Para que México pueda tomar decisiones económicas se necesitan expertos y áreas bien definidas para establecer políticas económicas. Lo mismo pasa en Estados Unidos, lo mismo pasa en China, Japón, Alemania, etcétera.
Independientemente de que en otros estados de la República Mexicana se habiliten este tipo de áreas, Durango carece de estos espacios estratégicos para el crecimiento de la inversión, para tomar decisiones, para el desarrollo de la capital, de los municipios y para que otras entidades y países puedan invertir en esta región.
El estado de Durango se ha caracterizado últimamente por la atracción de la inversión extranjera y también nacional. La construcción de la supercarretera Durango-Mazatlán, también las modernizaciones de las carretera Durango-Parral, Durango-Zacatecas, la política económica que está imprimiendo el Gobierno del Estado, los planes estratégicos y de desarrollo del Estado, del Municipio de Durango, los planes turísticos y muchos otros más, le han estado brindando a la entidad cierto balance económico que lo ubican como un punto atractivo, pero también existe una política económica nacional y mundial que repercute en el estado, y ésta no se toma en cuenta.
¿Entonces porqué no crear un área que realice estudios económicos a nivel local? Posiblemente el Gobierno del Estado tenga sus asesores o consejeros económicos, pero no me refiero a eso, me refiero a que otro tipo de gente quiere invertir, pero no sabe a dónde acudir y a quién preguntar.
El sólo hecho de tratar de investigar dependencia por dependencia acerca del estado económico que guarda el estado de Durango resulta un calvario y un recorrido muy difícil. La información debe ser fresca y actualizada. Si ésta se obtiene incluso un mes después probablemente ya no pueda aplicarse, las variables cambian incluso radicalmente de una semana a otra.
¿Por qué no establecer un área especializada, tal vez dentro de la misma Secretaría de Desarrollo Económico? O de Transformadora Durango, o de la dependencia o institución que sea, para que oriente a los micro, pequeños y medianos empresarios, posiblemente también a los grandes.
Si a Durango le importa el empleo, sí a Durango le importa la inversión, qué mejor forma que una jurisdicción económica que pueda ayudar a la iniciativa privada.
¿Pero cuáles son las justificaciones para que se pueda crear el área que estoy mencionando? Como dije, diariamente los inversionistas, de todo el mundo, consultan la Bolsa Mexicana de Valores, la de Estados Unidos, las políticas monetarias, si suben o bajan las tasas de interés, la desaceleración económica de la Unión Americana, si ésta ya se convirtió en recesión o no, factores de crecimiento que crean confianza a la inversión, inflación, etcétera.
Para tal efecto el Banco de México y algunos otros sistemas de banca comercial, como Banamex y Bancomer, realizan estudios económicos pero que obviamente se dirigen a cubrir los efectos de la economía nacional y hablar sobre este punto es muy ambiguo, pues estados como Nuevo León, Distrito Federal, Aguascalientes y Guadalajara pueden ser muy prósperos, pero no es la misma conducta para todos los estados.
Por ejemplo. Si las noticias nacionales indican que la Reserva Federal (Fed) ha bajado sus tasas de interés en 0.5 porcentuales para fomentar el pago de los créditos de las viviendas en Estados Unidos, y si a esto le agregamos que se autorizan varios millones de dólares en ciertos programas para devolución de otros créditos fiscales en este mismo país, y si en México esto produce un nivel de confianza, ¿cuál es la repercusión para Durango?
Si Durango logra conformar esta área especializada de estudios económicos y plasmarla en información nacional e internacional, ante medios de comunicación e Internet, es posible que haya más posibilidades de que la entidad se desarrolle y sea un punto de atracción para los consorcios y compañías. Y será un punto de referencia para que los que viven en la entidad tomen decisiones asertivas.
La única desventaja de este tipo de áreas es que cuando no existen panoramas económicos buenos, obviamente las noticias no serían del todo positivas, lo que significaría golpes a la imagen del Gobierno del Estado, sin embargo, son riesgos que el Poder Ejecutivo debe valorar y ubicar en su justa dimensión. No hay que olvidar que el primer objetivo de la política gubernamental es el servir a sus ciudadanos, quienes lo que desean es que el pago de sus impuestos se vean realmente reflejados en una ayuda que se traduzca en beneficio de la sociedad, en este caso para fomentar la inversión y la economía estatal.