DURANTE EL AÑO pasado fueron más que recurrentes los señalamientos en torno a la presencia de diversas “marcas populares” en la industria de los refrescos. La que más polvo levantó fue Big Cola que manufactura Ajemex y que es subsidiaria de la peruana Kola Real de Carlos Añaños Jeri.
Al final del camino no sólo ésta sino otras marcas han terminado por arrebatarle un pedazo de mercado al negocio tradicional, entiéndase Coca Cola que encabeza Martín Machinandiarena o Pepsi Cola. Se dice que éstas ya representan entre tres y cinco por ciento del mercado de colas y un nueve o hasta diez por ciento en sabores. El reto para las grandes será contener en ese nivel a esas firmas, cuya propuesta de negocios básicamente se sustenta en el factor precio.
Por lo pronto Coca Cola logró crecer el año pasado diez por ciento, aunque el dinamismo que muestra su agua Ciel influyó, dado que dicho producto avanzó 14 por ciento. Las bebidas carbonatados crecieron en su caso tres por ciento, muy en la línea de lo que se cree lo hizo la industria en general.
Por su parte Pepsi Cola que encabeza Óscar Cázares también se comportó en sus ventas conforme al mercado. Creció dos o tres por ciento, dado que el impulso de algunos ajustes de precios de finales del 2002 influyeron. En cajas unidad digamos que el volumen se mantuvo estático.
Pepsi Cola rechaza que el año pasado haya apostado por una política de bajos precios de forma deliberada para enfrentar a la competencia de las “marcas populares”. Más bien lo que se hizo fue un realineamiento de algunos productos, para restablecer “su economía de valor”, al actual nivel de ingreso que se presenta en el país.
Se asegura que de hecho toda la industria ha tenido que actuar en esa circunstancia para responder con oportunidad a la expectativa del consumidor. Vaya, ayer mismo Coca Cola hizo ajustes de esa naturaleza en el DF, uno de ellos en lo que son sus presentaciones de 600 ml.
La propia PBG ahora a cargo de Rogelio Rebolledo fue cuestionada por la política de ajuste de precios que adoptó el año pasado. Se aclara que lo que se hizo fue responder con sensatez al panorama que presentaba el mercado. En ese sentido se tuvo que reconocer que el consumidor no había reaccionado a algunos aumentos de precios que mejor se nulificaron.
Se hace ver que PBG fue tan víctima de las “marcas populares” como el resto del mercado y que un factor más perverso para la industria que el de la nueva competencia, fue el alza de los precios del azúcar que se incrementaron 40 por ciento en el año. Es obvio que esto tiene que ver con el control que hoy ejerce en el mercado el Gobierno, tras la expropiación de varios ingenios. Para este año se advierten nuevos incrementos, con el inconveniente de que los industriales hoy no pueden utilizar otra fuente alternativa como es la fructosa, dado el IEPS que se impuso del 20 por ciento.
Esta industria debería tener un comportamiento ligeramente mejor este 2004, pero dependerá de la circunstancia climatológica y sobre todo de la evolución que finalmente tenga el PIB.
Pepsi por lo pronto enfocará parte de su esfuerzo a seguir con el proceso de consolidación que ha empujado desde hace varios años. De hecho ya sólo quedan seis embotelladores. Como se sabe, pese a sus dificultades sigue vigente la compra de Bret de Luis Regordosa por parte de Geupec de Juan Gallardo y eventualmente la de GESA propiedad de Advent que encabezan Juan Carlos Torres y Alfredo Alfaro, una vez que éstos resuelvan la problemática financiera de la embotelladora del sureste.
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SERÁ HASTA LA próxima semana cuando Manuel Medina Mora, actual presidente de la ABM, resuelva si se reelige o no en su actual posición. Aunque ya se daba por un hecho que el experimentado banquero aceptaría, fíjese que aún no hay una decisión tomada. Influye por supuesto la perspectiva inicial de que sólo estaría por ahí un año, aunque claro hay expedientes por resolver tan relevantes como el multicitado intercambio del papel Fobaproa. Habrá que ver. Por lo pronto el que estuvo en México por unas horas fue Sandy Weill, presidente de Citigroup. Llegó el jueves y el viernes por la mañana participó en la decimosegunda edición de la reunión anual de consejeros de esa institución. Estuvieron por ahí unos 750 empresarios, entre ellos 60 jóvenes de reciente ingreso en los consejos regionales y que de inmediato se mostraron. En términos generales el balance de Banamex durante el 2003 fue bastante favorable puesto que reportó crecimientos en la mayoría de los rubros de negocio, por ejemplo depósitos transaccionales, afore, sociedades de inversión y tarjeta de crédito en donde han mantenido su liderazgo. Para este año el panorama es aún mejor, puesto que se considera que el crédito al consumo seguirá su avance como desde hace dos o tres años, además de que el financiamiento empresarial deberá mejorar, no sólo en esa institución, sino en el resto del sistema.
