Al parecer se mantiene una estela de dudas sobre la muerte del alumno del Colegio Lasalle, suscitada la mañana del viernes, pues se ha desatado el rumor de que el choque no fue por la imprudencia del conductor.
Algunos testigos señalaron que los jóvenes eran perseguidos por otros estudiantes, lo que ocasionó que se produjera el accidente, aunque las autoridades que se encargan de investigar el incidente negaron dicho rumor.
Luego del choque trascendió que otros tres tripulantes de la camioneta Expedition se dieron a la fuga y comentaron a sus amigos que el incidente se había suscitado por una persecución, encabezada por un grupo de estudiantes de la misma institución que buscaban lesionarlos, pero la Dirección Municipal de Seguridad Pública negó dicha versión; incluso, aseguró que Mario Alonso estaba detenido y había sido puesto a disposición de las autoridades por la responsabilidad que le resulte.
Lo cierto es que eran cerca de las nueve de la mañana cuando Mario Alonso Martínez Vázquez tripulaba su camioneta tipo Expedition, modelo 2001, color verde, de procedencia extranjera, acompañado de Rubén Andrade Ávalos y aparentemente los otros tres adolescentes.
Al tomar la avenida Lasalle, con dirección de oriente a poniente, el conductor imprimió velocidad a su vehículo, a tal grado que al tomar un tramo en construcción no pudo controlarlo, continuando su marcha y dejando una huella de frenado de aproximadamente 22 metros.
Rubén Andrade se encontraba en el asiento trasero, del lado de la ventanilla derecha, por lo que al golpear la llanta de ese lugar con la banqueta provocó que su cabeza saliera de manera involuntaria, impactándose con un poste que está en dicho sitio, casi frente al centro educativo Humboldt.
En ese momento el jovencito ya había perdido la vida, pues el golpe le provocó estallamiento de cráneo y expulsión de masa encefálica, mientras el automotor seguía sin control hasta que chocó contra otro automóvil que estaba estacionado metros adelante.
La Expedition avanzó varios metros para impactar con el frente, de lado derecho, la parte izquierda de un Dodge Valiant modelo, 1968, color negro, propiedad de Walter Bishop, el cual estaba estacionado en ese sitio.
El golpe fue con tal fuerza que el carro subió a la banqueta, chocando contra un poste de Teléfonos de México, el cual fue derribado y tras el impacto el Valiant bajó de la acera, quedando atravesado en el carril de circulación.
Luego del accidente, se cree que los demás acompañantes se fueron al colegio Lasalle, de donde todos son estudiantes, quedando en el lugar de los hechos solamente Rubén, quien había perecido, y Mario Alonso, conductor del vehículo.
Cabe señalar que el fallecido tenía su domicilio en la calle Ocampo, número 609, del Barrio de Analco, mientras que el joven tripulante vive en el fraccionamiento San José, en la calle Santa María.