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Canatlán, aroma de manzana

Javier Guerrero Romero

Canatlán, “Lugar junto a las aguas” o “Lugar de patos”; según otros autores, se ubica al pie de la Sierra Madre en las amplias planicies conocidas como Valle de Cacaria al norte de Durango. La población fue fundada el 13 de noviembre de 1623 por el franciscano Fray Diego de Espinoza. En 1651, en que se concluyó la parroquia, se hicieron traer imágenes de bulto para su culto. La población gracias a sus fértiles tierras y su ubicación privilegiada en el paso a las minas del norte, pronto alcanzó un importante desarrollo, lo que propició que se levantaran numerosas haciendas agrícolas y ganaderas en sus alrededores, muchas de las cuales aún se conservan.

A DÓNDE IR; QUÉ CONOCER

Templo de San Diego de Alcalá. Este templo, levantado en el siglo XX, ocupa el lugar donde se edificara la primera misión de San Diego de Alcalá. Observe la curiosa disposición de la torre al centro de la fachada. En su interior no deje de admirar la excelente imagen de San Diego de Alcalá en el altar mayor. A un lado podrá conocer la imagen de bulto de San Luis Bátiz, santo mexicano que fuera párroco de esta iglesia. Igualmente no deje de admirar la extraordinaria imagen de bulto de San Francisco ubicada en un pequeño nicho de la nave principal, así como la espléndida imagen de Nuestra Señora del Carmen ubicada en uno de los altares laterales.

Barrio de Los 30 Viejos. Ubicado junto a la ladera del cerro al sur de la plaza, es uno de los barrios de mayor tradición. Llamado así por que allí se asentaron las familias de los primeros pobladores que ayudaron en la construcción de la parroquia en el siglo XVII. Desde la plaza principal, suba por el callejón del resbalón y justo antes de llegar al Monumento a la Bandera doble a la izquierda y allí llegará al antiguo barrio de Los 30 Viejos. En algunas casas como la ubicada en la calle Zaragoza y Presidio, encontrará además algunas pequeñas inscripciones en cantera, conocidas como retablos de venganza, colocados para honrar a personas que fueron arteramente asesinadas. En ese mismo lugar podrá observar los restos de una de las antiguas cajas de agua de la población.

Museo Comunitario. Anexo a la Biblioteca Pública se ubica en la esquina de la calle Presidio y Profa. Soledad Álvarez, allí mismo se levanta un monumento, de muy mala factura, en el límite del barrio de Los 30 Viejos. En el museo podrá conocer interesantes piezas y objetos históricos de la región, así como algunas de sus tradiciones alrededor de la industria de la manzana, fuente de su economía.

Cerro del Garbanzo. En su cima a unos 100 metros sobre el nivel del valle, se encuentra una gran escultura del Cristo de la Paz, con los brazos extendidos, como protegiendo a los pueblos levantados a sus pies. Este lugar es un mirador escénico del valle desde donde se pueden apreciar en su magnitud las extensas huertas de manzana. El Cristo, de 12 metros de altura, esta protegido con 12 columnas a su espalda, mismas que simbolizan los doce apóstoles.

Templo de San Jerónimo de la Sauceda. Forma parte del conjunto de la antigua hacienda que administrara la Compañía de Jesús en el siglo XVIII. El conjunto de templo y hacienda muestra la riqueza e importancia que tuvo esta región. En el interior no deje de admirar la imagen de San Jerónimo, doctor de la iglesia que se encuentra en el altar mayor, acompañado de las imágenes de San José y la Inmaculada Concepción. En el altar lateral, podrá encontrar el nicho reservado para la imagen itinerante del Divino Pastor, que desde el siglo XVII visita las iglesias y parroquias de la diócesis, y llega a éste, su santuario, para las celebraciones de su festividad en la primera semana de marzo de cada año. Permanece en el altar la imagen de San Isidro Labrador y un pequeño Cristo de pasta de caña. Destaca en esta capilla el magnífico óleo del siglo XVII de la crucifixión de Cristo. No deje de admirar la pequeña imagen estofada de Santa Bárbara, que seguramente formó parte de un retablo en madera, y que ahora se encuentra colocada en la nave principal sobre la tumba de Francisco Irazoqui.

Templo de Santa Lucía. Este templo que formó parte de una antigua hacienda ahora en ruinas, muestra la riqueza y esplendor de las fincas agrícolas y ganaderas del valle de Cacaria. La iglesia construida como capilla privada, tiene una puerta lateral, a la manera de los templos de monjas, pero que en este caso fue realizada para dar acceso a la población sin necesidad de penetrar al interior de la hacienda. En el altar mayor se conserva la imagen de Santa Lucía. No deje de admirar, en uno de los altares, la pequeña imagen del Señor de los Afligidos.

