Ciudad de México (Agencias).- Nadie como Hugo Argüelles supo manejar en el lenguaje escénico el humor negro sobre los problemas de la vida cotidiana, particularmente de la sociedad mexicana. Sólo él pudo trasladar al arte una dualidad universal: Eros y Tánatos.
Pocos como él se adentraron en el universo femenino para comprenderlo, ninguno como el veracruzano dedicó gran parte de su tiempo a la formación de nuevas generaciones de dramaturgos, sólo los amigos conocían su gran bondad escondida tras esa personalidad altiva y avasalladora que siempre lo caracterizó.
SE CIERRA EL TELÓN
Así recuerdan dramaturgos y directores de escena mexicanos al maestro Argüelles, cuya vida se extinguió el pasado 24 de diciembre a los 71 años de edad, víctima de un cáncer que le aquejaba desde hace años.
Pero la comunidad teatral pierde no sólo al "maestro del humor negro", como se le solía llamar, también a un gran amigo, que siempre mostró generosidad con sus compañeros.
El mejor homenaje para un hombre con más de cuatro décadas de trayectoria sólo puede ser uno, coinciden los entrevistados: mantenerlo vivo a través del montaje de sus obras, siendo las más reconocidas Los Cuervos Están de Luto, Doña Macabra, Las Pirañas Aman en Cuaresma y La Primavera de los Escorpiones.
Hoy, el nombre de Hugo Argüelles Cano ha quedado grabado en una lápida de los Mausoleos del Ángel, donde fueron depositadas sus cenizas desde ayer, y será recordado por aquellos que en algún momento sonrieron con su legado teatral, cinematográfico y televisivo que le valió infinidad de reconocimientos como el Premio Juan Ruiz de Alarcón, de la Asociación de Críticos de Teatro, el Premio Nacional de Teatro y el Premio Bellas Artes.
CONSTERNACIÓN EN EL GREMIO
Héctor Mendoza (dramaturgo y director teatral): “Fue un hombre muy importante en la cronología teatral mexicana. Sólo él siguió una corriente distinta, nadie se internó en esa veta de ver el mundo de una forma tan tremendista. Su gran cualidad fue su estilo único”.
Juan José Gurrola (director teatral): “Su obra perdurará en la dramaturgia mexicana. Su gran aporte es que tuvo una visión muy bizarra y extraña. En sus obras vemos que hay elementos de fantasía muy propias de él y que se desprenden de otras dramaturgias mexicanas”.
José Solé (director teatral): “Creo que lo más importante es que fue maestro de gran número de personajes de varias generaciones. Era un hombre con mucho sentido del humor, pero humor negro, era sarcástico. Lo estimo mucho porque tuve la oportunidad de estrenar una obra suya en Cuba hace 30 años”.
Enrique Singer (coordinador nacional de Teatro): “Como dramaturgo me llamó la atención que tuvo una gran capacidad de crear mundos distintos. La gente lo conoce por su humor negro, pero creo que éste fue un vehículo para sacar su propio dolor y para entender mejor a los personajes, sobre todo los femeninos (donde más escarbó fue en los personajes de mujeres).
TALENTO
HOMENAJE PÓSTUMO
Hugo Argüelles, el hombre que jugó con la muerte y supo hacer de ella su medio de vida en la expresión, fueron las palabras definitorias que el actor Germán Robles subrayó ayer en el Foro Teatral, durante un emotivo homenaje póstumo al dramaturgo.
Añadió: "orgulloso, fortachón, presumido y definitivo en todos sus conceptos, porque todo lo decía como tenía que ser, sin poner punto en nada, definitivo hasta en su entrega con la muerte".
En nombre de Víctor Hugo Rascón Banda, titular de la Sogem, Rafael Ramírez Heredia habló de la parte festiva de los textos de Argüelles al abordar el tema de la vida, reflejada en la algarabía de la gente, como se acostumbra en Coyoacán.
Las cenizas del dramaturgo serán depositadas, una parte en una cripta de la Sogem y la otra parte se llevarán al puerto de Veracruz, en su tierra natal, para ser esparcidas en el mar, como fue su voluntad.