LONDRES, Inglaterra (Agencias).- El británico Tim Henman logró por novena vez en su carrera los cuartos de final de Wimbledon, al vencer al australiano Mark Philippoussis, finalista el pasado año por 6-2, 7-5, 6-7 (3) y 7-6 (5).
El jugador de Oxford necesitó cinco puntos de partido para imponerse a “Scud” ante el delirio de los casi 14 mil espectadores que llenaron la central y que no cesaron de apoyarle, incluso cuando Henman desperdició dos puntos para rematar su victoria en el octavo juego del tercer set (5-2).
Philippoussis, que conectó 22 “aces”, los mismos que Henman, y uno de ellos a 217.2 kilómetros por hora, se sintió perjudicado por una polémica decisión en una bola en el undécimo juego de la primera manga que le costó su saque, y mantuvo una dura conversación con el juez de silla español Enric Molina. Henman sirvió a continuación para hacerse con este parcial.
Pero los momentos más emotivos llegaron en el desempate del cuarto set, cuando Henman volvió a la carga y dispuso de tres nuevas oportunidades para liquidar el encuentro. Philippoussis salvó de nuevo dos, pero no pudo con la tercera y su resto de revés se marchó fuera.
Henman luchará en cuartos contra el croata Mario Ancic, que derrotó al belga Xavier Malisse por 7-5, 3-1 y abandonó, debido a una lesión en la espalda.
Davenport
y Sharapova avanzan
La estadounidense Lindsay Davenport venció a Vera Zvonareva y avanzó a los cuartos de final de Wimbledon, junto con la rusa María Sharapova, que derrotó a Amy Frazier en dos sets.
En tanto, la italiana Silvia Farina Elia, 14 favorita, eliminó a Virginia Ruano Pascual por 2-6, 6-4 y 7-5 en dos horas y 19 minutos, en la tercera ronda, poniendo fin a la representación femenina española en este torneo.
También ayer, la francesa Tatiana Golovin se clasificó para los octavos de final al vencer a la suiza Emmanuelle Gagliardi, por 6-3, 2-6 y 6-3. Será la rival de la estadounidense y defensora del título, Serena Williams (1).
La rusa Maria Sharapova y la croata Karolina Sprem, de 17 y 19 años, respectivamente, dos jugadoras no habituales en las últimas rondas de los cuadros del Grand Slam, se abrieron paso y clasificaron para los cuartos de final de Wimbledon, su mejor resultado en un grande.