ESTE 2003 TAMPOCO ha resultado nada sencillo para la exhibición cinematográfica. Es más, se puede decir que después de siete años de crecimiento continuo, se estima que el número de boletos vendidos en el país se situará en unos 135 millones, lo que reflejará una baja del 12 por ciento con respecto al 2002.
Lo sucedido aquí tiene su propia explicación, más allá de que la caída de la audiencia cinematográfica fue un sinónimo en el mundo este año. EU bajará cinco por ciento, Canadá 2.5 por ciento, España nueve por ciento e incluso Inglaterra y Alemania, como fiel reflejo de la difícil situación económica.
No es desconocida la caída del empleo que se ha presentado en México, así como la pérdida del poder de compra. También se puede mencionar la piratería que ya no sólo afecta a la industria del video; el incremento de un peso a la taquilla que se destina para la promoción del cine mexicano y que se piramida en el costo, así como un producto fílmico poco atractivo. Quizá la más taquillera fue “Buscando a Nemo”, lejos del “Hombre Araña” que fue el éxito del 2002. En cine nacional la que más atrajo público fue “Nicotina” pero a una gran distancia también del “Crimen del Padre Amaro”.
Aun así dada la competencia que se vive en ese negocio desde los noventa, la inversión en salas no se ha detenido. Este año cerrará en algo así como 120 millones de dólares para llegar a tres mil 200 pantallas en unos 495 complejos.
Una de las firmas protagónicas en este cambio que se ha dado en el negocio de la exhibición es Cinemex que dirige Miguel Ángel Dávila. Como se sabe, este grupo fue adquirido en julio del 2002 por el conglomerado canadiense Onex y el fondo de inversión Oaktree, en una operación valuada en 300 millones de dólares.
Los fundadores de Cinemex lograron encontrar una ventana de oportunidad para vender no obstante la severa crisis que vivió la industria de exhibición en EU en el 2000 y que apabulló por un tiempo los múltiples de valuación de las compañías, empujando también a la consolidación de muchos grupos.
Como es público el proyecto de Cinemex surgió en Harvard. Adolfo Fastlicht, Miguel Ángel Dávila y Matthew Heyman lo trabajaron para obtener el MBA. Se aprovechó la eliminación del control de precios y del contenido obligatorio de cine mexicano en las pantallas. De hecho se modificó la Ley Federal de Cinematografía vigente de los cuarenta.
Los jóvenes estudiantes que asumieron el 35 por ciento de las acciones lograron además convencer al JP Morgan de invertir con ellos con el 40 por ciento del capital, junto con JMB Realty que se quedó con el 25 por ciento. El financiamiento total fue de 21.5 millones de dólares.
Fue en 1997 cuando se incorpora además la australiana Hoyts Cinemas. Con su aportación asumieron el 30 por ciento y JP Morgan se diluyó al 25 por ciento, JMB al 15 y los creadores del concepto al 30 por ciento.
Cinemex inició en Altavista en 1995. Unos meses después se expandió a Santa Fe, complejo que los terminó por posicionar. Sin embargo, no fue fácil. Hubo que superar el escenario postdevaluatorio del “error de diciembre”, aunque estaba a su favor un mercado de exhibición que iba en picada.
Su estrategia se sustentó en ofrecer la mejor tecnología con la mayor calidad posible de servicio. Fueron los primeros en incorporar dulces a granel, carritos con palomitas y refrescos en las salas, boletajes por teléfono y luego por Internet, cajeros para adquirir boletos. Con algunas alianzas comerciales lograron consolidar pronto su imagen y su marca.
Ciertamente su plan original orientado a atacar todo el país se modificó. Dada
la circunstancia optaron
por concentrarse en la Ciudad de México que ya de suyo representaba más de un tercio de la taquilla.
Hoy Cinemex es sin lugar a dudas el líder en la capital con el 48 por ciento del mercado. Posee 380 pantallas que lo sitúan con el 12 por ciento a nivel país y tiene el 19 por ciento de la asistencia, sólo superado por Grupo Ramírez de Enrique Ramírez.
Son ya 34 complejos los que operan, pero ya está en marcha la obra de 12 más con 60 pantallas adicionales. En Tenayuca arrancarán en enero y posteriormente en Ixtapaluca e Izcalli. Lo más interesante es que a partir del 2004 comenzarán a crecer por primera vez fuera del DF. En su mira por lo pronto están Guadalajara y Puebla, pero se evalúan otras plazas para lo que hay ya el compromiso de los socios de inyectar el capital necesario para expandirse en esa dirección. En el 2005 justo cuando cumplan diez años se habrán consolidado como una firma que tenga presencia nacional.
