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Durango

La suerte y la muerte siempre andan juntas

Brenda M. García

?La suerte y la muerte siempre andan juntas, y siempre llegan cuando menos se lo espera?; ?la ilusión de obtener dinero sin hacer mucho esfuerzo?; el sueño de muchos es sacarse el premio mayor de la Lotería Nacional. Esta tradición data de la época prehispánica, cuando se jugaban la vida.

Actualmente, hay diversas formas de ganar con los juegos de sorteos y pronósticos, desde los ?raspaditos? hasta la serie completa de billetes de lotería.

Mucha fortuna se ha perdido, pero a muchos no les importa, porque mantienen lo que califican como un sueño guajiro de que el ?cachito? que se compró en esa ocasión sea el de la buena suerte.

Tradición

Desde hace más de 200 años la Lotería Nacional ha difundido que este juego es ?el sueño de muchos mexicanos?, idea que se ha transmitido de generación en generación; ?mi papá desde siempre compraba un billete de lotería, nada más por comprar?, comentó la señora María del Rosario Hernández Rojas, de 61 años.

Contó que su papá don Manuel Hernández era propietario de una huerta en Canatlán y desde allá venía a la ciudad a comprar un ?cachito? de lotería; ?nunca se ganó nada, puros reintegros, pero logró inculcar una tradición, ya que desde pequeños nos enseñó a comprar los billetes de lotería?, expresó.

Hasta la fecha ella siempre va a comprar su ?cachito? del Zodiaco de Libra, porque es de ese signo; indicó que aún mantiene la esperanza de sacarse algo, y ahora que se encuentra en la vísperas de la Navidad espera que el Niño Dios le traiga ?un dinerito?.

Además, comentó que la lotería nunca la deja en casos de emergencia; dijo que en otra ocasión regresaba del trabajo desilusionada porque no le habían pagado, y solamente traía cinco pesos para regresarse en camión.

Al pasar por el puesto en donde venden todo tipo de ?raspaditos?, compró uno echándose un volado para ver si se sacaba algo para poder regresar con dinero, arriesgando todo lo que tenía. Cuál fue su suerte que, del único ?raspadito? que compró, se sacó 50 pesos y con eso tuvo para su pasaje de ida a su rancho. Expresó que ésa no es la única vez que le ha pasado similar; por eso precisó que la lotería ni los ?raspaditos? nunca le fallan.

Ilusión

?La suerte y la muerte llegan sin avisar?, comentó don Javier, empleado federal, quien dijo que desde hace 30 años compra la lotería y que no sabe en qué momento una de las dos lo sorprenderá.

Detalló que semanalmente gasta de 300 a 400 pesos en una serie semanal, y en los sorteos de Navidad y Año Nuevo compra los de sorteo especial, en los que desembolsa dos mil pesos.

Su objetivo no es ganar dinero; sin embargo, puede que algún día obtenga algo de lo mucho que ha invertido durante estos 30 años; su motivo principalmente es que esos recursos van a la asistencia social y eso, para él, también es una satisfacción. Sin embargo, aunque ahora las cosas ya no estén tan seguras, ya que a la empresa (Lotería Nacional) se le comprobó un fraude, él seguirá comprando series, como de costumbre.

Como empleado federal, ha trabajado en muchas partes de la República; le gusta mantenerse informado, y conoce todas las noticias referentes al juego. Contó que Hermosillo, Sonora, es la ciudad de la suerte, ya que en menos de nueve meses cayó siete veces el premio mayor de la lotería, y agregó que después de su llegada a esa ciudad de la suerte, se compró un ?cachito? de lotería, con el cual se ganó seis mil pesos.

Dijo que una de las esencias de los mexicanos era apostar a la suerte, ya que desde niños siempre se juega a apostar; ?te apuesto un refresco, cinco pesos; te apuesto para que veas que es cierto?. Siempre se arriesga para ganar algo; otro ejemplo que expuso fue el de apostar a las carreras de perros y caballos y a las peleas de gallos. ?Los mexicanos somos afines a los juegos de la suerte; es por eso que la tradición de la lotería viene en las venas?.

Familias pruevan suerte

En tan sólo diez minutos un puesto donde venden ese tipo de billetes y sorteos se llena de familias grandes y pequeñas. Los jóvenes esperan sacar algo más para irse al cine o comprar alguna otra cosa; rascan los boletos para ganar algo más de su presupuesto.

