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GENERAL DOMINGO ARRIETA LEÓN

(Segunda parte)

En febrero de 1913, a causa del asesinato del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, perpetrado por esbirros del Gral. Victoriano Huerta, el día 22 se salió sigilosamente de la ciudad de Durango en compañía de sus hermanos Mariano y Eduardo, y se dirigieron a los municipios de Canelas, Santiago Papasquiaro y Tepehuanes, para levantar tropas con las cuales vengar la muerte de aquellos mandatarios, y para fines del mes de marzo siguiente, contando ya con unos 700 hombres, a los que organizó en una Brigada que denominó “Guadalupe Victoria”, afiliado al constitucionalismo que acaudillaba el Sr. Venustiano Carranza, gobernador del Estado de Coahuila, con el carácter de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, el 27 de ese dicho marzo ocupó la ciudad de Santiago Papasquiaro, Dgo; después de una débil resistencia que le opusieron los vecinos, pues el Jefe Político del lugar, ante la abrumadora superioridad numérica de los atacantes, la abandonó casi sin combatir.

El 20 del siguiente abril, con la Brigada a su mando, se unió con los jefes Calixto Contreras y Orestes Pereyra, que amagaban a la ciudad de Durango, la que estaba guarnecida por unos 600 federales al mando del brigadier Antonio M. Escudero, para atacarla en fuerza.

El 23 por la tarde se inició el ataque rebelde, el cual se continuó por todo el 24 y parte del 25, día en que los revolucionarios tuvieron que suspenderlo, por la llegada a la plaza de un refuerzo de 350 jinetes, la mando del brigadier irregular Jesús José Campos. El 26 por la mañana, los revolucionarios lanzaron un último ataque, pero pronto tuvieron que emprender su retirada, tomando diferentes rumbos. La partida de los hermanos Arrieta se marchó para Canatlán, Dgo; donde en el transcurso de la primera quincena de mayo de ese año, tuvo tres encuentros con la tropa federal de Caballería que fue enviada en su contra, sin que ésta hubiera logrado expulsar de aquella población a los revolucionarios.

Como se consideró que el fracaso en el ataque a Durango fue debido a que no hubo unidad en el mando de los revolucionarios, en ese mes de mayo el ya Gral. Arrieta invitó la jefe rebelde Tomás Urbina a que acaudillara un nuevo ataque a esa plaza y, como éste aceptó, para el 10 del siguiente junio amagaban ya a la ciudad de Durango alrededor de cinco mil hombres de las partidas de los jefes Calixto Contreras, Orestes Pereyra, Domingo y Mariano Arrieta, Sergio y Matías Pazuengo y Tomás Urbina, cuya guarnición federal estaba formada por mil 223 hombres entre permanentes y auxiliares, al mando del brigadier Antonio M. Escudero.

El 17 en la noche se inició el ataque revolucionario y para las nueve de la mañana del día 18, éstos habían conseguido apoderarse del cerro de los Remedios, punto clave de la defensa, obligando a los gobiernistas a evacuar la plaza. Alcanzando este triunfo, Domingo Arrieta quedó en esa plaza de guarnición con una fuerza de 500 hombres con el carácter de Comandante Militar.

Con la captura a sangre y fuego de la capital de Durango, población que ya no pudo recuperar el gobierno huertista en todo el resto de la guerra, puede decirse que los revolucionarios controlaron todo el territorio del estado, así como la cosa pública, pues el Gobernador Provisional nombrado, Ing. Pastor Rouaix, quien tomó posesión de su puesto el 4 del siguiente julio, llevó al estado por una senda de prosperidad y progreso (en esos días, el Gral. Arrieta aprendió a leer y escribir, siendo su maestro el Ing. Rouaix).

