LA EXPECTATIVA POR parte de la Secretaría de Economía que encabeza Fernando Canales Clariond con respecto al decreto para reducir aranceles a la importación del acero, es que éste pueda ser suscrito por el presidente Vicente Fox en un par de semanas a lo sumo. La reducción de cuatro puntos ya cabildeada con los distintos actores involucrados con esa industria, se espera que sea un respiro para la planta productiva frente al auténtico “boom” que han mostrado los precios de dicho producto desde finales del año pasado.
Se estima que el nivel del 13 por ciento en el que quedarán una serie de fracciones arancelarias y el nueve por ciento para otras, tanto de acero plano como no plano, será el idóneo para facilitar el acceso de las importaciones, sin afectar el comportamiento de una industria siderúrgica nacional que hoy ciertamente no pasa por su mejor momento.
Había una petición por parte del sector privado de inclusive llevar a cero los aranceles de importación. La Subsecretaría de Industria y Comercio que encabeza Rocío Ruiz Chávez la analizó, pero se consideró que no se justificaba, puesto que buena parte de las adquisiciones caen inclusive en fracciones conceptualizadas en un nivel de entre cuatro y siete por ciento. Además porque hay la confianza de que “la burbuja” de precios, más allá de cierta volatilidad, gradualmente se debilite en el tiempo, luego del fuerte rebote de este año que influyó en las cotizaciones de lamina caliente y fría, lamina galvanizada, varilla, alambrón, acero estructurado e inclusive de algunas materias primas como chatarra, arrabio y algunos minerales como el coque.
Ya también se desechó por parte de Economía una petición que había formulado la Canacero que preside Julio César Villarreal para que esa dependencia otorgara un arancel a las exportaciones de chatarra. Se estimó que dada la posición deficitaria que tiene México en acero, existía el riesgo de detonar mecanismos similares de otros países con la consecuente afectación para la industria.
Aunque nuestro país exporta seis millones de diversos productos, importa otros no existentes en nuestro mercado por unos 6.5 millones. La producción nacional es insuficiente en cuatro o cinco millones para satisfacer el consumo nacional que es de unas 21 millones de toneladas. Uno de los grandes problemas para la industria siderúrgica nacional son una serie de costos internos que debilitan su competitividad. El más importante es la energía, dadas las ineficiencias que Pemex que encabeza Raúl Muñoz y la CFE de Alfredo Elías Ayub traslada a la planta productiva. En el caso de este rubro ese factor representa una tercera parte de su gasto operativo. Obviamente muchos países de Europa del Este están en una condición más favorable.
Además para poder ser autosuficientes se requieren realizar fuertes inversiones que hoy no necesariamente se pueden conseguir en el entorno económico local, aunque no han faltado por ejemplo algunas solicitudes japonesas para coinvertir en algunos segmentos de la cadena de valor.
En el entorno vaya que ha influido la prolongada suspensión de pagos de Altos Hornos de México (AHMSA) que encabeza Xavier Autrey y Alonso Ancira, hoy prófugos por un problema de carácter fiscal. El peso de esa empresa en la producción nacional es sumamente importante. Dada su situación las inversiones requeridas no se han dado, por lo que su capacidad de producción se ha estrechado, con las consecuencias para el país. En toda la industria hay la esperanza de que con la contratación del Grupo Financiero Vector propiedad de Alfonso Romo pueda ahora sí organizarse un programa de reestructuración con sus acreedores que facilite un cambio en su composición accionaría y en su plantilla con nuevas inversiones, tan necesarias y que fácilmente se situarían en unos 300 ó 400 millones de dólares.
Por lo que hace a la regla octava, acuerdo que arrancó el 21 de mayo del año pasado y que vence mañana, se asegura que las importaciones de acero que el país requiere para incorporarlas a la producción de otros bienes, la mayoría de exportación, no se verá impactada, puesto que éstas se canalizarán a los apoyos que ya existen en los Programas Sectoriales (Prosec). Es el caso por ejemplo de la industria automotriz. Si se van a frenar otras adquisiciones que al amparo de ese acuerdo se realizaban para manufacturar acero y que no necesariamente se justificaban.
