MÉXICO, (SUN-AEE).- Se debilita la hipótesis de la venganza personal, como móvil en el asesinato del coeditor del Semanario “Zeta”, Francisco Ortiz Franco, por lo que en los próximos días podría ser descartada por la Procuraduría General de la República (PGR).
Antonio Martínez Luna, procurador general de Justicia de Baja California, indicó en entrevista que “si se han descartado cada vez más los motivos personales”, en el desarrollo de las investigaciones para esclarecer el homicidio, perpetrado el pasado 22 de junio.
Explicó que aunque la PGR la semana pasada ejerció su facultad de atracción de la averiguación previa del crimen del periodista, se mantiene el contacto con José Luis Santiago Vasconcelos, titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada contra Delincuencia Organizada (SIEDO), y conoce el avance de las pesquisas.
En este sentido indicó que se mantienen como líneas de investigación: la participación del crimen organizado en el homicidio, así como el ambiente político, en particular la posible relación de Jorge Hank Rhon, candidato del PRI a la presidencia municipal de Tijuana, bajo la hipótesis de que podría haber dado la orden para asesinar al periodista.
Respecto a la línea que involucra al priísta, ésta se desprende del trabajo que realizaba Ortiz Franco días antes de su muerte, ya que revisaba el expediente del crimen de Héctor Félix Miranda, codirector del semanario “Zeta”, quien fuera ejecutado en abril de 1988, para una posible reapertura de la investigación.
Durante los últimos años, públicamente se ha señalado como presunto autor intelectual de la muerte de Félix Miranda a Hank Rhon, aunque el político ha negado sistemáticamente cualquier tipo de responsabilidad en los hechos.
La hipótesis del narcotráfico apunta a que miembros de la organización de los Arellano Félix ordenaron la ejecución de Ortiz Franco; incluso ahora la PGR tiene bajo investigación a dos grupos de la policía ministerial de Baja California, para determinar su posible relación con el asesinato del periodista.
También en esta línea se busca determinar la participación de Mario Alberto Rivera López, “El Cris”, jefe de sicarios del cártel de Tijuana, así como del gatillero Carlos Ignacio Acosta Ibarra, “Big Boy”.