Uno de los flagelos que afecta a la sociedad contemporánea es la pornografía, que so pretexto de libertad de expresión o de manifestación artística (sic), campea en muchos de los medios comunicacionales, provocando en muchos casos efectos en la persona que resultan muy difíciles de medir en sus consecuencias.
Las raíces etimológicas del término pornografía ya permiten ubicarnos en la esencia misma de este fenómeno de la época: El vocablo procede del griego: ðïñíïãñáöíá: porne que significa prostituta y grafía descripción. Designa en origen, por tanto, la descripción de las prostitutas y, por extensión, de las actividades propias de su oficio. Hay que decir, sin embargo, que el término es de aparición mas reciente pues hay pocas referencias en la Grecia antigua de que se utilizara esta palabra.
La continua exposición de una persona a escenas pornográficas no es algo intrascendente. Por una parte provoca directamente la contemplación de sus semejantes más como objetos en sí mismos dotados de los elementos sensuales apetecibles para el asiduo a estos contenidos, y por ende, cosificando a las personas reduciéndoles su dignidad intrínseca y considerándolos meros objetos de placer erótico.
Por otra parte estudios científicos demuestran que la pornografía es adictiva.
El Dr. James McGaugh, psicólogo de la Universidad de California, ha probado que cuando alguien observa algo chocante, estimulante o excitante, como un accidente o la de representaciones pornográficas, una hormona llamada epinefrina es liberada a la corriente sanguínea y va inmediatamente al , fijando esa en su mente.
El Dr. Víctor Cline, psicólogo clínico y experto en comportamiento de la de Utah, a su vez sostiene: ?Si uno vuelve vez tras vez a exponerse a material de esa , poco a poco llegará a tener una pornográfica en su mente de la que no podrá librarse?. Existe una gran cantidad de evidencia que sugiere que los comienzos u orígenes de muchas desviaciones y perversiones sexuales son aprendidas al exponerse a material pornográfico.
El Dr. Cline agrega: ?En la medida en que he trabajado con personas enfermas, con este tipo de problemática sexual, especialmente hombres, siempre he encontrado cuatro situaciones presentes, y nunca he encontrado una variación?
La primera cosa es la adicción. Cuando los hombres se envuelven en esto se adiccionan a este tipo de material. Hay una poderosa atracción, están continuamente buscando más y más?
Luego ocurre lo que llamamos escalada: aquello que excitaba en un principio, ya no lo hace. Tienen que comenzar a buscar material que sea mucho más crudo?
Posteriormente viene la desensibilización. Esto significa que aquello que ofendía la y producía molestia o culpa, ya no ofende, comienza a verse aceptable. Uno puede llegar a observar cosas realmente terribles, sea en , en la , en el , en la calle y ya no sentir ningún tipo de repulsión?
Por último viene la actuación. Comienza la persona a actuar sobre lo que ya ha visto. Comienza a imitar la aprendida?.