ATENAS, GRECIA.- Nuevos focos de incendios que brotaron ayer al mediodía en la península del Peloponeso amenazaban el sitio arqueológico de la antigua Olimpia, en el Peloponeso, informó el departamento de gestión de bomberos en Atenas.
Se trata de la tercera jornada de la peor ola de incendios de la historia moderna de Grecia que se ha causado en el Peloponeso; 51 víctimas mortales, según datos del departamento de bomberos.
El portavoz de esta unidad de bomberos en Atenas, Nikos Diamantis, informó que 14 nuevos incendios surgieron incluso en menos de cuatro horas.
También se informó que tres aviones Canadair de extinción y dos helicópteros volcaron sus esfuerzos para evitar el avance de las llamas hacia el templo de Apolo, en el sitio arqueológico de Antigua Olimpia, en la prefectura de Ilias, al oeste del Peloponeso.
Los sitios arqueológicos de la antigua Olimpia, lugar de fama mundial donde se celebraban los Juegos Olímpicos en la Grecia de la Antigüedad, y sede de la Academia Olímpica Internacional, cuentan con un sistema de riego artificial para proteger las instalaciones.
En la localidad de Sajaro, también en la prefectura de Ilias, en el Peloponeso, los focos se unieron a primeras horas de la tarde mientras las autoridades procedían a evacuar más de 20 pueblos
Además, la localidad de Sofiko, en la prefectura de Corintia, en el noreste del Peloponeso, está afectada por un incendio que según Diamantis, avanzaba hacia la dirección del Teatro de la Antigüedad de Epidauros.
En la extinción de los incendios en Corintia participaban los aviones cisterna Canadair italianos y franceses, junto con uno griego y un avión Beriev 200 ruso. Además, los frentes de incendios en la prefectura de Laconia en el Peloponeso continuaban ardiendo, informaron los bomberos.
Otros incendios que avanzaban eran en la prefectura de Fthiotida, en Grecia Central, con dos frentes, donde se ha suspendido la circulación de trenes, y otro en la prefectura colindante de Viotia, que amenaza a varios pueblos.
El incendio en la isla de Eubea, en Grecia central, continúa ardiendo. Los vientos soplaban con menos vigor que el sábado, lo que facilitó el uso de fuerzas de extinción por aire, sumadas a las de tierra, asistidas también por bomberos franceses y chipriotas.