Valeria Zapata Passer es una joven de 22 años, entregada al arte pictórico.
Desde pequeña sintió una gran inquietud por la pintura y el dibujo, era de esas niñas que al mirar una pared no se resistían a dejar plasmada en ella algún rayón, hecho que complació a sus padres que en ese entonces se dieron cuenta del potencial que tenía su pequeña, a la que siempre han apoyado en las decisiones que ha querido.
Nació un 7 de noviembre de 1982 en Neucan, Argentina. Es hija de Alberto Zapata y Lilian Passer, y hermana de Emiliano, Micaela y Rodrigo, aunque su mamá le dio dos hermanos más: Luciana e Iván Penjak.
INCURSIÓN EN EL CANTO
También incursionó en la música, en el canto principalmente, área en la que se desarrolló hasta su adolescencia, en ese tiempo tomó cursos y talleres de Pintura y Dibujo, pero fue hasta los 20 años cuando decidió ingresar a la Escuela de Artes Visuales de su ciudad natal. Paralelo a dicha carrera, decidió estudiar la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, la cual dejó trunca hasta el tercer año.
Por el momento, esta joven pintora se encuentra radicando, desde hace tres meses, en esta ciudad gracias a una oportunidad que se le presentó al obtener una beca para participar en el Cuarto Festival de Música en el Teatro Colón, donde hizo contacto con gente de México, que la invitó a visitar este país y Durango, “quiero conocer, tomar talleres y cursos”, comentó.
En los tres meses que ha estado en Durango ha tenido la oportunidad de impartir dos talleres de Pintura en el Museo de Arte Guillermo Ceniceros, además de buscar espacios para exposiciones. Realizará una gira por Gómez Palacio y San Luis Potosí, con “Poder joven”, al lado de otros creadores.
CIERTO ELITISMO
Valeria no tiene una temática principal para manejar en su obra, aunque confiesa que pinta basándose en su estado de ánimo, “es una obra figurativa, con un poco de cubismo, sin llegar a serlo, juego con los cuerpos geométricos y con mucho color”, expresó, “me gusta contar historias con personas”.
Un poco ruborizada declaró que sí podría ser una pintora un poco sensual, debido a que algunos consideran que el color en la obra es sensualidad.
Como joven pintora, tiene una gran preocupación por la actividad artística, debido a que en el ambiente artístico es muy difícil obtener lo que se quiere y vivir solamente del arte, “se necesita promover a todos los jóvenes. Mi preocupación es seguir en esto... El arte no es como otras profesiones en donde tienes algo seguro”.
Confesó que en su país los creadores se enfrentan a una fuerte problemática, debido a que tienen que dedicarse a otra actividad de manera complementaria; además que a los jóvenes no se les abren tan fácil las puertas, “hay cierto elitismo en la cuestión artística. Siempre sentí muy difícil el poder alcanzar cosas allá”.
Se mostró sorprendida por la actividad pictórica que se desarrolla en Durango, “igual aquí en México, pudiera ser poco, pero para mí es mucho”.
MUCHA CALIDAD
Informó que en la Escuela de Artes Visuales en donde estudiaba en Neucan no tenía clases la mitad del año debido a que no tenían aulas, los maestros siempre se quejaban, no tenían material, y debido a ello algunos pensaban en salir de dicha provincia, pero se enfrentaban a la difícil economía.
Declaró que a unas horas de su ciudad natal se encuentra Río Negro, donde había una escuela de arte privada, en donde la burguesía y el elitismo eran "el pan nuestro de cada día".
“Por el lado de estudiante me ha sido difícil, pero acá me he sorprendido muchísimo, por que estoy logrando muchas cosas que quizá allá haya en mucho tiempo no he logrado o sí lo he hecho pero con mucho sacrificio”.
Al llegar a Durango, Valeria se encontró con mucha calidad en el arte pictórico. Ya conoció la obra de Carlos Cárdenas, Juan Rodríguez López, José Luis Ramírez, entre otros, aunque consideró que Durango tiene muchos artistas que están escondidos.
La meta que Valeria se ha propuesto por el momento es seguir pintando y continuar dentro del arte pictórico. Quisiera que los creadores tuvieran las puertas abiertas para expresar su trabajo.
En su estancia en Durango esta joven pintora ha observado que hace falta involucrar más a los niños dentro del arte y que a los jóvenes es necesario darles incentivos.
HORROR A LA AUTOCENSURA
Declaró que es una mujer que siempre se pone objetivos, y que al cumplir uno siempre va por más.
Su principal compromiso es con ella misma, quiere pintar lo que siente, quedar satisfecha con la obra y mostrársela al público, “si les gusta o no, siempre está abierta a la crítica”, aunque comentó que nunca ha sido fuertemente criticada o censurada.
Opinó que es más terrible la autocensura que la censura de las personas, “cuando uno se autocensura ya está esperando la censura del otro, y eso es horrible”.
Para ella la inspiración sí existe aunque las musas no. En su caso todo depende de su estado emocional, no tiene nada en particular que la inspire. Aunque no le gusta escudarse con decir que “es artista” para hacer lo que le plazca, “soy muy tranquila, aunque soy impulsiva. Siempre trato de ser positiva”.
Su mayor experiencia como creadora es haber conocido México y a personas involucradas en el arte, de las cuales ha aprendido y se ha sorprendido mucho. “Desde chica tenía la ilusión de conocerlo”.
A Valeria, México le ha dejado muchos colores y la oportunidad de conocer gente y una cultura muy distinta a la suya, y las puertas que se le han abierto, “me ha dejado pequeñas y muy grandes cosas”, finalizó.
FICHA TÉCNICA
NOMBRE: Valeria Zapata Passer.
FECHA DE NACIMIENTO: 7 de noviembre de 1982.
LUGAR DE NACIMIENTO: Neucan, Argentina.
PADRES: Alberto Zapata y Lilian Passer.
HERMANOS: Emiliano, Micaela y Rodrigo Zapata; así como Luciana e Iván Penjak