Redacción Kiosko
Fotos: Agencias
El Siglo de Durango
Para gusto de los fanáticos de las historia de superhéroes este día se transmitirá por Canal 7 a las 8:00 de la noche.
El Protegido no es una película que entusiasmará a las masas. De hecho, cualquiera que desee ver una especie de El Sexto Sentido 2, mejor sería que se lo pensase dos veces antes de verla. Es cierto que el director y guionista, M. Night Shyamalan, sigue el mismo esquema de la película que lo dio a conocer pero desde el punto de vista temático son completamente distintas.
Puede que a muchos les exaspere la lentitud con la que transcurre la película, pero no se debería olvidar las excelencias de un producto bien pensado en el que, no como en El Sexto Sentido, todas las piezas encajan a la perfección. Su media hora final es magnífica, y los minutos en los cuales se conoce la revelación de la película, portentoso, puesto que uno, aún habiéndolo intuido, sonríe pensando: «es verdad, es lógico» (dentro, eso sí, de tan imaginaria propuesta). Qué bonito homenaje, pues, a tan elogiable mundo de la literatura hecha dibujos.
Si encima todo ello se presenta con personajes creíbles, que tienen unas vidas en las que sufren y ríen, como cualquier mortal, tanto mejor (aunque que nadie espere encontrar una relación tan bien llevada como la de la madre y su hijo en El Sexto Sentido).
Si hay algo que queda bien claro tras visionar El Protegido, es el imenso talento de su realizador.
Los actores están muy correctos; la interpretación de Bruce Willis no produce ningún entusiasmo, pero tampoco es para ensañarse con él. Un poco mejor está Robin Wright, aunque el que de verdad causa admiración es Samuel L. Jackson, que está asombroso. Es increíble cómo este actor es capaz de enfrentarse a cualquier personaje, dignificándolo y logrando que se admire profundamente su actuación.
HISTORIA FANTASIOSA
Tan extraño como el caso de Elijah Price (Samuel L. Jackson) es el de David Dunn (Bruce Willis). El primero sufre una rarísima enfermedad ósea que convierte su esqueleto en una estructura fragilísima constantemente susceptible de ser fracturada. El segundo posee una increíble resistencia ante toda suerte de accidentes que lo convierte prácticamente en un caso de auténtica fortuna física andante; de hecho, Dunn, entre otras cosas, es el único superviviente de una catástrofe ferroviaria. Se trata de dos seres humanos en principio tan normales como diametralmente opuestos en sus circunstancias físicas, personales y familiares. Entre ambos se entablará una peculiar relación.
Tras su colaboración conjunta en El Sexto Sentido, era lógico que James Newton Howard repitiera con Shyamalan, pues su anterior trabajo conjunto fue de lo más acertado. Aquí no alcanza la genialidad que por momentos se lograba en aquélla, pero tiene aportaciones especialmente dignas, sobre todo cuando la película se introduce en su parte final, ya que es cuando la simbiosis entre música e imágenes raya la perfección.
Referencias
Datos importantes
*Segunda película de M. Night Shyamalan tras la exitosa El sexto sentido. Al igual que en ésta, donde hacía un cameo interpretando a un médico, aquí encarna a un sospechoso de traficar con droga. *Shyamalan también es el autor del guión, al igual que, del de Stuart little.
*Está protagonizada por el prolífico Bruce Willis, al que, se ha podido ver en El sexto Sentido, Falsas Apariencias, Historia de lo Nuestro y The Kid. Le acompaña el joven de doce años Spencer Treat Clark (Gladiator).
*En el reparto están: Samuel L. Jackson (Reglas de compromiso, Shaft) y Robin Wright (Atrapada entre dos hombres, Mensaje en una botella, Hurlyburly), en un papel que iba a haber sido interpretado por Julianne Moore antes de rechazarlo para participar en Hannibal, la segunda parte de El silencio de los corderos.
*Según Bruce Willis se trata de la primera parte de una futura trilogía, aunque el director no lo ha confirmado.
FUENTE: Agencias.
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Apuntes
Desarrolla estilos
La idea sobre la que se estructura El Protegido, aún siendo original, no resulta plenamente convincente. Y eso que se desarrolla con un particular estilo visual que aleja a Shyamalan del convencionalismo más evidente. Al director le gusta jugar con la profundidad de campo desarrollando interesantes escenas que se alejan considerablemente de las estructuras narrativas más típicas. Además, la estática cadencia con la que están rodadas las principales escenas de acción, que no son muchas pero que desempeñan un papel fundamental en la historia, provocan un paradójica sensación que, cuando menos, resulta bastante estimulante.
Se debe valorar en su justa medida la capacidad del director de hacer creíble lo increíble porque, ¿quién pone en duda tras ver la película que lo que se ofrece como respuesta es lo cierto?. La ausencia de uno de esos manidos finales abiertos, tan típico en este tipo de producciones, cede el terreno a un final cerrado absolutamente increíble que debería ser puesto en duda, lo que provocaría un nuevo replanteamiento de toda la historia al igual que en El Sexto Sentido.