TEPEHUANES, DGO.- Del 20 al 25 de noviembre se lleva a cabo la fiesta religiosa en honor de Santa Catarina de Tepehuanes, en la cabecera municipal, la cual por su importancia adquiere rango de feria regional, aun por encima de la recién instituida feria de la fundación en el mes de julio.
La fiesta patronal tiene además del tradicional festejo religioso los atractivos de la feria como son eventos culturales, deportivos, comercio, peleas de gallos y carreras de caballos.
Por muchos años, esta fiesta fue la que marcó el festejo del aniversario de fundación de Tepehuanes; fue hasta hace apenas unos cuatro años que se estableció una nueva celebración de fundación, que es el 16 de julio. Sin embargo, la fiesta religiosa en honor de la patrona tiene más arraigo entre los habitantes.
Otro de los rasgos dignos de señalar es que en el municipio de Tepehuanes hay más fiestas religiosas que adquieren su propia fuerza, como son las que se hacen en la localidad de San José de la Boca. Se realiza la fiesta patronal del 15 al 19 de marzo en honor del Señor San José, tradicional feria a la que asisten visitantes de toda la región y un buen número de paisanos.
De igual forma, en las diferentes comunidades se realizan celebraciones anuales en honor del patrón del lugar, entre las que destacan la celebración de La Purísima Concepción el 8 de diciembre en la comunidad de La Purísima; la de San Nicolás el 10 de septiembre en Presidios; El Sagrado Corazón de Jesús en Carreras y las fiestas en honor de la Santísima Virgen de Guadalupe que de manera general se realizan en todo el municipio el 12 de diciembre.
Se conservan tradiciones importantes para la comunidad. En el aspecto religioso año con año se lleva a cabo la celebración de la Semana Santa o Semana Mayor con la realización del Viacrucis representado por jóvenes de las comunidades, respetando el tradicional ayuno y cocinando en los hogares platillos típicos como son capirotada, chuales, maíz crudo y tenayuques.
En este mismo sentido se festejan el Día de los Santos y Fieles Difuntos, fecha en que se acude a los panteones a arreglar las tumbas de los seres queridos que han fallecido y a depositarles flores; el día de San Juan, en el que se sale a las calles con cubetas en mano bañando a todos los transeúntes; y la Navidad que se celebra con las tradicionales posadas que se realizan por las calles de las comunidades.
RESEÑA HISTÓRICA
Al llegar los españoles a estas tierras encontraron una tribu numerosa conocida como la gran nación tepehuana en la vertiente oriental de la Sierra Madre, colindando por el sur con parte de los estados de Sinaloa y Nayarit, por el oeste con las regiones de los Acaxees y Xiximies, por el norte con la Sierra de los Tarahumaras, y por el este enclavada en el estado de Durango; su extensión era una de las mayores de aquellas circunscripciones, pues iba desde el ahora Cocotlán, pueblo de Jalisco, hasta las cercanías de Parral, en el estado de Coahuila, y abarcaba parte del de Chihuahua.
Los tepehuanos eran practicantes del canibalismo ritual y fieros con sus enemigos. Hablantes de un idioma o dialecto opata pima, del tronco Huto o Yuto-Azteca; el mismo padre Jerónimo Ramírez escribía que daba por barato todas las lenguas que sabía por la tepehuana y a todos los demás indios por los tepehuanos.
La capital de la nación tepehuana recibió el nombre Ubamari en honor de un rey tepehuano, que según la leyenda se distinguió por su espíritu de conquista llevando la guerra a muchos pueblos vecinos, venciéndolos e imponiéndoles tributo, quien con el tiempo se hizo un ídolo de piedra de cinco palmos de alto, con cabeza, figurando la de un hombre y el resto como una columna, teniendo en la base un caracol de extraña sonoridad.
En 1597 llegó hasta estas tierras el padre jesuita fray Jerónimo Ramírez, quien vino por el noroeste del estado de Durango con la encomienda de fundar misiones donde se evangelizara a los indios que habitaban la región.
Con bastantes dificultades y ayudado por una india tepehuana, logró convencer a los indios para que se establecieran en el recodo que forma el relieve con el río Tepehuanes donde se encuentra actualmente el templo que simboliza la fundación y es así como el 16 de julio de 1597 se fundó la misión de Santa Catarina de Tepehuanes, que más tarde sería la base del municipio de Tepehuanes.
Tomando esta fecha, el municipio determinó festejar su fundación del 16 al 31 de julio, donde se lleva a cabo en la cabecera municipal, mediante importantes actividades sociales, culturales, deportivas y comerciales, el festejo de la fundación de Tepehuanes.
LA REBELIÓN DE 1616
Aun cuando los españoles fueron bien recibidos por los conquistados, no cabe duda que su necesidad de enriquecimiento y poder los llevó a considerarse una raza superior, tanto por el color de la piel, como por la fuerza de las armas, y sojuzgando y esclavizando a los indígenas para servicio propio.