Por invitación que le hizo el Gral. Ramón F. Iturbe, para que cooperase en la campaña del estado de Sinaloa, en los últimos días de octubre de 1913 envió a su hermano, el Gral. Mariano Arrieta León, al frente de la 3ª Brigada, quien llegó a los alrededores de la ciudad de Culiacán, Sin; llevando consigo a unos 800 hombres (300 suyos y 500 del Tte. Corl. Miguel V. Laveaga) y quedando bajo las órdenes del Gral. Álvaro Obregón, jefe del Cuerpo del Ejército del Noroeste Constitucionalista, concurrió al ataque y toma de dicha ciudad de Culiacán, del 9 al 14 de noviembre de ese 1913, tocándole atacar a dicha plaza, por el sector comprendido desde la confluencia de los ríos Tamazula y Humaya hasta el Cementerio.

En la madrugada de ese dicho 14 de noviembre, la guarnición federal defensora, que constaba de unos mil hombres de tropa al mando del brigadier Miguel Rodríguez, inició la evacuación, dirigiéndose hacia el Sur, siendo perseguido por los revolucionarios, pero pudo llegar a Mazatlán, Sin; por el lado del mar, pues se embarcó en las barras de Piaxtla, en el cañonero “Morelos”.

Como el Gral. Obregón con su Cuerpo de Ejército, continuó después su avance hacia el Sur, dejando en Sinaloa al Gral. Iturbe con el cargo de Comandante Militar, y éste controlaba todo el estado, excepto el puerto de Mazatlán, el Gral. Mariano Arrieta se regresó con su tropa para Durango.

El Gral. Domingo Arrieta, cooperando con el Gral. Francisco Villa, desde el 24 de marzo al 5 del siguiente abril de 1914, participó en el ataque y toma a viva fuerza de la ciudad de Torreón, Coah; llevando a sus órdenes unos dos mil hombres.

Más tarde, unido al Gral. Pánfilo Natera, jefe de la 1ª División del Centro Constitucionalista, del 9 al 14 de junio de 1914, participó en el infructuoso ataque la ciudad de Zacatecas y días después, bajo las órdenes del Gral. Francisco Villa, jefe de la División del Norte Constitucionalista, del 20 al 23 de ese mismo junio, al segundo ataque y a la toma a sangre y fuego de esta plaza, habiéndole tocado atacar el día 23 al cerro del Crestón Chino y al de la Bufa, en compañía de las fuerzas de los generales Calixto Contreras, Martín Triana, José Carrillo y otros, destrozando en la Villa de Guadalupe a los restos de la guarnición federal defensora, los que pretendieron escapar por ese lado.

Al ocurrir después la escisión revolucionaria, permaneció fiel al Sr. Carranza, emprendiendo en su estado, desde septiembre de 1914 hasta junio de 1916, una activa campaña en contra de las fuerzas villistas que había allí, hasta conseguir expulsarlas de su entidad, habiendo asistido entonces a los siguientes hechos de armas: el 6 de diciembre de 1914 fue atacado el campamento de San José de la Boca, Dgo; lugar inmediato a Tepehuanes, plaza guarnecida por el general villista Petronilo Hernández, con unos 300 hombres, consiguiendo ocuparla después de corta lucha, el día 11 siguiente.

Después de este triunfo, trató de conquistar la población de Santiago Papasquiaro y no obstante que el 14 de ese mismo diciembre derrotó en las rancherías de Corrales y de Pascuales a una columna villista que trató de detener su avance, se vio obligado a replegarse ente el empuje ofensivo de sus adversarios que, al mando del Gral. Tomás Urbina, destacó en su contra el Gral. Villa.

Se refugió en Topia, Dgo; donde esperó el regreso de su hermano Mariano, que había ido al puerto de Veracruz para entrevistarse con el Sr. Carranza y solicitarle algunos implementos de guerra; éste se le incorporó en Agua Caliente, Dgo; el 8 de febrero de 1915, haciéndole entrega de los pertrecho conseguidos.

