Javier Solís,
sin sustituto
Javier Solís destacó como cantante y actor, no obstante que vivió 35 años, llenó toda un época como intérprete del bolero ranchero, género que puso en boga entre 1957 y 1966, y aún no tiene sustituto, a decir de los críticos.
Gabriel Siria Levario, que era su verdadero nombre, nació el primero de septiembre de 1931 y murió en esta capital el 19 de abril de 1966, de un ataque cardiaco, en un hospital y cuando se encontraba en la cima de la gloria.
No conoció a su padre y su madre lo abandonó, dejándolo a cargo de sus tíos y sólo alcanzó a terminar sus estudios de primaria.
Solís en su camino por la vida se desempeñó en diversos oficios, pues fue panadero, carnicero, carpintero, cargador de mercados e incluso se llegó a disfrazar de payaso en los circos. El 18 de abril de 1957 durante el entierro de Pedro Infante surgió de entre la multitud el joven Javier Solís, quien se subió a una cripta y comenzó a imitar a dicho cantante y actor con la canción “Grito prisionero”.
Su carrera fue maratónica, grabó más de 300 canciones, un álbum por mes y tan sólo en 1965 filmó diez películas.
Octavio Paz,
aún es leído
Octavio Paz, Nobel de Literatura 1990, es considerado como uno de los más grandes escritores a nivel mundial, pues su obra ha sido traducida a diversos idiomas, también destacó por defender a la República Española, a la que le cantó, y murió el 19 de abril de 1998.
Paz, quien fue poeta, ensayista, dramaturgo, diplomático y cuentista, nació el 31 de marzo de 1914 y al decir de sus críticos, supo llevar su vida de escritor y poeta y combinarla con ser un político de alto criterio.
Fue parte de una gran generación en el mundo de las letras; algunos escritores y amigos pertenecieron a ella, como Pablo Neruda, Nobel de Literatura 1971, Vicente Huidobro, Alejo Carpentier y André Bretón.
Recibió innumerables premios, entre ellos el más importante: el Nobel de Literatura por la Academia Sueca, en 1990.
Jorge Mistral,
a 32 años de su muerte
El actor español Jorge Mistral, considerado como una de las grandes leyendas del cine de su país y mexicano, y quien con su galanura y su voz llena de matices y sonoridad masculina sedujo a las más grandes divas de la cinematografía mundial de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, murió el 19 de abril de 1972.
Una noche de abril, después de actuar todo el día frente a las cámaras, Jorge Mistral se fue a descansar a su lujoso departamento que tenía en esta ciudad, y se disparó un tiro en la cabeza. Su cadáver fue hallado el día 20.
El actor, que dentro de su profesión trabajó muy duro, llegando a filmar hasta ocho películas de largometraje en un año, nació en Aldaya, provincia de Valencia, España, el 24 de noviembre de 1922.
“El Galán de la Voz de Oro” fue hijo de un puertorriqueño y de una española (catalana), fue bautizado con el nombre de Modesto Llosas Rosell, y aunque la familia no era acomodada, su infancia transcurrió sin penurias económicas y hasta con ciertos lujos.
Inició estudios de Derecho como se lo había planteado, pero pronto descubrió que su corazón no estaba en las leyes, sino en la actuación, por lo que se inscribió en un grupo local de teatro donde aprendió los rudimentos de lo que sería su profesión. Su debut profesional en las tablas se realizó en 1943, y debido que su padre no tenía un buen concepto de los actores, no quiso que se enterara y decidió cambiarse el nombre.