Roma, Italia (Agencias).- Pierluigi Collina, que representará al arbitraje italiano en la Eurocopa Portugal 2004 y que está considerado en la actualidad como el mejor del mundo, mostró el lunes su esperanza en que el torneo suponga “el triunfo de los árbitros”.
“Pitar la final o el partido de apertura no importa, el éxito no vendrá por una actuación individual, sino de la colectiva de los colegidos. Espero que al final de la Eurocopa se pueda hablar de victoria de los árbitros, como la decimoséptima selección presente en Portugal”, ha indicado Collina en una entrevista radiofónica.
Collina tiene previsto viajar el próximo miércoles a Portugal para unirse al resto de colegiados elegidos para la cita portuguesa.
No desea hablar de su posible éxito personal en la Eurocopa y sí de una buena actuación del colectivo arbitral: “No son importantes los elogios personales, pero sería una derrota que se produjeran polémicas sobre la labor arbitral”.
El colegiado italiano, nacido en Bolonia el 13 de febrero de 1960, que vive en Viareggio y está casado con una descendiente de españoles, por lo que habla perfectamente el español, considera que la Eurocopa 2004 será “un torneo de un altísimo nivel, con un par de selecciones más de otro continente se podría hablar de todo un mundial”.
Collina, elegido mejor árbitro del mundo y que dirigió la final de la Copa del Mundo Corea del Sur y Japón 2002, la de los Juegos Olímpicos 1996 y de la Liga de Campeones de Europa 1999, es lógicamente uno de los principales candidatos a dirigir la final de Portugal 2004.
Sin embargo, por un lógico motivo, no desearía estar presente como árbitro en dicha final: “Ese día (4 de julio) espero ya estar de vacaciones y no tener que dirigirla, pues deseo que la Selección italiana sea una de las dos finalistas”. El reglamento no permite a un colegiado dirigir a la selección de su país.
Sobre las directivas que seguirán los colegiados en la cita portuguesa, Collina se refiere a las amonestaciones como consecuencia de una falta por detrás o por quitarse la camiseta para festejar un gol.
“Un jugador será amonestado automáticamente por cometer falta por detrás y tampoco podrá, si no desea ver la cartulina amarilla, quitarse la camiseta tras un tanto”, ha indicado Collina.