San José de Gracia. Esta pequeña capilla de origen franciscano, posiblemente sea el edificio religioso más antiguo que se conserva en la región, su estructura y grandes contrafuertes hablan de una iglesia construida a principios del siglo XVIII ó fines del XVII. Fue restaurada hace unos quince años. Por ubicarse fuera de la población regularmente está cerrada, pero aun así vale la pena visitarla.

Presa de Caboraca. También llamada de Canoas, su embalse es de 45 millones de metros cúbicos y es la base para los cultivos de la región. En la presa se puede realizar pesca deportiva.

QUÉ COMPRAR

En temporada (agosto-septiembre) a lo largo de la carretera podrá adquirir directamente de las huertas, las deliciosas manzanas rojas, que han hecho famoso a Canatlán.

Los dulces tradicionales de manzana, perón y membrillo, no debe dejar de probarlos, deléitese con el exquisito sabor de las cajetas y conservas en almíbar, o con el suave sabor de los licores de membrillo.

Las artesanías en raíz de nopal, son un trabajo único, propio de este lugar, quedará encantado de la variedad y originalidad de objetos fabricados con la raíz de esta cactácea, desde máscaras, hasta centros de mesa.

TIERRA DE LEYENDAS

Como todas las poblaciones de origen colonial, en su tradición se guardan numerosos relatos y cuentos que se han transmitido a lo largo de generaciones, Canatlán no es la excepción y a través de sus leyendas y relatos nos permite recrear ahora su vida cotidiana. Leyendas como el Caballo Azabache de la Sauceda, o el origen del nombre de los perones, o las míticas relaciones del paseo de las Tres Piedras y el Gigantesco Sapo de las Canteras, son algunos de los relatos que no debe dejar de conocer cuando visite esta maravillosa tierra.

PARA SABER MÁS

Si desea saber más sobre Canatlán, su historia, sus personajes y sus leyendas, es indispensable que adquiera los libros del cronista de la ciudad, don Luis Carvajal Aréchiga. A precios accesibles usted los puede encontrar en la casa del propio cronista (Guerrero 303) a media cuadra del Templo de San Diego, en pleno centro de la ciudad. No deje de leer su ameno y divertido libro Leyendas de Canatlán, ni los Apuntes de Historia de Canatlán.

Si desea una visita por Canatlán y sus alrededores, pregunte a don Luis Carvajal, él le orientará con gusto. En el Templo de San Diego le podrá guiar don Juan González; en el de La Sauceda, pregunte por don “Chilo”.

DÓNDE COMER

En Canatlán existen diversos lugares donde se puede comer con el auténtico sazón de la comida tradicional. En los alrededores de la Plaza de Armas se encuentran varios restaurantes donde se pueden comer platillos de la región. No deje de probar el caldo de res del restaurante Santa Fe, realmente es sabroso.

Frente a la gasolinera de La Sauceda encontrará el restaurante El Español, donde podrá disfrutar de una paella exquisita, abundante y generosamente servida. Tómese su tiempo para degustar cualquiera de los exquisitos platillos españoles que allí se preparan.

CÓMO LLEGAR

Disfrute el paisaje

En el transcurso a este municipio regocíjese de todos los paisajes que rodean el camino.

Canatlán. Siga la carretera panamericana en dirección a Parral. En el kilómetro 55 encontrará la desviación de la carretera federal Francisco Zarco con destino a Santiago Papasquiaro. Siga por ésta, en un tramo de cuatro carriles, por 12 kilómetros más para llegar a Canatlán.

La Sauceda. Entre el kilómetro 11 y 12 justo antes de llegar a Canatlán, antes de llegar a la gasolinera, encontrará la entrada al poblado de San Jerónimo de la Sauceda, que se encuentra a unos metros. Continué por la avenida principal hasta llegar a la Hacienda y Templo que fueran de la Compañía de Jesús.

Santa Lucía. A un kilómetro y medio del entronque de la carretera panamericana encontrará el poblado de Santa Lucía. Para llegar a las ruinas de la ex Hacienda, siga hasta la penúltima calle del poblado y vire dos cuadras a la izquierda.

San José de Gracia. Pasando Santa Lucía, con rumbo a Canatlán, en el kilómetro 4+100, entre las abundantes huertas de manzano, se encuentra a la izquierda una pequeña carretera pavimentada, tome ésta por dos kilómetros y llegará al Templo de San José de Gracia.

Presa de Caboraca. Al llegar a Canatlán continué al centro hasta la señal que indica la salida a Santiago Papasquiaro, siga derecho una cuadra más y dé vuelta a la izquierda en la calle Presidio, siga esta calle derecho y le llevará hasta el camino a la presa, la cual se localiza cuatro kilómetros adelante.

Escrito en: imagen, podrá, deje, llegar

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