Jóvenes de 15 a 20 años acuden a comprar un ?raspadito?; es más rápido y barato, dicen. Muchos de ellos acuden con su madre para que les preste el dinero y seguir ganando hasta que se pierda totalmente la inversión o se obtenga el triple de lo gastado.

?Tú escoges el boleto y yo le rasco?, expresó un niño de cinco años, quien pedía con entusiasmo un ?raspadito?. Los niños también se sienten atraídos por este tipo de juegos, porque han visto ganar a sus padres.

Recuerdos

El señor Santiago Valderas Ortiz, de 75 años, también comenta que ?la suerte y la muerte siempre andan juntas?, al igual que Javier, el empleado federal antes mencionado; es por eso que se mantiene prevenido, por si alguna de las dos llega.

Don Santiago señaló que no tiene mucho comprando; sin embargo, lo que le une a la lotería es su programa de radio, de cada noche, informando cuánto dinero se había ganado la gente, y los comentarios que se hacen en ese programa. ?Era un programa muy bonito; hacían muchos comentarios que alegran a la gente. Los niños gritones que anunciaban el premio mayor le hacían ilusión?.

Don santiago no es jubilado, y sus hijos lo mantienen; él por lo general compra los juegos de pronósticos, y algunas veces también participa con los ?cachitos? de la Lotería Nacional.

Un vicio

Los ?raspaditos? forman un vicio: ?después de que compras uno y ganas, quieres comprarte más hasta que se te termine el dinero?.

Esto es lo que afirma la señora Guadalupe, quien estaba acompañada por su hija y su nieto, quien jugó hasta que se le agotó el dinero.

?Es un vicio; en un ?raspadito? te ganas cinco pesos, y eso te cuesta el otro. Recuperas lo que has invertido y por tanto si lo inviertes en otro puede que te saques más dinero, pero si no te sacas después de todas formas ese dinero ya lo dabas por perdido?, añadió.

En un ejercicio que se realizó con una persona, ésta compró con diez pesos dos boletos ?raspaditos?, llamados ?El Delfín de Oro? y ?El Panzón Millonario?; se lograron recuperar los diez pesos invertidos, por lo cual volvió a comprar otros dos con el objetivo de repetir la misma hazaña. De éstos dos, ?El Panzón Millonario? le regresó 20 pesos, mismos que volvió a invertir por otros cuatro boletos, dos iguales a los anteriores y otros de ?Gana a las Carreras? y ?Scouts siempre listos?, de los cuales no tuvo mayor suerte, por lo que se quedó sin ganancia.

Es un vicio para algunas amas de casa que andan en el mandado y por tal de ahorrarse el pasaje para el camión o para regresarse en taxi deciden comprar este tipo de ?raspaditos?, además de que la rapidez con la que se canjean estos premios los hacen más populares.

La venta

La venta de estos boletos es muy popular; un puesto llega a obtener la cantidad de dos mil 400 pesos en un día por compra de boletos de Lotería Nacional, más la cantidad que se gana extra vendiendo meláticos y boletos de ?raspaditos?.

Cada ?cachito? de lotería cuesta de 15 a 20 pesos, dependiendo de los días y de la cantidad que se juega; un melático cuesta desde cinco hasta 20 pesos.

Flor Salcido, vendedora de estos billetes y boletos, cuenta que tiene clientes de todas las clases sociales, desde albañiles hasta empresarios y funcionarios de gobierno; ?es un juego que no discrimina a nadie?.

Comentó que desde el 5 de septiembre no cae un premio mayor en Durango, y la ciudad con más suerte es Sonora, en donde continuamente caen los premios de cuatro millones de pesos.

En el expendio tiene 23 boletos diferentes de ?raspaditos? que cuestan cinco pesos y de tres pesos tiene 11 diferentes; de todo se vende. ?Algunos le tienen más fe que a otros, pero siempre sacan algo más de lo que invierten?, explicó. Nadie les garantiza que se saquen algo; todos los boletos de estas instituciones que se dedican a fabricar sueños están supervisadas por la Secretaría de Gobernación.

Tradición, ilusión y negocio, así son los juegos de la suerte: pierden, ganan, poco mucho, nada. Todo el mundo apuesta por una fortuna; ?es ilusión, la ilusión de los mexicanos, sacarse el premio mayor?, comentó.

Escrito en: siempre, pesos, comprar, boletos

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