Gerardo Gómez Cano
Foros: Juan Fco. Chávez |
El Siglo de Durango
Lejos de ser una pérdida de tiempo, como muchos lo podrían suponer, el Programa de Desarrollo de Habilidades para el Aprendizaje, mejor conocido como “semestre cero”, que se imparte en el Instituto Tecnológico de Durango, es una oportunidad para descubrir el potencial de los estudiantes que servirá para toda su vida, explicó Eustolia Nájera Jáquez, jefa del Departamento de Desarrollo Académico de la institución.
CAMBIOS POSITIVOS
Comentó que en el curso al que acuden todos aquellos que no son aceptados en el ITD tras hacer su examen de admisión, los alumnos participan en los talleres de Aprendizaje Sinérgico y de Habilidades Matemáticas, “lo que se busca es que se hagan cargo de su papel como estudiantes, que aprendan hábitos de estudio que no conocían”, enfatizó.
La directiva dijo que además de conocer cómo organizar sus notas e incrementar sus calificaciones, los jóvenes tienen la ventaja que aprenden a mejorar también sus relaciones interpersonales, tanto con la familia como con amigos, “se trabaja mucho con las emociones, lo que genera cambios positivos en sus actitudes”, aseguró Nájera Jáquez.
Por si fuera poco, dijo que se impulsa en gran medida el gusto por la lectura, a través de dinámicas que tienen como principal objetivo adquirir una mayor comprensión, que resulta básica para cualquier materia que cursen de manera posterior.
MUCHA ATENCIÓN
Si bien pudiera parecer extraño que en un nivel de estudios superiores los padres estén al tanto de todos los avances de sus hijos, en el Programa de Desarrollo de Habilidades para el Aprendizaje esto sí sucede. Según la jefa del Departamento de Desarrollo Académico del ITD, si alguien falta un día a clases sin que sus papás hayan avisado la causa de tal inasistencia, el alumno es dado de baja de inmediato.
Las calificaciones que obtienen en los exámenes también son recogidas por los padres, lo que permite estar al tanto del aprovechamiento escolar de sus hijos, quienes, en palabras de la informante, no se molestan por esas medidas, al contrario, se sienten motivados en tener un buen desempeño, ya que de ahí depende si ingresarán o no a primer semestre de la carrera que elijan.
LA MAYORÍA APRUEBA
En el también llamado “semestre cero” de este periodo (septiembre-diciembre) fue tanta la demanda que, incluso, se formaron siete grupos con 53 jóvenes cada uno. Eustolia Nájera Jáquez señaló que de todos ellos solamente 17 personas no concluyeron el curso de manera favorable.
Comentó que se exige un promedio mínimo de 70 en las dos materias que se les imparten, lo que se logra no sólo con estudio, sino con la realización diaria de tareas que se encargan.
Por otra parte, la entrevistada destacó que los estudiantes adquieren tantas bases, que al ingresar a primer semestre tienen mucha facilidad para aprobar, “aunque parezca increíble, les resulta más sencillo que para muchos que sí entraron directamente al pasar el examen de admisión”, explicó.
EMOCIÓN EVIDENTE
Para conocer las experiencias de los estudiantes del “semestre cero”, este medio conversó con jóvenes de distintos grupos, quienes no dudaron en comentar su satisfacción por todos los conocimientos, buenos hábitos, motivación y amigos que ganaron.
Efrén Saracho comentó que tuvo una gran desilusión cuando se enteró que no había sido aceptado, “pero se me abrieron las puertas, la verdad yo no esperaba que el curso fuera así, pensé que serían muchas horas, pero sólo son dos por cada materia”.
Indicó que no se arrepiente de haber entrado porque, por ejemplo, reafirmó conocimientos básicos de Matemáticas. “Fue algo muy bueno, yo pienso que todos deberían tener esta experiencia”, dijo sonriendo.
Elia Acosta coincide con su compañero. Confesó que al principio creía que iba a estar “ligerito”, pero después se percató que no era así. “Las clases estuvieron muy padres, la dinámica me gustó mucho y, sobre todo, nos dejó mensajes positivos para ser mejores”.