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HOY TENDRÍAN QUE interconectarse las empresas de telefonía celular para ofrecer por primera vez entre ellas el envío de mensajes cortos, los famosos short messages services (SMS). Y es que justo en este día vence el plazo que estableció la Cofetel que encabeza Jorge Arredondo para activar esa modalidad, aunque como servicio público conmutado. Como ya le informé aquí Telcel de Daniel Hajj, Iusacell que lleva Gustavo Guzmán y Unefon comandada por Adrián Steckel establecieron un acuerdo comercial para cumplir, pero como servicio de valor agregado. La diferencia está en una serie de derechos que generaría la interconexión y que las telefónicas consideran injustificado pagar. Hablamos de gravámenes que afectarían entre cinco y siete por ciento los ingresos. De ahí que ya se impugnara la determinación adoptada por Cofetel, para su revisión. Claro que en el ínter, en lo que se resuelve, había el riesgo de que otra vez se retrasara la entrada en vigor de los SMS, el cual sólo se puede utilizar entre usuarios de una misma compañía. De ahí que hace unos días en la SCT y con la presencia del titular de esa dependencia Pedro Cerisola y del subsecretario Jorge Álvarez Hoth se optara en un gesto de buena voluntad de ofrecer el servicio en el plazo establecido por Cofetel, más allá de lo que legalmente se decida. En esta discusión por supuesto que tendrá mucho que ver la SHCP que encabeza Francisco Gil Díaz, quien deber revisar los argumentos básicamente de Telcel y Iusacell, ya que por el tipo de frecuencia que obtuvo en su momento Unefon la repercusión de derechos no le atañe. Así que habrá que ver si se cumple, con lo que más allá de lo jurídico el usuario finalmente accederá a una opción que es ya moneda común desde hace mucho tiempo en otras latitudes.
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ANTES DE QUE concluya la próxima semana la CFC que encabeza Fernando Sánchez Ugarte emitirá su resolución con respecto a la formación de una nueva entidad mediante la cual Comercial Mexicana de Carlos González Zabalegui, Gigante de Ángel Losada y Soriana que preside Francisco Javier Martín Bringas realizarán sus compras al mayoreo. La entidad se denomina Sinergia de Autoservicios. Se trata de una medida para lograr mayores eficiencias y de esta manera hacerle frente a Wal-Mart que preside Cesáreo Fernández. El punto de la compras consolidadas pudiera ser el tema más difícil, pero se cree que aun así no debería haber ningún problema para obtener el aval.
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COMO ES PÚBLICO, el periodista José Gutiérrez Vivó hace gestiones en este momento en España con el Grupo Prisa de Jesús Polanco para establecer un arreglo que permita incorporar a Monitor en Radiópolis que encabeza Raúl Rodríguez. De acuerdo con su plan, se pretendería también una alianza con el grupo español dueño de El País, que pudiera beneficiar el nuevo periódico que saldría también como Monitor en sustitución de El Heraldo de la mano con Juan Antonio Pérez Simón. Aparentemente Televisa de Emilio Azcárraga no lo vería con tan malos ojos, pero la voz cantante en el tema la llevan los hispanos. Para Gutiérrez Vivó parece que el tiempo apremia ya que una vez que se conozca el laudo de la controversia con Radio Centro de Francisco Aguirre, inmediatamente entraría en vigor un acuerdo de rescisión de contrato solicitado por las partes. La sentencia está próxima a emitirse,
lo que significaría la inmediata salida del aire de Monitor. Radio Centro ya tiene todo listo para sustituirlo casi a la brevedad.
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Y YA QUE hablamos de medios, fíjese que los periodistas Javier Solórzano y Carmen Aristegui regresan a MVS de Joaquín Vargas. Ayer habrían cerrado la negociación para iniciar en enero un nuevo programa nocturno a través del Canal 52 de esta empresa. En las gestiones participó también Alberto Enis. Tanto a Solórzano como a Aristegui se les vence el contrato con Radiópolis en unos días. Ya negocian su estadía en esa empresa, aunque una condicionante estaría en que los convenios se pacten individualmente y no en forma global, como pretende la pareja.
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