DISEÑO | UN NOVEDOSO MATERIAL QUE OFRECE MÁS QUE BELLEZA
Una opción más en la decoración del hogar, que con la ayuda de fibras naturales
remonta a cálidas épocas de antaño
Los orígenes del esparto se remontan a tiempos muy antiguos, pues ya se utilizaba esta fibra vegetal en el año 2000 a.C. En aquella época se realizaban enterramientos con vestido, coraza, escudo y sandalias, utensilios, enseres domésticos y todo de fibra de esparto.
Sin embargo, son los musulmanes los que promueven en el país el gusto por las esteras de esparto, allá por el siglo XI.
Ellos las usaban para protegerse del sol y cubrirse del sol, cubrir el suelo y aislar humedades pavimentos y zócalos. El esparto atenuaba la luz y además era fresco en verano y cálido en invierno. No es de extrañar que los diseños de alfombras mudéjares sigan siendo, hoy en día, de los más valorados. La cuerda de esparto tiene una consistencia sorprendente, pero sobre todo cuando está mojada. Por eso se usaba en los antiguos barcos para izar las velas. Llegó a ser tan valorada que sirvió de moneda de cambio.
procedencia
El esparto es una planta esteparia autóctona de España que se cría silvestre en todas las zonas de monte de secano. No es necesario plantarla ya que la simiente, que es pequeñísima (244.814 semillas en un kilo) prende en la tierra con la única ayuda del viento de junio. Se cría en los cerros, se recoge a mano en agosto y se deja secar durante 21 días. Después se pone en fajos que se majan con un mazo de madera sobre una piedra, tras lo cual se sumerge en agua para que se vaya cociendo (a través de una reacción química natural).
Entonces es el momento en el que puede ser trabajada. Para obtener el hilo con el que se fabrican las alfombras y las esteras hay que ir entrelazando las vetas de esta fibra. La calidad del esparto está en función de su longitud y su grosor. Es una fibra que se confunde fácilmente con el albardín, una planta casi idéntica Se distinguen porque las fibras del albardín son más jugosas y las del esparto más secas.
Los montes ofrecen la materia prima del esparto. Con él se pueden realizar los más diversos objetos, y en el mundo rural desde tiempo inmemorial han sido el sustitutivo de otras materias utilizadas principalmente en el utillaje del agricultor. Se realizaban diversos objetos tales como: albardas, ropones, jáquimas, antojeras, cabestros, lazos, sobrecargas y un sin fin de útiles destinados a las bestias y al trabajo que con éstas se realizaba. En la actualidad las pocas caballerías que quedan utilizan lazos fabricados con cordelería de fibras sintéticas. También ha estado presente en todo lo relacionado con la confección de útiles para la casa de labor, desde el forro de las damajuanas y garrafas hasta los sopladores, espuertas. En definitiva, forma parte del entorno diario del agricultor.
Entero o manchado
Las esteras pueden ser de esparto entero o de esparto machacado. Las primeras, también llamadas de punto de capacho, se realizan con la fibra tal y como sale de la mata, sin tratar ni humedecer.
Son siempre de una pieza y tienen forma redonda. Nunca se realizan de gran tamaño porque tienden a rizarse, ni tampoco en formato cuadrado. Las esteras de esparto machacado son más flexibles y se trabajan en cualquier medida y formato: redondeadas, rectangulares u ovaladas, bastante adaptables.
¿Cómo se trabaja?
El procedimiento consiste en adaptar el diseño elegido (que puede ser muy variado, desde mudéjar o copia del medallón gótico de una catedral, a un barroco con volúmenes) a la medida deseada para la estera.
Se extiende el plano sobre una tabla, y sobre él se clavan unas puntas alrededor de las cuales se va enrollando la fibra. Hay quien compara esta técnica con la de los encajes, pues a medida que se van haciendo pequeños tramos se deber ir cosiendo. Poco a poco, según se va haciendo se van retirando las puntas. Hay tres tipos de grosores de hilo: el más fino es para coser enhebrado en la aguja, el mediano, conocido como dogal o vencejo, sirve para coser los fajos de mies, y el más grueso para hacer el tejido o el género. Algunos hilos se tiñenen en colores claros para adornar las esteras y las alfombras. Se tardan aproximadamente tres horas en hilar un metro cuadrado de estera, y una para tejerlo. Los espartones para cubrir las ventanas tienen tratamiento y características especiales. Están realizados con pleitas, que son unas tiras trenzadas de ente ocho y diez centímetros de ancho, que se van uniendo unas a otras, adaptándose de forma que no se note la unión. La fibra de esparto no se trabaja en color verde natural, sino que se deja secar más de lo habitual para que adquiera un tono dorado más bonito.
¿Dónde se produce?
En general en España, donde se trabaja más con este material.
Los lugares en los que más se trabaja esta fibra vegetal se encuentran, por lógica, en aquellas
regiones en las que se da esta especie: Jaén (Úbeda), Granada, Almería, Murcia (Blanca), Aragón y Navarra (Sesma, Tafalla, Tudela y Estella).
De Andalaucía son muy típicas las esteras, los espartones, la cestería y los limpiabarros, y de Navarra las esteras finas, los capazos para la prensa de aceite, la alpargatería y las ruedas de esparto. En el norte los esparteros han sido tradicionalmente campesinos que trabajaban el esparto en los días libres del invierno en que no podían salir al campo.
En la región murciana se elaboran magníficas esteras de amplio colorido: violeta, naranja, negro viejo, marrón y azul.
El mantenimiento
El uso diario y el sol, son constantes en su desgaste.
El mantenimiento recomendado para el esparto es sencillo. Las esteras deben limpiarse con una escoba, y una vez al mes con la aspiradora. Nunca deben apalearse como se creía antiguamente, pues se destrozan las fibras. Al barrer las esteras de esparto, el polvo y la suciedad quedan en el suelo, por lo que conviene levantarla, siempre que lo permita su
tamaño, y barrerlo.
El principal enemigo de esta
fibra es la humedad, pues se
pudre con relativa facilidad. Sólo se debe utilizar agua para limpiarla en el caso que el color se haya ido perdiendo. Entonces se
puede pasar una fregona húmeda muy escurrida. Este método
endurece las fibras.
Si la estera es de colores, la constante exposición al sol reduce la intensidad de los tonos, por lo que el esparto teñido se recomienda para lugares cubiertos.
En el caso de que la estera
presente manchas se pueden
eliminar con un poco de jabón y una balleta escurrida. Después se seca con un secador de pelo para eliminar lo antes posiblela humedad.
Los rotos y desperfectos pueden mandarse reparar en cualquier
fábrica de alfombras de esparto, aunque se trata de un tratamiento muy poco solicitado debido a su elevado costo.