Sofía, Bulgaria (Agencias).- Invictos, goleadores, campeones y mexicanos. Seis victorias al hilo y el ascenso a la Segunda División de la Liga Mundial. 41 tantos anotados con un promedio de casi siete goles por partido y apenas cuatro en contra, lo que dejó, literalmente helados a sus contrincantes, tendidos en fila sobre la gélida superficie: Israel, Bosnia, Nueva Zelanda, Bulgaria, Sudáfrica y Turquía.
Brillan Aztecas
en deporte gélido
¿Futbol? ¿Beisbol? No, hockey sobre hielo. México llegó al campeonato para menores de 17 años bajo la mirada escéptica del resto de los competidores.
Muchos tendrían en la mente la famosa historia de los jamaicanos, quienes llegaron a los Juegos Olímpicos de Calgary en 1988, y les fue muy bien, pero amenizando la concentración con sus cintas de reggae, porque en la competencia casi se matan.
Así que a los mexicanos en el torneo, que se celebró en Sofía, Bulgaria, los miraban más bien como una especie de tropicales patitos feos con un promedio de peso de 70 kilogramos, que se iban a enfrentar a moles que promedian los 100.
“Fue una sorpresa para la mayoría de los países porque lógicamente no creían en nosotros y pensaron que nos iban a ganar fácilmente, pero nosotros salimos muy bien, fuimos ordenados, se nos fueron dando las cosas y logramos nuestro objetivo con mucho esfuerzo”, resume el capitán del equipo, Eduardo Glennie, quien resultó goleador del torneo con 13 tantos.
Para ser sinceros. Ni ellos mismos pensaron en lo que conseguirían. Pero después de enfrentar a Nueva Zelanda sus propias expectativas cambiaron.
“Tras ese partido mi asistente, y yo platicamos y nos dijimos, `si siguen jugando así, podemos ser campeones`”, cuenta el entrenador Joaquín de la Garma.
Los triunfos se fueron sucediendo, hasta enfrentar a Sudáfrica en el penúltimo partido y tras derrotarlos se proclamaron campeones. El partido contra Turquía fue de trámite, pero significó la sexta victoria.
México competirá el próximo año en la División II, categoría Sub-18, con equipos más fuertes, como Austria, Gran Bretaña, Islandia y Holanda, y por el pase a la División I. Aún existe una especie de Liga Premier encima de esa.
De hecho, México también compitió con equipos en la División III mayor y sub 20 y consiguió medallas de bronce en ambos. “Ahora viene lo bueno”, fue el sentimiento general.
Ante este reto, comenzarán a prepararse desde mayo, con mayor acondicionamiento físico, pues deberán aumentar de peso para enfrentar a equipos de gran demanda física y probablemente muchos de ellos ya no den la edad.
Gracias
a Hollywood
Llevan trabajando cuatro años juntos, pero probablemente nunca habría pasado por sus mentes la idea inverosímil de levantar una Selección Nacional de Hockey sobre hielo en pleno Trópico de Cáncer, a no ser por una película de Disney llamada Mighty Ducks, de 1992, en la que un grupo de niños desadaptados forma su equipo de hockey sobre hielo.
“Yo quise entrar a hockey por la película de los patos; a muchos nos tocó verla de chavitos y como que te sentías importante, como ellos, y se me hizo la ilusión. Un día, pues lo probé y no lo pude dejar”, comenta Rodrigo Meza, delantero del equipo, mientras sus compañeros, quienes forman un semicírculo, ríen con complicidad.