“¡Flores! Pobres muertas... cortadas de la mata... ¡Mustias ya!, sólo aroma esparcen; mi llanto que por las noches moja tu almohada es la única ofrenda a tu recuerdo”. María del Carmen, marzo de 1978.
“Estas fueron las palabras escritas con profundo dolor de una esposa y una madre, María del Carmen Limas de Fuentes, años después de la muerte de su esposo, con esto cerraba una página de su vida, llena de amor, entrega, sueños y metas.
Se abrían otras, donde se incluían a sus hijos: Lourdes María, Antonio Norman, Miguel Eduardo y Jorge Guillermo Fuentes Limas, convirtiéndose en su guía, sostén y hogar amoroso.
Réquiem
para el amado
Antonio Norman Fuentes Rodríguez nace el 6 de enero de 1935, hijo único de Salvador Fuentes Rodríguez y Antonia de Rodríguez, realizando sus estudios en la Escuela Guadalupe Victoria y en el Instituto Juárez, comienza a trabajar a la edad de quince años como reportero.
En el año de 1959 conoce a quien sería su compañera de siempre, su amiga y confidente: María del Carmen Limas Hernández, joven duranguense de gran entusiasmo y sensibilidad que aceptó ser su esposa y se unió en el marco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
Antonio Norman fallece en la ciudad de Durango a los 38 años de edad, dejando una carrera periodística. Su esposa María del Carmen llena este gran dolor y vuelca sus sentimientos en las letras que dieron vida a sus poemas de amor y entrega.
Los cimientos
de una familia
El ejemplo y la unión fueron los factores más importantes que se inculcaron en este hogar, trascendiendo éstos a los nietos de la señora María del Carmen.
Lula Fuentes Limas de Saravia contrajo matrimonio con Jorge Saravia Castillón y sus hijos son Daniela y Jorge Bildo; Antonio Norman Fuentes se casó con Gilda de la Parra de Fuentes y procrearon a María Fernanda, Fernando y Norman III (f) Fuentes de la Parra; Miguel Eduardo casado con Azucena Leal Payns siendo sus hijos Miguel Eduardo, Azucena del Carmen y Jessica Fuentes Leal; y Jorge Guillermo casado con Luciana Rojas Valles y sus hijos son Daniel y Andrés Fuentes Rojas.
“Ya en mis
brazos, amado
se han mecido
tus nietos
¡esos pequeños
frutos
del amor
de tus hijos!
Son hermosos
retoños
¡Todos tan
diferentes
y aquí en mi
corazón
los llevo
junto a tí!”