Madrid, España (Agencias).- El Real Madrid se queda con su “bombardero” preferido, el defensa izquierdo internacional brasileño Roberto Carlos, un lanzador de faltas que suele convertir a los porteros en estatuas de sal.
El club blanco anunció ayer la renovación del contrato de Roberto Carlos, de 31 años, uno de los ídolos del Santiago Bernabéu, por dos temporadas -hasta junio de 2007- y la opción de un tercero si en la última campaña disputa más de 30 partidos.
El anuncio pone fin a uno de los “culebrones” del mercado futbolístico, ya que todo hacía indicar que el idilio entre el Real Madrid y Roberto Carlos, comenzado en 1996 cuando el jugador brasileño dejó el Inter de Milán, atravesaba una seria crisis.
Para un jugador amigo de los gestos, la camiseta que Roberto Carlos arrojó a la hinchada en el Bernabéu en el último partidos de Liga parecía avalar una despedida y un viaje hacia tierras inglesas, donde el multimillonario ruso Roman Abramovich tenía la chequera lista para ofrecerle un contrato por cuatro temporadas.
Otro de sus gestos, en septiembre de 2001, al señalarse la oreja con la mano en dirección al público en un partido de Liga contra el Español, levantó las sospechas sobre una salida del Real Madrid, insatisfecho por las fichas multimillonarias de estrellas como Raúl, Luis Figo o Zinedine Zidane.
Pero Roberto siempre se quedaba, pese a seguir un escalón salarial por debajo de las mencionadas estrellas, a las que se unieron posteriormente Ronaldo Nazario y David Beckham.
La situación parecía repetirse ahora. El Real le ofrecía dos temporadas y el brasileño quería cuatro. La tensión llevó el pasado día 24 de mayo al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha advertirle de que no quería “dudosos” en el equipo.
Al final, Roberto Carlos ha optado por agotar los últimos años de su carrera en el equipo donde ha obtenido sus principales triunfos (con la selección brasileña fue campeón mundial en Corea del Sur-Japón): tres Ligas de Campeones, una Supercopa de Europa, dos Copas Intercontinentales, tres Ligas españolas y tres Supercopas de España.
También es el futbolista extranjero que más partidos ha disputado con la camiseta del Real Madrid, por encima de 400.
Defensa muy peculiar, ya que no puede frenar su ímpetu atacante, Roberto Carlos es una pesadilla para los porteros rivales, ya que sus potentes lanzamientos de faltas suponen un anticipo de susto, que veces acaba en las redes.
En su faceta de lanzador de golpes francos, que grandes jugadores como el italiano Francesco Totti sueñan con imitar, Roberto Carlos asombró al mundo con uno de los más extraordinarios viajes de balón que se pueda recordar.
Ocurrió el tres de junio de 1997 y la “víctima” fue el portero de Francia, Fabien Barthez. Lo de Roberto Carlos aquel día en el estadio “Gerland” de Lyon está ya en los videos y en los libros.
Falta a favor de Brasil, un libre directo a unos 35 metros de Barthez. Se arma la barrera francesa. Roberto Carlos coloca la pelota y, siguiendo su ritual de lanzamiento, retrocede unos pasos para tomar carrera. Dispara.
El balón supera la muralla gala con una gran parábola y parece que se aleja con una desviación de 45 grados de la portería de Barthez, que ni se mueve, convencido de que Roberto Carlos ha fallado el tiro. Un segundo después está recogiendo el balón del fondo de la red.
¿Un capricho del destino? No, el efecto que imprimió Roberto Carlos a la pelota hizo que cambiara de dirección justo cuando Barthez la veía en los graderíos. Una trayectoria digna de ser estudiada por los científicos.
Aunque nadie le cree, Roberto Carlos siempre ha sostenido que no hay ningún truco en sus disparos. “Simplemente lanzo lo mejor y más fuerte que puedo”, dice.
El internacional brasileño golpea el balón con la parte exterior del pie izquierdo. El impacto se produce con los últimos tres dedos: el medio, anular e índice. Una combinación de técnica y potencia que convierte en estatuas a los porteros.
En sus lanzamientos, el balón vuela a 120 kilómetros por hora, sólo superados por los 160 de otro de los grandes “bombarderos”: el serbio Sinisa Mihailovic, considerado el mejor anotador de los últimos 20 años en el “calcio” italiano por delante de especialistas como Roberto Baggio, Gianfranco Zola, Diego Armando Maradona y Michel Platini.
Con su renovación, Roberto Carlos cumple el deseo que había proclamado en abril pasado cuando comenzaron a surgir dudas sobre su permanencia: “todo el mundo sabe que quiero retirarme en el Real Madrid”.