Diecinueve años después de fundada la misión tepehuana y a principios del siglo XVII, se desarrolló la rebelión de los tepehuanos, guiada por el violento hechicero Quautlatlas que llevó al martirio a varios sacerdotes, además de 70 esclavos negros, 200 españoles de toda edad y condición, sin contar a la infinidad de convertidos que abrazados a su fe prefirieron la muerte antes que renegar de sus nuevas creencias.
Para el siglo XIX, Tepehuanes formaba parte del partido de Santiago Papasquiaro, que comprendía además los municipios de Guanaceví, Victoria, Otáez y Santiago Papasquiaro.
Se formó como municipio libre al desaparecer las jefaturas políticas en 1917, siendo su primer presidente municipal Félix López.
A principios del siglo XX, inicia la Revolución Mexicana que alcanzó hasta los lugares más recónditos de la patria. En este sentido, Tepehuanes no permaneció al margen de ésta, siendo escenario de varios enfrentamientos entre revolucionarios y federales.
En marzo de 1918, el general Francisco Villa atacó la cabecera municipal en un intento por abordar un tren que lo llevaría a dar un golpe de gracia sobre la capital del estado; la plaza fue defendida valientemente por el general Miguel Aguirre González, impidiéndole cumplir su objetivo.
Otro episodio fue protagonizado por el general Francisco Murguía, originario de Zacatecas, quien había sido desterrado al extranjero por sus ideales contrarios al entonces presidente de México, general Álvaro Obregón. Aun así inició un levantamiento en el norte del país y fue derrotado en Chihuahua, huyó por el Pacífico y llegó a Tepehuanes, refugiándose en el templo de Santa Catarina, asilado en la Sacristía por el Padre Justo B. Cázarez. Fue traicionado y denunciado a las autoridades el 31 de octubre de 1922, fecha en que fue hecho preso en el mismo templo.
Al general Murguía se le formó Consejo de Guerra y arbitrariamente se le condenó a muerte por fusilamiento para el día 1 de noviembre de 1922 a las 10 horas. La orden se cumplió en los patios de la estación de ferrocarriles, no obstante haber llegado el indulto otorgado por el general Francisco R. Serrano, cumpliéndose así la consigna dictada por el general Obregón de dar muerte a uno de sus principales opositores.
RECURSOS NATURALES
En el municipio existen recursos mineros, cuya explotación la realizan importantes compañías como la Peñoles, que aprovechan los siguientes metales: oro, plata, plomo, estaño, zinc, mercurio, entre otros. Las minas más importantes son: La Tovar, Mina Grande y La Esperanza.
En cuanto a los recursos forestales, el 52.26 por ciento de la superficie total municipal 3,345.95 kilómetros cuadrados se clasifica con grado de uso industrial con vegetación de especies maderables.
Las tierras aptas para uso forestal doméstico comprenden una superficie de 1,500.14 kilómetros cuadrados, la cual representa el 23.43 por ciento de la superficie total municipal.
Con relación a tierras aptas para el uso forestal comercial, éstas cubren una superficie de mil 079.25 kilómetros cuadrados, que representan el 16.85 por ciento de la superficie total municipal.
El resto de la superficie municipal se clasifica como tierras no aptas para el uso forestal y ascienden a 671.56 kilómetros cuadrados, que representan el 10.49 por ciento del total municipal.
DEMOGRaFíA NEGATIVA
Según el Conteo de Población y Vivienda 1995, el número de habitantes en el municipio es de 13 mil 588. En términos generales, Tepehuanes ha registrado variaciones significativas en el periodo comprendido entre 1950 y 1990. La tendencia de crecimiento de la población en este periodo, en términos generales, ha sido negativa, lo cual se ha manifestado en una disminución de la misma.
De 1990 a 1995 se tuvo una tasa de crecimiento decreciente en menos 1.67 por ciento. Este comportamiento no corresponde con el observado en el ámbito estatal, en donde el crecimiento de la población ha sido positivo y constante.
Las proyecciones de la población para el 2010 son que tendrá menos población. Si en el 2000 había 12 mil 491, se estima que al término de la primera década del siglo XXI sólo tendrá 10 mil 555 habitantes.
ACTIVIDAD ECONÓMICA
En la agricultura el municipio de Tepehuanes ha disminuido de una manera importante. Esto es apreciable al observar los resultados de la superficie sembrada en los últimos años.
Un aspecto que ha contribuido en gran medida a la disminución de la actividad del campo en el municipio es el fenómeno migratorio, sobre todo de la población joven en edad de trabajar, que dadas las condiciones tan precarias del subsector abandonan el campo para buscar mejores alternativas.
Los principales cultivos de las unidades de producción agrícola son: maíz, avena forrajera, frijol y papa, y en menor escala cebada y trigo, mientras que los cultivos perennes principales son alfalfa y praderas.