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Antiguo Hospital de San Juan de Dios

Javier Guerrero Romero

Para Mayela del Carmen

Los orígenes de la Escuela Número 15 “Alberto M. Alvarado” se remontan al año de 1934, cuando se decidió construir un plantel anexo a la entonces recién inaugurada Escuela Superior “Guadalupe Victoria”.

Iniciados los cursos de la Escuela “Guadalupe Victoria”, de manera normal, el gobernador del Estado, Gral. Carlos Real, determinó la necesidad de construir en su favor un plantel anexo, para ello solicitó el apoyo del Gobierno Federal para la autorización de la demolición del templo y hospital de San Juan de Dios para terminar la Anexa a la Escuela Superior.

Aunque el 25 de octubre de 1934 el Gobierno del Estado recibió el Templo de San Juan de Dios, para destinarlo a la Anexa a la Escuela Superior “Guadalupe Victoria”, afortunadamente la demolición de estos edificios no se concretó, y se optó por reaprovechar el patio principal y se adaptaron los pabellones del hospital para recibir las aulas de la nueva escuela. El hecho de no haber clausurado al culto la nave principal de la Iglesia motivó que se buscara una nueva solución a la construcción de la escuela, por lo que se optó por trasladar la fachada principal a la calle de Juárez, dejando de manera opuesta el atrio de la iglesia sobre la calle de Victoria.

El proyecto de la Escuela Anexa preveía la intercomunicación entre los dos planteles, por lo que se planeó construir las aulas de la nueva escuela en la parte posterior del claustro del antiguo hospital, cambiando las fachadas principales al sur frente a la Escuela Superior y al poniente sobre la calle de Juárez, donde se levantaron los nuevos edificios de aulas de la escuela, esto salvo de la destrucción la fachada principal del antiguo hospital.

Las adaptaciones necesarias y la construcción de los dos pequeños edificios de aulas se realizaron con relativa rapidez y la Escuela Anexa, ahora Escuela Número 15 “Alberto M. Alvarado”, fue abierta al servicio el 12 de abril de 1935. Al inicio del siguiente ciclo escolar, en agosto, operaba ya de manera regular a toda su capacidad como lo consigna el Gobernador en su informe, al señalar las nuevas obras escolares puestas en servicio: “Entre estas construcciones se cuenta la hermosa Escuela Primaria ‘Profesor Alberto M. Alvarado’, ubicada en la capital, con capacidad para 400 alumnos... habiendo verificado su inauguración a principios del año con un suntuoso festival”. Misma que nació como Anexa a la Escuela Superior “Gral. Guadalupe Victoria”.

UN TÚNEL DEL TIEMPO

Para construir la escuela, en lugar de demoler los pabellones del antiguo hospital, éstos se reacondicionaron para convertirlos en aulas, por ello es posible al pasar a su interior, dar un sorprendente salto en el tiempo. Al introducirse desde el pequeño patio de acceso, construido en los años 30 del siglo XX y pasar al patio central de la escuela, en realidad nos transportamos al claustro del viejo hospital del siglo XVIII.

Los gruesos muros de adobe y piedra que por varios siglos fueron el único lugar dónde acudir para tratar de recobrar la salud, aún se conservan. Las columnas de cantera delgadas y en algunas partes un tanto pequeñas, muestran la sencillez con que los monjes de la orden de San Juan de Dios dispusieron para el más importante hospital de la Nueva Vizcaya.

En una pequeña parte el hospital fundado desde finales del siglo XVI y reconstruido a fines del siglo XVIII, se alcanzó a levantar una segunda planta. Las escaleras de cantera con gruesos pasamanos del mismo material, han sobrevivido al paso del tiempo.

Increíblemente algunas vigas de marca forjadas a mano por la hachuela de expertos maestros carpinteros, aún se conservan. Usted podrá reconocerlas por dos pequeños y largos canales que recorren toda la viga a lo largo, secreto tan sencillo de los artesanos de entonces que impedía que la viga se torciera o deformara por el efecto de la humedad en tanto era colocada.

El antiguo teatro del hospital, ahora convertido en aula, es sin duda el teatro de la ciudad más antiguo que se conserva. Desde este lugar se trabajó intensamente en la conquista espiritual por los juaninos.

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BARROCO

UN PORTÓN CON HISTORIA

Por la parte exterior del edificio se puede admirar la bien conservada portada original de la reconstrucción del siglo XVIII, se trata de una bellísima talla barroca, con su gran portón de encino.

Por alguna razón inexplicable, esta majestuosa puerta permanece permanentemente cerrada, aún convertida en traspuesta de la Escuela “Alberto M. Alvarado” no ha perdido su dignidad y esplendor.

Para los muy curiosos podrá reconocer en la parte superior del portón una bien labrada y trabajada ventana también del más puro estilo Barroco, con sus forjas de fierro sevillano. En la parte superior. La portada conserva una antigua inscripción en cantera, que al estilo de las actuales placas de bronce, da cuenta de la reconstrucción que se hiciera a fines del siglo XVIII del claustro del hospital.

Más arriba podrá admirar el escudo del águila imperial mexicana, que sustituyó luego de la Independencia de México en 1821, al escudo de la familia de los borbones, reyes de España. Si es curioso podrá observar aún restos del emblema del escudo real que enmarcaba esta portada.

TABLA

CÓMO LLEGAR

Ubicación

Si usted desea admirar la belleza de este edificio no dude en visitarlo.

La Escuela “Alberto M. Alvarado” se encuentra en la calle de Juárez casi esquina con Pino Suárez, a una escasa cuadra de la Plaza de Armas.

Puede ser visitada diariamente de las 8:00 a 18:00 horas.

Los fines de semana pida permiso a los veladores, quienes amablemente le permitirán el acceso.

Para conocer la portada principal del antiguo hospital, deberá salir y dar vuelta a la manzana, por la calle de Victoria encontrará la puerta principal del templo y su atrio.

Observe que el atrio se encumbra dividido, por una inconcebible barda. Siga unos pasos más y encontrará otra pequeña puerta, que permite el acceso a la Logia Masónica Guadalupe Victoria, que se encuentra allí mismo, ingrese a esta parte del atrio para tener el paso franco y directo para poder admirar esta bellísima obra de la cantería barroca de Durango.

Anexo al hospital por la calle de Victoria se encuentra el Templo de San Juan de Dios, que daba servicio al hospital. No pierda la oportunidad de conocerlo. En un artículo próximo hablaremos de su historia, su arquitectura y su espléndida pinacoteca.

Escrito en: Escuela, antiguo, calle, siglo

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