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DADA LA INMINENTE salida de Othón Ruiz Montemayor del Grupo Financiero Banorte y pese a los sondeos que ya se hacen para encontrar a su relevo, fíjese que todo parece indicar que de momento lo que se hará para responder a esta circunstancia será formar un comité de dirección. De esta manera Roberto González Barrera, el también mandamás de Gruma y Maseca, podrá darse mayor holgura en su elección. Hay varios nombres que ya se mencionan, entre ellos Luis Peña de Banamex.
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AMÉN DE LA solicitud que harán en breve Banco Afirme que encabeza Julio César Villarreal y Banco del Bajío de Salvador Oñate para operar de manera compartida una afore, fíjese que ya se menciona la posibilidad de otra petición que va a dar mucho de qué hablar. De hecho ya arrancó la polémica. Y es que el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) que encabeza Javier Gavito parece que también tendría interés en tener una afore con la finalidad de ofrecer este servicio al segmento popular al que se dirige. La crítica que se hace es que se trataría de un competidor hasta cierto punto desleal dado el sello gubernamental de esa entidad. Hay quien considera, sin embargo, que su incursión es bienvenida para propiciar una mejora en los niveles de comisiones que este año deberían descender aún más, considerando instituciones como Profuturo GNP que dirige Eduardo Silva, que fue la única de las consideradas muy caras que ni siquiera se movió.
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ESTE 27 DE febrero será cuando Lorenzo Peón Escalante deje la Dirección de Servicios Institucionales de Banamex. Ya le había adelantado de este movimiento. El hombre que llegó a esa institución por la estrecha cercanía y confianza que le tienen Roberto Hernández y Alfredo Harp se jubila a sus 62 años de edad. En definitiva no debe ser considerado como un candidato a sustituir a Othón Ruiz Montemayor, aunque sí existe la posibilidad de que pudiera actuar como asesor en Banorte, algo que no está decidido. Peón Escalante también podría regresar al terreno de la consultoría, aunque ahora por supuesto con un ánimo más relajado. Sus funciones, que son varias, serán distribuidas en diversas áreas.
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LA EMPRESA ESPECIALIZADA en almacenamiento y resguardo de datos Kio Networks que dirige Sergio Rosengaus puso en marcha ayer la operación de la segunda fase de su centro de datos denominado Kio II, con el que duplicará su capacidad instalada a mil 400 metros cuadrados de piso de cómputo de alta disponibilidad. Para este proyecto la empresa realizó una inversión cercana a los diez millones de dólares y se inició seis meses antes de lo previsto. Hay que recordar que Kio I arrancó en abril del 2002 con una inversión de 15 millones de dólares. Tardó 18 meses en llenar su capacidad y ahora ya se habla de un Kio III, aunque dependerá de la respuesta del mercado. Se decidiría a finales del año. La principal accionista de esta compañía es María Asunción Aramburuzabala del Grupo Modelo, empresa que dirige Carlos Fernández y que por cierto ayer estuvo de manteles largos al conmemorar en la BMV sus primeros diez años de que se hizo pública.
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CÓMO ANDARÁ LA reputación de la Fundación “Vamos México” y en particular de Marta Sahagún que ahora mismo en las tiendas de autoservicio no falta quién se reserve su aportación en el esquema de redondeo, si es que dichos fondos van dirigidos a la causa que hoy maneja la esposa de Vicente Fox, esto en medio de una cruenta controversia por sus ya manifiestas pretensiones para suceder a su marido. La ventaja es que por ahora dicha fundación no participa en esa campaña, aunque es recurrente el rechazo de más de uno, sólo por si acaso.
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