Pero esto ocurrió después de casi una hora de tenso ambiente.

Pasaban algunos minutos después de las 12:00 horas cuando el contingente, reunido desde temprano en la Plaza IV Centenario, se dirigió a Palacio Legislativo con la firme decisión de sacar, a la fuerza si era necesario, al único diputado del PRD, instituto político al que por cierto pertenecen también los que deseaban agredirlo.

“¡Que nos dé la cara!”

“¡Queremos que salga! ¡Que nos dé la cara! ¡Que diga personalmente lo que ha declarado a través de sus achichincles a los medios de comunicación! ¡Sal, Palacios! ¡Sal! ¡Deja de esconderte!”, decían en el patio de entrada del Congreso.

Los inconformes ya habían irrumpido una primera vez en la sesión con el mismo objetivo: obligar a Palacios Cordero a que saliera de su curul y enfrentara a cientos de ex braceros enardecidos por declaraciones hechas por una persona que supuestamente trabaja para el diputado.

“Soledad Ruiz Canaán ha dejado a mucha gente del partido inconforme por algunas situaciones en que incurre desde el Comité Estatal del PRD. Esto tiene otro fondo. No los enfrento porque ya lo hice y se ve el objetivo que buscan. No pasa nada”, explicaba e hilaba ideas sueltas Blas Rafael, mientras afuera clamaban por su cabeza.

cumplen amenaza

Los ex braceros dirigidos por González y por Marín cumplieron su amenaza. Tras su primera irrupción, aceptaron salir del recinto de sesiones y una comisión de diputados integrada por Francisco Garza Espino, Adrián Valles, Adán Soria, Rosario Castro y Mario Moreno trató de convencerlos de que no era posible cumplir lo que pedían.

Ana González dio un ultimátum: “Si en cinco minutos no sacan a Palacios, vamos a ir por él”. Y al menos sí lo intentaron.

Suspensión temporal

La presidenta de la mesa directiva del Congreso, Yolanda de la Torre, decretó suspensión temporal de la comparecencia, para que se pidiera ayuda a los cuerpos de seguridad pública.

El riesgo de que entraran los inconformes e intentaran agredir al perredista era real para ese entonces. Por ello, el contralor asimiló el silencio que le pidieron, y decidió tomar agua y evitar a como diera lugar el lógico nerviosismo, mientras observaba lo que ocurría.

Por el pasillo principal empezaron a caminar a paso firme y con vituperios constantes los ex braceros, pero principalmente los agitadores. Ahí, Octaviano Rendón los conminó a que no cometieran un ilícito mayor y que desalojaran el lugar.

Pero Ana González burló el retén improvisado para enfilarse rumbo a la humanidad de Palacios. Se topó con una defensiva integrada por diputados y funcionarios del Congreso, quienes le prohibieron acercarse al legislador del PRD. Aun así, a punto estuvo de lograr parte de su cometido.

Los iracundos campesinos, en su mayoría ancianos y mujeres, con facilidad asustaron a los 14 subalternos del Contralor, quienes se replegaron en la zona donde se proyectaban las diapositivas para la presentación del funcionario.

Cuando Parral Pérez acabó su exposición y la diputada Yolanda de la Torre dio por terminada la sesión, el tema motivó risas, chistes, bromas, consejos, declaraciones. Todos querían darle un espaldarazo de confianza al joven legislador.

Escrito en: agresión, ¡Que, Blas, diputado

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