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Estuche... de monerías

José Luis Reyes Gutiérrez Fotos: José Juan Torres Quintanar

¡Oh la la!, la mujer, el mal llamado sexo débil, ésa que Dios creó del costado del hombre, precisamente para que siempre estuviera a su lado, ni adelante, ni atrás, ahora más que nunca en el argot futbolístico ha quedado atrás aquella frase del gran cronista deportivo Ángel Fernández: “Este es el juego del hombre”.

Primero se hicieron futbolistas, ahora son árbitros, Virginia Tovar deslumbró a nivel nacional en Primera División, pero en Durango brilla la gentil sonrisa de Gema Herrera Ontiveros, quien de futbol llanero ha llegado a las pasarelas, hasta llegar a ser la primera fémina que se ha vestido de negro profesionalmente en el estado.

EL CHANTAJE FUE

EL INICIO

En aquella época en que su hermano mayor Dante, de seis años de edad, ella de cinco, la sentenciaba a jugar futbol, ofreciéndole que posteriormente jugarían a las “muñequitas”, nadie imaginó que sería el inicio de su pasión por el balompié, era 1988, se disputaban los Juegos Olímpicos de Seúl, Corea.

“Jugábamos al futbol, pero luego mi hermano me decía estoy cansado, nunca jugamos a las Barbies y si alguna vez lo hizo descabezaba a mis muñecas”, recuerda, mientras hace carita de puchero.

Esta fue la misma historia en la vida de “La Gorda”, como le dicen de cariño en el seno familiar, desde los cinco años de edad hasta los nueve, cuando su consanguíneo comenzó a salir a jugar futbol a las “canchitas”, cerca de la casa donde vivían.

Durante su infancia la “Perla preciosa” estudió natación, gimnasia, siendo en la disciplina acuática donde junto con sus hermanos representaron y pusieron en alto el nombre del Club Tiburones de Tapias, y por supuesto el de su patria chica.

Fueron momentos de gran satisfacción, conquistando primeros lugares en Torreón, Aguascalientes, locamente en la alberca del Club Carlo Mar, entre otros lugares, hasta que por falta de apoyo económico de las autoridades se terminó la magia.

“La natación para mí es una de las cosas que más me gusta, lo que más me decepcionó es no haber asistido al Triatlón de Acapulco por falta de apoyo, pero fue una época muy bonita”, externó con cierta melancolía.

SELECCIONADA

UNIVERSITARIA

Su primer encuentro en el deporte de las patadas con un equipo organizado se dio a la edad de catorce años, cuando cursaba la secundaria.

“Jugamos contra la ETI, nos ganaron 4-1, pero jugué al futbol”, señaló. Fue hasta en 1999, cuando estudiando en la Prepa Diurna decide ingresar al equipo de balompié, con el cual se enfrentarían al equipo del CCH. “Otra vez nos golearon, yo jugaba de media o de delantera”, señaló.

Poco tiempo después, bajo la dirección técnica del “Tuca” Alejandro Espinoza, consiguen el título de la Liga del Instituto Municipal del Deporte, así como cuatro subcampeonatos en la Liga Héctor Salomón Herrera Delgado y dos subcampeonatos en la Liga de Futbol Rápido Valle del Guadiana, esto con la casaquilla del Gapatos.

Pero el año de su consolidación dentro del deporte de las patadas fue cuando ingresó a la licenciatura de Educación Física y Deporte, donde de inmediato fue seleccionada tanto en el balompié veloz como en soccer de la UJED, consiguiendo un cuarto lugar en la Universiada 2003.

“Fue algo muy bonito, hicimos todo por la UJED Giovanna (Barbosa) y yo, en una jugada casi me rompen la nariz, me dieron una patada, era una jugadora de la UACH”, enfatizó.

LOS RECLAMOS,

CUALIDADES

Por el carácter mostrado por Gema ante su “patrón” José Vidales Reveles en la Liga Valle del Guadiana, donde se desempeñaba como secretaria, cada vez que la regañaba por equis cuestión, “El Pelón” le respondía “deberías ser árbitro”; así comienza la inquietud de ser silbante, esto cuando el almanaque señalaba noviembre de 1999.

“Por qué no, un día ‘El Chino’ me da la oportunidad, pero hice un tiempo de seis minutos y marqué un gol que no era, ya no me volvieron a dar juegos”, sonrió.

Un mes después y como encargado del arbitraje local Sergio Herrera, es invitada como asistente a un torneo organizado en los campos Garysa, por lo que de inmediato “El Pelón” Vidales le da un curso exprés de abanderado.

“Me fue muy bien como asistente, estuve junto a Gabriela Favela, quien puede ser la próxima profesional, en este juego fue donde me decidí a ser árbitro”, recalcó.

Pasaron 60 días saliendo como “bandera” para que hiciera su debut como juez central, sería un partido de la Facultad de Contaduría de Administración, era el inicio de la primavera del 2000.

“Me fue muy bien, por lo menos no se pelearon, saqué el partido adelante, como siempre digo si no se pelean es que cuidé bien el partido”, comentó.

Un duelo donde sí se pelearon los jugadores fue cuando le tocó sancionar el duelo de Medics, líder invicto, contra otro que iba a media tabla, los Alacranes de Durango, esto en la Segunda División de la Liga Benito Juárez.

