Desde sus orígenes, el cine inglés ha tenido como constante y principal característica el saber encontrar un punto medio entre lo comercial y lo vanguardista, ha sabido colocarse entre el estilo hollywoodense y la forma de hacer cine de más comprometidas (artísticamente hablando) escuelas europeas. Ejemplo de es ello es Hilary and Jackie, o Pasiones compartidas como se tituló en México, cinta de excelente calidad dirigida por Anand Tucker que pasó de noche en las salas, donde una Hilary plena y cotidiana (Rachel Griffiths) y en contraparte una Jackie (Emily Watson) angustiada y obsesiva, hacen la delicia de todo cinéfilo.
El argumento está basado en la vida de dos hermanas dedicadas a la música, principalmente una de ellas, Jacqueline Du Pré, quien hasta el momento ha sido considerada uno de los más grandes prodigios musicales del siglo XX.
En la cita se narra la vida de estas dos hermanas cuando desde su infancia mostraron gran aptitud para tocar, la primera la flauta y la segunda el chelo. Es precisamente esta última Jackie, quien sobresale por su necesidad afectiva y su afán de reconocimiento público. Conforme transcurre el tiempo mientras que Jackie contrae matrimonio con otro genio de la música (el excelso pianista argentino de origen judío, Daniel Barenboim) con el que viaja por todo el mundo ganando múltiples premios y recibiendo el aplauso en cada lugar que se presenta, Hilary se conforma con casarse y convertirse en una madre campirana olvidándose por completo de la música y llevando lo que ella considera una vida placentera.
Conforme transcurre el filme, éste comienza irremediablemente a involucrarnos cada vez más en dos formas de percibir el mundo, donde Jackie (Watson) juega con nuestros sentimientos y nos lleva de la satisfacción a la angustia, y del enojo a la compasión. Por su lado, mientras alcanza la gloria musicalmente hablando, se casa enamorada de un hombre igual de exitoso que comparte su misma profesión y lleva una vida socialmente activa, es tan grande su vacío emocional que nada llega a satisfacerle, llegando al extremo de envidiar no sólo la felicidad de su hermana, sino también a su marido, logrando manipularla para que acepte que compartan el mismo hombre.
Así, que mientras Hilary ha encontrado su destino al formar una familia, la vida de Jackie transcurrirá entre altas y bajas de temperamento (características de muchos de los genios de la música) para finalmente terminar sola, atrapada en un mundo de fantasía que ella misma creó.
Además de la interesante trama, basada en el libro “ Hilary and Jackie”, de Hillary & Pierce Du Pré, esta cinta tiene como principal ingrediente las actuaciones sobresaliente de Rachel Griffiths (que fue nominada al Oscar por este trabajo como Mejor Actriz de Reparto) y sobre todo por la interpretación de Emily Watson como esta gran violonchelista agobiada por la arteriosclerosis, que le valió una segunda nominación al Oscar como Mejor Actriz.
Aunque usted sea amante de las películas de suspenso o ficción, Hilary and Jackie, realizada en 1998, y estrenada en el Festival de Toronto en ese mismo año, es una película que lo dejará totalmente satisfecho. Fue una verdadera lástima el hecho que tan sólo haya durado unos cuantos días en las salas de cine cuando se estrenó, pero por fortuna ya está disponible en video.
Hillary and Jackie es una cinta que transmite pasiones que sin duda, valdría la pena compartir...
Hilary And Jackie (Pasiones Compartidas)
Producción: Andy Paterson y Nicolas Kent
Dirección: Anand Tucker
Guión: Frank Cotrell Boyce (basado en el libro Hilary and Jackie, de Hillary & Pierce Du Pré)
Fotografía: David Jonson
Edición: Martín Walsh
Música: Barrington Pheloung
Intérpretes: Emily Watson, Rachel Griffiths,
James Frain, David Morrisey, Charles Dance y Celia Imrie.