A tres años de haber dejado el mundo terrenal, el gran maestro, investigador e historiador José Ignacio Gallegos Caballero fue recordado por sus amigos, familiares y por aquellas personas que siempre le profesaron una gran admiración y respeto.
El evento se llevó a cabo en la segunda casa, por así decirlo, de Ignacio Gallegos mientras estuvo en Durango, la Biblioteca Pública Central del Estado, la cual lleva su nombre debido a que durante 50 años fungió como director.
Esteban Hernández García, director de la biblioteca, declaró que con el homenaje luctuoso se estaba haciendo un pequeño reconocimiento a la herencia que él les legó a las generaciones actuales y que están por venir en Durango, “ellos son semillas que habrán de permanecer y fructificar de manera permanente, porque el crecimiento germina, crece, florece y fructifica y sus semillas se reciclan siempre para dar inicio a la germinación de nuevos frutos”, declaró.
Expresó que el homenajeado es un hombre universal, “su presencia y los frutos de su pensamiento, esfuerzo y dedicación van mucho allá de las fronteras de Durango y de México, y van mucho más allá de las fronteras de este tiempo”, declaró, para después sentirse honrado de que la institución que ahora dirige lleve su nombre.
PRESENCIA AMABLE Y ATENTA
José Raúl Silva García, coordinador estatal de Bibliotecas Públicas y Salas de Lectura, declaró que la presencia de Gallegos Caballero siempre fue amable y atenta, y que a tres años de su fallecimiento no deja de sentirse y observarse su obra, “porque como todos los hombres de bien, que destacaban por sus virtudes, su huella es tan profunda que ni el tiempo la logra borrar”, dijo.
Indicó que la obra que legó sigue siendo consulta obligada para los estudiosos de la historia de Durango, debido a que sus investigaciones las logró plasmar bajo una descripción sencilla.
“Gracias a esta profunda y aguda investigación con que respaldó sus publicaciones, las generaciones actuales están en condiciones de conocer la historia de nuestro querido Durango y aprender a amarlo y respetarlo”, declaró Raúl Silva, para después informar que del homenajeado se podrá hablar y escribir bastante, siempre resaltando su gran capacidad como historiador, por su sencillez, por tantas y tantas actividades culturales que desempeñó, “pero jamás se podrá olvidar su don extraordinario de ganarse el respeto, estimación y admiración de todos los que tuvimos la suerte de gozar de su amistad”, concluyó, no sin antes decir que José Ignacio Gallegos Caballero seguirá viviendo en los corazones de los durangueños.
PRESTÓ 50 AÑOS DE SERVICIO
Manuel Gallegos Fragoso, hijo de Ignacio Gallegos Caballero, recordó a su padre como un gran difundidor de la cultura y de la Biblioteca Pública, institución, dijo, a la que le echó muchas ganas, “¿cuántos gobernadores pasaron y él siguió al pie del cañón?”, declaró Manuel Gallegos al informar que su padre fue Director de la Biblioteca por 50 años.
Expresó que cambió la abogacía por el magisterio y la difusión cultural, “fue un hombre sencillo, alegre, con una memoria prodigiosa. Nos dio clases a muchísimas generaciones”, para después compartir una anécdota vivida al lado de su padre siendo él su maestro.
Explicó que a su padre le gustaba mucho la música de José Alfredo Jiménez y todo lo que tuviera qué ver con México, envió un saludo y abrazo al recién desaparecido Héctor Palencia Alonso, para despedirse diciendo: “mi padre y su obra siempre estarán presentes en Durango, porque él por Durango dio todo”.
EDIFICANTE EJEMPLO DE TENACIDAD
Everardo Ramírez Puente, director de Planeación y Evaluación del ICED, ubicó a Gallegos Caballero entre los hombres con edificante ejemplo de tenacidad, que reconstruyen en la vida del hombre en sociedad para darle nuevos sentidos y para situarla en la asombrosa y no menos inquietante aceleración del tiempo histórico, “pero, sobre todo, la reconstruyen para no perder las poderosas fuentes del origen ni las coordenadas complejas del futuro”.
Consideró que algunas de las obras del también investigador permiten descubrir su rigor intelectual que lo vincula a las grandes corrientes teóricas de la historia universales y nacionales. “Su legado forma parte de nuestra tradición que se redescubre perpleja frente a sus propios milagros día a día. Constituye referente esencial para comprender la transformación material y espiritual de éste, nuestro entrañable pueblo, que a fuerza de habitarlo hemos aprendido de memoria sus secretas raíces milenarias y el rumor insistente de su voz mineral.
“Gracias al Lic. Gallegos Caballero por enseñarnos a tenerle horror a lo pequeño, a lo mezquino, a lo atrasado. Gracias al maestro por enseñarnos a pensar”, finalizó Ramírez Puente.
El homenaje a Ignacio Gallegos Caballero concluyó cuando las autoridades asistentes depositaron las ofrendas florales (en el busto ubicado en las escalinatas de la Biblioteca), que instituciones como Presidencia Municipal, Escuela Normal del Estado, Congreso del Estado, Tribunal Superior de Justicia, Coordinación Estatal de Bibliotecas Públicas y Salas de Lectura, Instituto Tecnológico de Durango y Biblioteca Pública Central enviaron para recordar a Gallegos Caballero a tres años de su fallecimiento.
TRAYECTORIA
Gran investigador
José Ignacio Gallegos Caballero, autor de 15 obras sobre historia de Durango, nació en Nazas, Durango, el 2 de noviembre de 1907; fue hijo de José María Gallegos Pescador y de Luz Caballero Meléndez de Gallegos.
En la capital del estado estudió sus primeras letras y al terminar su primaria ingresó al Instituto Juárez, donde estudió secundaria, preparatoria y la carrera de abogado. Desde 1946 y hasta 1995 ocupó el cargo de Director de la Biblioteca Pública del Estado. En gran parte de su vida ejerció la docencia y muchas generaciones de profesionistas que fueron sus alumnos lo estiman y lo respetan. Fue catedrático en la UJED, Escuela Normal, ITD, así como algunas escuelas secundarias oficiales y particulares.
Se dedicó a la investigación histórica, en especial a la historia en Durango y escribió, entre otras, las siguientes obras: “El ojo de agua de Los Berros”, “Apuntes para la historia de Durango”, “Páginas de historia de Durango”, “Compendio de historia de Durango”, “Durango colonial”, “Historia de la persecución religiosa en Durango”, “El obispo santo, biografía del siglo XXII Obispo de Durango”, “La casa de la monja” (novela autobiográfica), “Historia de Durango”, “Historia de la UJED”.
En su tarea de investigador viajó a diversos países del mundo, recopiló información en archivos de Estados Unidos, España e Italia. Fungió como cronista de la ciudad de Durango, por designación oficial del H. Ayuntamiento a partir de 1956.
Falleció el 13 de septiembre de 2001, dejando un gran legado con sus obras históricas, con su participación en el ámbito cultural de Durango y con su aportación a la formación y desarrollo de incontables generaciones de duranguenses.
FICHA TÉCNICA
EVENTO: Tercer aniversario luctuoso.
DEDICACIÓN: José Ignacio Gallegos Caballero.
PARTICIPANTES: Esteban Hernández García, José Raúl Silva García, Manuel Gallegos Fragoso y Everardo Ramírez Puente.
DÍA: 13 de septiembre de 2004.
HORA: 13:00 horas.
LUGAR: Sala Infantil de la Biblioteca Central Pública del Estado.