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CON LA NOVEDAD de que la controversia entre Antonio Cosío Ariño contra Guadalupe Espinosa Rugarcía y Moisés Cosío Espinosa ya entró lamentablemente en una segunda etapa legal, tanto por la vía civil como penal. Cuando parecía que las partes involucradas habían logrado ya zanjar sus diferencias, resulta que el asunto se ha vuelto empantanar. Y es que, según esto, Espinosa Rugarcía y su hijo rechazaron validar varios puntos de un acuerdo preliminar que se había establecido el pasado 22 de diciembre. Como recordará este lío tiene que ver con un complemento de la herencia que había dejado Moisés Cosío Ariño a su familia, a través de su hermano Antonio. Ya el año pasado tanto Antonio como Guadalupe Espinosa, hija del desaparecido banquero Manuel Espinosa, tuvieron que estar a buen resguardo debido a lo álgido de la refriega.
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LA INTERROGANTE QUE ya se hace en los mercados es si Xavier Autrey y Alonso Ancira se presentarán a la asamblea ya convocada para el próximo 6 de abril en AHMSA. La verdad es que se ve difícil por lo que es muy probable que su presencia se dé a través de sus representantes legales. La reunión, sin embargo, tiene su trascendencia, puesto que Vector exigió que se validará ahí su participación en los nuevos esfuerzos que según esto se busca hacer para lograr una reestructura del millonario adeudo por mil 800 millones de dólares, pendiente desde hace varios años. Todavía más de uno se muestra desconfiado de un trabajo serio en ese sentido. Por lo pronto parece que UBS que lleva aquí Jorge Silberstein también podría involucrarse para lo que son las gestiones en el tramo internacional. Por lo menos en eso se estaba.
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PUES FÍJESE QUE Lino Korrodi ya regresó a la tarea de buscar fondos para un candidato a la Presidencia. En esta ocasión a favor de Jorge Castañeda. El empresario de inmediato puso en práctica su experiencia tras de que el ex canciller se destapara por la libre. Otro que lo apoyará es Francisco Ortiz, actual presidente del Consejo de Promoción Turística. Lo haría, nos aseguran, en sus tiempos de ocio en el diseño de la campaña. Tanto Korrodi como Ortiz fueron parte importante en el triunfo de Vicente Fox.
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EN EL “ROAD show” que realiza Televisa para informar del nuevo esquema implementado para desactivar el “put” al que tenían derecho María Asunción y Lucrecia Arambaruzabala, Carlos Slim, así como Carlos y Nieves Fernández, ayer se hizo promoción en Boston. Ahí estuvieron en medio de un fuerte frío Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia. Desde ahí entraron en contacto con algunos inversionistas institucionales europeos y mañana harán lo propio desde Denver. Hoy por lo pronto estarán en Washington para arrancar en el National Gallery la exposición de arte maya más grande que se haya presentado fuera de nuestras fronteras y que es patrocinada por la televisora mexicana. Por la noche estarán en una cena que a propósito ofrece la primera dama de ese país, Laura Bush, con la participación de Martha Sahagún de Fox en representación del Gobierno mexicano.
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RESULTA QUE EL que está involucrado en traer a México la revista de caballeros Penthouse no es Enrique Molina Basteris, sino Luis Enrique Fernando Molina Galeana. La confusión parte de que este último se promociona como hijo del Enrique Molina Sobrino. Los abogados de este último ya lo han reconvenido de los riesgos que esa situación conlleva. De hecho recién apareció un artículo en Forbes en el que Molina Galeana se dice miembro de la familia de Molina Sobrino. Ya está en camino, nos aseguran, una nota aclaratoria para el influyente medio de negocios estadounidense.
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