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La interminable espiral de Santa Sabina

Fernando Ramírez Guzmán

Sobreviviente del movimiento roquero nacional de finales de la década de los ochentas, en el que se dieron a conocer grupos como Fobia, La Lupita, Tijuana No, Amantes de Lola, Café Tacuba, Cuca, entre otros, Santa Sabina lanza al mercado su séptima producción discográfica y segunda de manera independiente: Espiral.

Propuesta musical que a lo largo de sus diez cortes devela, no sólo el crecimiento artístico de esta banda liderada por la tapatía Rita Guerrero, sino la continuación de una experimentación en la búsqueda y fusión de diversos ritmos y tonalidades, que tienen como tronco común al jazz y el funky. Trabajo de exploración y de recorrer nuevos senderos que iniciaron con su anterior disco, Mar adentro en la sangre.

La producción de este material corrió a cargo de Gerry Rosado y por el guitarrista del grupo, Alejandro Otaola. Destacan los temas Ecos de la piel, Incierto destino, Plegaria y Humo canción.

La nueva alineación de este grupo mexicano la conforman Alfonso Figueroa, en el bajo, Julio Díaz, batería, Rodrigo Garibay, saxofones y clarinetes, Leonel Pérez, cello, Alejandro Otaola, guitarra y Rita Guerrero, voz. Destaca la ausencia en esta nueva etapa de Juan Sebastián Lach en los teclados, miembro fundador de Santa.

En el principio fue el caos...

Cuatro años tuvieron que picar piedra recorriendo de toquín en toquín el circuito antrero capitalino que tenía en el L.U.C.C. (La última carcajada de la cumbancha), en el Rock Stock y el aún vigente Rockotitlán, sus principales plazas. En 1992 el ex guitarrista de Caifanes, Alejandro Marcovich, les produce su primer disco el homónimo Santa Sabina del que destacan los clásicos Azul casi morado y Chicles. Dos años más tarde aparece el que quizás sea hasta el momento el mejor trabajo del grupo, Símbolos, producido por Adrian Belew antiguo integrante de King Crimson, sobresalen los temas Miedo y Vampiro.

Babel (1996) marca una nueva etapa en la historia de Santa Sabina, sale del grupo Pablo Valero y lo reemplaza Alejandro Otaola, además de que deja de participar la escritora Adriana Díaz Enciso (quién se vuelve a incorporar en Espiral) autora de varias de las letras en los primeros dos discos. En lo musical esta producción que corrió a cargo de Pedro Aznar evidenciaba un viraje hacia otras direcciones poco frecuentadas por el grupo.

Posteriormente, aparecerían el Santa Sabina Acústico (grabado en el bar El hábito, de Coyoacán) y el Unplugged de la serie producida por MTV Latino. Además está la recopilación que BMG realizó y sacó a la venta sin la autorización del grupo Lo mejor de... Santa Sabina.

Liberados del contrato con su casa disquera, con la que tuvieron no pocas diferencias en todos los planos, el grupo produce en colaboración con Benny Ibarra de Llano Mar adentro en la sangre, disco que además distribuyeron, vendieron y promocionaron por su cuenta.

Hoy en día y con su álbum Espiral, en el que se entrelazan lo acústico y lo electrónico, Santa Sabina ofrece una opción diferente y seria de un rock nacional, preocupado hoy en día, tal pareciera, a sonar cada vez más a cumbia.

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Escrito en: Santa, Sabina, grupo, Alejandro

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