Tiene casi un siglo de historia y sigue conservando la belleza de su arquitectura afrancesada, que la hace única en su estilo, especialmente por el acero y acabados de herrería con los que fue construida.
A todos llama la atención esta antigua casona ubicada en 5 de Febrero poniente, esquina con calle De la Cruz, porque las protecciones de hierro que la rodean están cubiertas de arbustos, lo que le da un toque de misterio y distinción.
Sin embargo, su principal característica es que fue construida 1.50 metros sobre el nivel de la calle, para prever cualquier inundación, ya que la Acequia Grande estaba ubicada a un lado de este inmueble.
Antecedentes
Actualmente la calle 5 de Febrero alberga decenas de casas, edificios, locales comerciales y hasta palacios como el del Conde de Súchil y el de Zambrano.
Pero, en un principio todo era diferente, ya que la fundación de la Nueva Vizcaya se estableció en llanos despoblados.
La orografía de la ciudad de Durango estaba conformada en sus orígenes por el Cerro del Mercado al norte, el Arroyo o Acequia Grande al sur, un pequeño lago al poniente y al oriente la prolongación de la calle.
La traza inicia a “cordel y escuadra”, comprendía entonces los límites fijados por las actuales calles de Negrete al norte, 5 de Febrero al sur, Francisco I. Madero al oriente y Constitución al poniente.
A principios del siglo pasado, al final de la calle 5 de Febrero con orientación al poniente, comenzó la construcción de la Casona de Hierro en un territorio aproximado de 2 mil 500 metros cuadrados.
En aquel entonces, en este lugar y a sus alrededores abundaban las áreas verdes, había huertas y era un privilegio vivir en esta parte de la ciudad.
El primer propietario de esta residencia y responsable de su edificación fue Abel García, un rico minero y comerciante casado con Luz Machado y sin hijos.
Con el deseo de ofrecer a su esposa un hogar confortable, moderno y seguro a la vez, don Abel invierte fuertes cantidades de dinero para construir su casa diferente a los tradicionales de aquella época, y basado en un diseño de una casa francesa que vio en una revista, da órdenes que su nueva residencia se parezca a la de la publicación.
En esos años lo común en Durango era que las casas se construyeran con viguetas de madera, sin embargo la Casona de Hierro (de ahí su nombre) se levantó con vigas de acero.
Algunos acabados también fueron elaborados con metal, y las protecciones de herrería se conservan casi intactas a pesar del paso del tiempo.
Algunos cambios
Sin embargo, esta propiedad ha sufrido algunas modificaciones, por ejemplo en 1956 el patio principal fue techado con vidrio, después con lámina y actualmente con concreto, incluso también algunos muros ya son de ladrillo.
Los primeros dueños fallecieron y heredaron la casa a Lucía López Portillo (f), quien se casó con Ángel del Palacio. Por algunos años este nuevo matrimonio rentó la propiedad a José Lombard (f), hasta que la casa fue ocupada por Carlos Maldonado, quien era gerente del Cerro del Mercado.
En el año de 1956, Carlos Maldonado (f) compra la casa del Valle de los Sabinos y deja de rentar el inmueble, que permanece sólo por algunos años.
Tiempo después Carmen del Palacio López Portillo (f) se convierte en la nueva propietaria de este edificio, quien junto a su marido Pedro Ávila Salas (f) conservan y protegen la casona de hierro como su más grande tesoro.
Finalmente los hijos de Carmen y Pedro Ávila, Beatriz y María Rosa Ávila del Palacio, se convierten en los últimos propietarios de la mansión, que actualmente es habitada por Beatriz y por su hijo Luis Ángel Herrera Ávila, quienes cuidan de la preservación de este valioso inmueble.
Datos de la casa
Ubicación
n Calle 5 de Febrero 1217,
esquina con calle De la Cruz
Primer propietario
n Abel López, rico minero
y comerciante.
Época y estilo
n Fue construida en el año de 1911 y su estilo es afrancesado.
Partes que la conforman
n Patio principal
n Estancia
n Terraza
n Sala
n Desayunador
n Cocina
n Cinco recámaras
n Dos baños
n Cuarto de costura.
Edificaciones
La calle 5 de Febrero, antes Segunda Principal, fue la preferida por los ricos para construir sus residencias alrededor de huertas y abundantes áreas verdes, siendo un lugar privilegiado para los lugareños de aquel entonces, entre las que se encuentran dos palacios coloniales, que han persistido a través de los siglos.
Palacio del Conde
de Súchil
Ubicación
n En la esquina que forman las calles 5 de Febrero y Francisco I. Madero.
Propietario
n Don José Soberón del Campo y Larrea, primer
conde del Valle del Súchil.
n Actual propiedad del
Banco Nacional de México.
Época y estilo
de construcción
n Siglo XVIII,
estilo churrigueresco.
Palacio
de Zambrano
Ubicación
n Calle 5 de Febrero entre
Bruno Martínez y Zaragoza.
Propietario
n Don Juan José
de Zambrano, rico
hacendado, regidor, alférez real y alcalde ordinario.
n Hoy alberga el Palacio
de Gobierno del estado
de Durango.
Época y estilo
de construcción
n Siglo XVIII,
estilo Barroco
con una extraordinaria
halconería.
Mansión
El Palomar
Ubicación
n Calle 5 de Febrero
y Constitución.
Época y estilo
de construcción
n Estilo afrancesado, fue destruido por un incendio a principios del siglo XX.
FUENTE: Arquitecto Luis Ávila del Palacio.