Daniela Vidales también se mostró contenta al comentar que logró desarrollar habilidades que en la educación normal no se inculcan de esa forma. “Se manejó cómo mejorar las relaciones interpersonales, desde fondo, ahora hasta me siento mejor al hablar en público, lo que creo me servirá para siempre”.
Por su parte, Nidia Montoya considera que el principal beneficio fue haber aprovechado esta oportunidad que les permitió entrar a primer semestre con los conocimientos bien afianzados, para así tener éxito durante todos los estudios. Edith Ortega intervino para enfatizar acerca de lo importante que es trabajar todos los días, “todo lo que descubrí lo voy a poner en práctica”, expresó.
SEMESTRE GANADO
Taomy Rivera, sin titubear, declaró “aprendí tantas cosas, que si hubiera sabido cómo sería, me hubiera metido de inmediato; supe muchas cosas de la vida luego de tratar temas muy buenos”. Añadió que aunque hay quienes los pudieran minimizar, por considerarlos en un curso inferior, “están equivocados, aprendí mucho, conocí mucha gente... estuvo muy padre y estoy agradecida”, expresó.
Laura Herrera opina que no fue un semestre perdido, sino ganado, “yo no tenía el hábito de leer y ahora lo hago todos los días; tengo mi propia técnica para estudiar y con un solo repaso lo capto”. La joven dijo que avanzó no sólo en el plano académico, sino en el emocional, “nos enseñaron a abrirnos más y expresar lo que sentimos”.
Ernesto Chávez dijo que adquirir nuevos hábitos en su vida y fortalecerlos día con día, es algo que le satisface, porque está consciente que eso será clave para el desempeño que habrá de tener al estudiar durante todo el tiempo que dura la carrera.
Jazmín Salazar aseveró que aunque sintió una frustración cuando no entró a primer semestre, las cosas cambiaron desde que asistió al curso, “aprendí a tener confianza en mí misma... si alguien es tímido se te quita; la experiencia que viví es de retroalimentación, ayudas y te ayudan”, aseguró.
Alguien que también creía que perdería tiempo y dinero en este periodo es Mayela Betancourt, quien indicó “mi visión cambió, aprendí muchas cosas, con decirte que si volviera el tiempo atrás no elegiría ingresar a primero sino al “semestre cero”. Tener la oportunidad fue la mitad del éxito y aprovecharla fue la otra mitad”, concluyó.
A N E X O D E I N F O R M A C I Ó N
VENTAJAS
Fortalecen habilidades
No quedar seleccionado en los grupos de primer semestre resulta complicado y frustrante; sin embargo, existe una interesante opción.
CURSO: Programa de Desarrollo de Habilidades para el Aprendizaje, conocido como “Semestre Cero”.
INSTITUCIÓN: Instituto Tecnológico de Durango (ITD).
GRUPOS DE ESTE SEMESTRE: Siete, con más de 50 alumnos en cada uno.
LO BUENO: La mayoría de los estudiantes aprobó, sólo 17 claudicaron.
CARACTERÍSTICAS DEL CURSO:
-Los alumnos llevan dos materias, Taller de Aprendizaje Sinérgico y Habilidades Matemáticas.
-Hacen tarea todos los días.
-Sus padres están al tanto de sus calificaciones y si no avisan el motivo por el que faltó su hijo determinado día, éste es dado de baja.
-Fortalecen sus conocimientos y adquieren nuevos hábitos, como el de la lectura.
-Mejoran las relaciones interpersonales y tienen seguridad para expresarse en público.
-Deben tener un promedio mínimo de 70.
-Al aprobar, tienen menos posibilidades de reprobación que el resto de los alumnos que comenzaron su carrera.
FUENTE: Investigación El Siglo de Durango.
N O T A R E L A C I O N A D A
ORGULLO
Educación que trasciende
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Realiza actividades de investigación, difusión y vinculación de servicios congruentes con el compromiso de su personal y sus egresados en el desarrollo del país.
Sus objetivos son promover el desarrollo integral y armónico del educando, atender la demanda de educación con alta calidad, a niveles nacional e internacional, mediante la óptima aplicación de la capacidad instalada. También pretende ser un instrumento de desarrollo, mediante una estrecha y permanente retroalimentación con la comunidad.