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Algunas frases llegaron para quedarse...

“Sin querer queriendo”, a lo largo de 30 años Chespirito dijo “una cosa como dijo otra”. Y “claro, tenía que ser ‘El chavo del ocho’” a quien se le “chispotearan” más frases inventadas. El actor Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como “Chespirito”, ha dicho que no puede explicar él éxito de sus frases, pero es

obvio que todos sus movimientos “estaban fríamente calculados”.

“Utilicé el español más universal posible. Cuando comenzó el éxito en Sudamérica, también cuidé que las palabras pudieran entenderse en países como Argentina, Colombia y Chile”.

Después de todo, ya lo dice el viejo y conocido refrán: “el que no arriesga, jamás su tronco endereza”, comenta.

Las frases pasaron de la televisión al lenguaje popular. Por ejemplo, aunque el último programa de “El Chapulín Colorado” se transmitió en México en 1979, siempre hay alguien que ante una situación de emergencia abre los brazos, planta los pies y dice: “¡calma, calma, que no panda el cúnico!”.

CONTINÚAN VIGENTES

Uno de ellos es Adal Ramones: “creo que toda mi generación creció con las frases de ‘Chespirito’, es un genio. Aunque también me acuerdo mucho de ‘Vulgarcito’, aquel personaje de Alejandro Suárez que decía: ‘qué feo Mateo’, o ‘te traigo finto, te traigo finto’”.

Con constantes repeticiones que alcanzan los 20 puntos de rating, los programas de “Chespirito” han “aleccionado” a tres generaciones de niños que responden a los regaños diciendo: “¡Bueno, pero no se enoje!”.

Aún en el día en que se casó con Florinda Meza, después de un noviazgo de 27 años, Gómez Bolaños se atrevió a decir: “no contaban con mi astucia”, cuando le preguntaron cómo había podido conquistar a Florinda.

Antes de Chespirito, Mario Moreno “Cantinflas” había popularizado su peculiar forma de “hablar sin decir nada”, hasta el grado de que actualmente la Real Academia de la Lengua Española ya incluyó en su famoso diccionario la palabra “cantinflear”.

SE HACEN DEL PUEBLO

Esta forma de torcer el lenguaje había surgido de la necesidad que tenía “Cantinflas” de interactuar con el público que lo vio crecer artísticamente en la carpa. Además, se cuenta la historia de que todo comenzó un día en que olvidó los parlamentos de su diálogo con Manuel Medel, durante una de aquellas famosas tandas dobles.

Es un origen similar al del “órale”, frase muy característica y usada constantemente por “Brozo, El Payaso Tenebroso”.

Víctor Trujillo explica: “fue una necesidad cabaretosa. A mí me tocaba cerrar en una hora en que la gente ya estaba muy borracha y entonces yo tenía que encontrar un personaje que pudiera recuperar al público. Probé muchas cosas, hasta que encontré a Brozo”.

El payaso funcionó porque trataba a los ebrios como niños. Además, tenía “más recursos que cualquier borracho: alguien podía decir ‘yo soy borracho’, pues Brozo era más borracho; y si alguien era todavía más borracho, entonces Brozo era drogadicto. Si además eran muy machos, pues Brozo hasta con hámsteres”, dice Trujillo.

El caso de “pregúntame cá” también nació por casualidad durante una de las presentaciones privadas que realizaba Eugenio Derbez hace tiempo. Era un personaje que se iba de pinta y era entrevistado por una reportera de televisión; cuando ella le hacía preguntas de la guía de estudio, Eugenio decía constantemente esa frase.

“Fue por accidente, nunca fue planeado y cuando la gente salía del show, era común escucharlos repitiendo ‘¡pregúntame ca’!”

Además tiene otras con el Longe Moco y sus demás personajes. Cuando la gente adopta como suyas sus frases, es cuando Derbez mide su rating. “Es el mayor reconocimiento que te puede dar el público, no importa en ese momento cuántos puntos tuviste en el programa”, dice el comediante.

Cultura mexicana

Hay de frases a frases y algunas por su ingenio han quedado inmortalizadas en el corazón y el gusto del público, algunas por su oportunidad y otras más por su precisión.

* “Cantinflear” es una de esas que han trascendió el tiempo e incluso han sido aceptadas por la Real Academia de la Lengua Española, porque describen una práctica cotidiana de muchos, hablar mucho para no decir nada.

* Luis de Alba y su Juan Camaney, aquel que bailaba tango, mascaba chicle y tenía chavas de a montón, “tu ru rú”. Además, Juan Camaney usaba una playera estampada con la palabra “Chido”

* “Ingesu” para indagar el origen de esta palabra hay que imaginarse a Adal Ramones de niño, peleando con su hermano. “Las malas palabras estaban prohibidas, pero entonces, para no decir la grosería más fuerte que existe, mi hermano y yo nos decíamos ingesu”, comenta Adal Ramones mientras levanta el brazo y lo avienta hacia atrás.

* También se le reconoce por “pum, pum arribotota”, esa frase no es de Adal, sino de Mauricio Castillo. “Estábamos en la junta de planeación del programa cuando alguien dijo un chiste malísimo. Entonces Mauricio ironizó diciendo que la gente se iba a levantar pum, pum, arribotota”, explica Adal. Así que al principio no tenía una connotación sexual, pero con el tiempo el público lo interpretó de esa forma. Es curioso que ninguno de los creadores de estas frases pueda atinar a las razones de su éxito entre el público.

* En todo caso podría decirse que todas nacieron “sin querer queriendo”. Aunque también es posible darle la razón a Adolfo Bioy Cásares: “me ha parecido siempre que al hablar somos todos malabaristas, más o menos habilidosos”.

FUENTE: Agencias.

Escrito en: frases, tenía, decir, alguien

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