Como en el año de 1915, el Gral. Villa tuvo que retirar fuerzas de Durango, ante las derrotas que había sufrido en la zona del Bajío y en El Ébano, los hermanos Arrieta aprovecharon la oportunidad y primero se apoderaron de Tepehuanes y, avanzando de triunfo en triunfo, consiguieron entrar victoriosos a la ciudad de Durango el día 13 de agosto.

Pero sólo diez días el Gral. Arrieta estuvo en esta población, pues tuvo que abandonarla al aproximarse una columna villista, que se replegaba hacia el Norte, ante el avance de la División Constitucionalista que mandaba el Gral. Francisco Murguía, que se aproximaba amenazante a la región lagunera.

Al caer la plaza de Torreón, Coah; en poder del jefe constitucionalista y al sentir los villistas que ocupaban a la ciudad de Durango el avance de aquellos constitucionalistas sobre esta población, la evacuaron sin tardanza y los hermanos Arrieta la ocuparon definitivamente en 19 de octubre de ese 1915.

Durante los meses de junio a agosto de 1916, el Gral. Arrieta se opuso al avance de los americanos en la llamada Expedición Punitiva, estableciendo su base de Operaciones, después de los sucesos habidos en Carrizal, Chih; en la haciendo de Bustillos, Chih.

Además, de septiembre a noviembre de ese mismo 1916, combatió a los villistas en el estado de Chihuahua, asistiendo a los hechos de armas siguientes: ataque y toma de la ciudad de Chihuahua, el 16 de septiembre; combates en Río Florido, en San Isidro, en La Concepción y en Santa Rosalía Camargo, Chih; el 30 de octubre; en terrenos del estado de Zacatecas, el 3 de noviembre de ese año derrotó en Los Pinos a los villistas que mandaban los generales Emiliano G. Sarabia y Máximo García. Pasó después al estado de Coahuila, donde asistió al combate de Torreón, el 22 de diciembre de 1916 y a la recuperación de esta plaza el 2 de enero de 1917.

Es de aclarar que en el lapso del 1 de agosto de 1914 al 30 de junio de 1916, desempeñó los cargos de Gobernador Interino y Comandante Militar de su estado natal y, restablecido el orden constitucional, resultó electo Gobernador, cargo que desempeñó del 1 de agosto de 1917 al 24 de mayo de 1920, en que no quiso reconocer al gobierno emanando de la revolución de Agua Prieta, y abandonó la ciudad de Durango en actitud rebelde, manteniéndose levantado en armas hasta el 7 de mayo de 1924, día en que, con 28 hombres montados y armados, se sometió al gobierno federal, quedando entonces fuera del servicio militar, pues no se le reconoció personalidad militar.

El 11 de septiembre de 1927, por acuerdo del presidente, Gral. Plutarco Elías Calles, reingresó al Ejército en su empleo de General de Brigada, el cual gozaba desde el 25 de marzo de 1914, día en que fue ascendido a este grado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y quedó en disponibilidad en la ciudad de Durango, hasta el 11 de agosto de 1944, en que se le concedió el retiro forzoso por edad, con el grado de Divisionario, empleo al que había sido ascendido desde el 16 de noviembre de 1941; en el concepto, de que en los años de 1936 a 1940, desempeñó el cargo de Senador de la República por su estado natal. Después, retirado a la vida privada, murió en la ciudad de Durango el 18 de noviembre de 1962.

De este general se cuenta la siguiente anécdota: en 1917, cuando realizaba su campaña política para Gobernador Constitucional del Estado de Durango sus oponentes trataron de nulificarlo, diciendo que era un iletrado, ataque al que respondió diciendo que en 1910, cuando se lanzó a la Revolución, nadie le preguntó entonces si sabía leer y escribir y que, en cambio, fue reconocido por los demás revolucionarios como Jefe del movimiento maderista en el estado de Durango.

(Fragmento de la obra “Generales de la Revolución”; Sánchez Lamego, Miguel Á; segundo tomo; 1981)

Escrito en: Gral., ciudad, ataque, Arrieta

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