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Tlalmanalco, Méx.- Más de 2 mil 500 matrimonios y 8 mil bautizos que se realizaron en la parroquia de San Rafael Arcángel no eran reconocidos por la diócesis de Nezahualcóyotl por pugnas con el padre de esta localidad, Rafael Cachú Torres.
Durante 19 años, a quienes se casaban o se bautizaban en la parroquia de San Rafael no les eran reconocidos sus sacramentos, pues el obispado de esta diócesis consideraba excomulgado a Cachú Torres.
No obstante, cientos de feligreses católicos y de otras religiones le manifestaban su apoyo al sacerdote, quien fue acusado de rebeldía al negarse a abandonar el templo en junio de
1985.
Rafael Cachú llegó a San Rafael el 4 de diciembre de 1981; sin embargo, según narró él, por no quedarse hasta el final de una reunión entre sacerdotes y el entonces obispo de Nezahualcóyotl, José Melgoza Osorio, el 16 de mayo de 1985, empezó a tener
problemas. Explicó que en menos de un mes le fue notificado que debía abandonar la iglesia, sin que se le asignara ninguna otra parroquia.
El religioso indicó que inicialmente acató la decisión, pero en ese lapso no llegó ningún sacerdote, por lo que hubo personas que fenecieron sin recibir asistencia espiritual.
Por esta razón decidió permanecer en la parroquia, por lo que fue acusado de "rebelde" y se decretó su suspensión a divinis. Ante ello, la Diócesis de Nezahualcóyotl no consideraba válidos los cerca de 2 mil 500 matrimonios que llevó a cabo. Sin embargo, ello no detuvo a sus feligreses, quienes durante los 19 años que se mantuvo la suspensión estuvieron asistiendo a la iglesia de San Rafael y se consideraban dentro de los sacramentos de su religión.
Luego de varias reuniones con autoridades eclesiásticas, la diócesis de Valle de Chalco a cargo de Artemio López, decidió reintegrarle sus derechos y reconocerle la validez de los
sacramentos. Así, todos los matrimonios y bautizos que realizó desde 1985 a la fecha fueron reconocidos, a partir del 22 de marzo del presente año.