“Tuve que suspender el partido al minuto 89, por pleito, nunca se me olvida, los Alacranes iban goleando a los Medics, algo sorprendente, yo creo que por eso se enojaron porque los Alacranes se motivaron y dieron la sorpresa”, señaló.

Pronto Gema haría historia junto con sus compañeras de profesión, Jazmín Alejandra y Citlali Simental, al sancionar la primera final un cuerpo arbitral conformado en su totalidad por mujeres, siendo ella la central.

SU DEBUT EN PRIMERA DIVISIÓN AMATEUR

En enero del 2001 se daría su debut en la Primera División de la Liga Benito Juárez, los protagonistas Taller Flores y el Tepeyac.

“Me fue muy bien, también he asistido a los partidos de la Liga Municipal y de la Liga Obrero Estudiantil Universitaria”, recalcó.

El machismo es una acción que sale cuando uno se cree superior a la mujer, como cuando en una ocasión un elemento del Taller Domínguez le gritó “vete a lavar los trastes”, o aquella vez en que antes de terminar el encuentro la porra de un equipo comenzó coger palos, esto y muchas otras cosas hicieron que “la Sonrics” se desanimara un poco.

“En una ocasión varios muchachos tomaron palos, yo les dije ‘cálmense’, ellos me dijeron ‘no se apure no son para usted, son para el central, que era Carlos Serrato, dije ha bueno’”, recordó.

EL MOMENTO

DE LA VERDAD

“Algunas veces, cuando pasaba una situación incómoda, me preguntaba qué hago aquí”, externó. Pero se acercaba la convención del arbitraje mexicano, la cual sería en junio del 2003, en Oaxtepec, Morelos, fue invitada para que se probara como profesional, le dijeron que no era algo seguro pero que lo intentara, con la incógnita dándole vueltas en su cabeza vino el consejo de una amiga, su madre, quien le dijo que asistiera a la convención, que si quería conocer árbitros que salían en la tele ése era el lugar y que después cuando regresara tomara la decisión, sabias palabras de doña Gema.

“LA SIRENA”

duranguense

Durango es una entidad federativa que casi no suena, por lo que Gema Herrera sería la encargada de poner en alto el nombre de la Perla del Guadiana.

Era el segundo día de convención arbitral, habría competencias de natación, la sorpresa para todos los presentes fue cuando Herrera Ontiveros llegó primero que todas las competidoras, de inmediato los presentes preguntaban “de dónde es”, por lo que decían “de Durango”, fue precisamente el profe Tadeos quien comentó “es una sirena para nadar”.

“Ganar la carrera de natación me gustó mucho, porque Durango nunca figuraba y los tres que íbamos a probarnos pasamos de inmediato el examen, tuvimos mucha suerte, se abrió una plaza de Segunda División profesional y además estamos cerca de Torreón, Coahuila”, señaló.

Los tres elementos que se probaron fueron Juan Antonio Hernández, José Dávila y la arquera rápida de la UJED.

EL ESTRENO

COMO PROFESIONAL

Poco tiempo pasaría para que viniera el debut profesional de la entrevistada, sería un 21 de septiembre del 2003, el partido de los entonces Alacranes de Segunda División contra Astros de Ciudad Juárez, en un día lluvioso.

“Me sentía bien nerviosa, estaba lloviendo, pero entrando a la cancha me di cuenta que no era más que lo mismo, 17 reglas, mismo terreno de juego, los mismos 22 jugadores, solamente apliqué mis conocimientos”, recalcó.

Como en toda historia hay cosas chuscas, como en aquella ocasión que la tripleta duranguense cometió un pequeño y redondo descuido en un duelo de los Forestales de Durango, válido para la Segunda División.

“Una vez salimos sin balones a la cancha, para colmo éramos puros de Durango, Juan Antonio Hernández, José Dávila y yo”, recordó.

Lo que hasta ahora ha sido su mejor momento en el arbitraje, fue recientemente, cuando le tocó estar de asistente en el duelo de reservas entre Santos y América.

“Es el mejor partido que he tenido asta ahora, mi primer partido con estadio lleno, gente gritando, jugadas de buen nivel, jugadores que tocan bien el balón, las porras, el ambiente, todo bien padre”, comentó.

AGRADECIMIENTOS

PERSONALES

Uno nunca sabe a dónde va, pero sí de dónde viene, por ello la humildad de la estudiante de la licenciatura en Educación Física y el sincero agradecimiento a las personas que la han apoyado.

“Quiero agradecer a toda mi familia, a ‘El Pipo’, mi instructor, a mis amigos, a ‘El Gato’, mi jefe de grupo, a ‘El Tuca’, mi entrenador, y a todos los del grupo sin excepción”, manifestó.

Ser árbitro avalado por la FIFA es el sueño de la que está segura que siempre que una mujer se proponga algo no hay barreras que lo impidan. “Mi sueño es ser árbitro FIFA, por eso quiero seguir preparándome para echarle ganas y aprovechar las oportunidades dadas”, concluyó de manera atenta Gema.

Escrito en: Liga, partido, sería, nunca

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