Pérsimo, persimonio, caki o ciruela china, en Occidente se le han dado múltiples nombres a este raro fruto procedente de los montes Himalayas, China, Birmania y Japón.
Llega al Continente Americano gracias a los viajes de Marco Polo, quien lo dio a conocer en Europa en el siglo XIV, donde se adaptó óptimamente al clima mediterráneo, logrando su primer traslado en forma de semilla por medio del estadounidense Commodore Perry, en el año de 1856 como un regalo exótico enviado de Japón.
Debido a la similitud de la tierra de California con la mediterránea, el árbol del persimonio encontró un segundo hogar dónde producir sus frutos, y buscando nuevos espacios propicios para su cultivo, el persimonio fue introducido a Centroamérica con mucho éxito, aunque fueron inmigrantes japoneses expertos en fruticultura quienes lo llevaron a Brasil.
En México es posible encontrarlo en la región lagunera, principalmente en Lerdo, Durango, donde existen viveros que poseen algunas de las 800 especies conocidas en Oriente.
Planta
El árbol crece 12 metros como máximo, de hojas gruesas que cambian de color con la temporada tornándose naranja en otoño y cayéndose con la entrada del invierno, por lo que ofrecen un hermoso espectáculo de estación a las orillas de la Muralla China.
Requiere de suelos frescos y fértiles, y no soporta bien las heladas. Es un árbol de forma delgada que puede sembrarse con poco espacio intermedio.
Las flores ofrecen una temprana imagen de lo que serán los frutos, los cuales cambian el color de su piel con la madurez, de verde a naranja o naranja rojizo (Hachiya), verde amarillento o amarillo (Fuyu, California, Jiro) según la especie. Ese tono le indica al fruticultor la madurez mínima del fruto.
características
El producto del árbol de persimonio se puede clasificar según su mecanismo de astringencia proporcinada en el proceso natural de polinización, lo cual le da ciertas características que deben tomarse en cuenta para su cultivo, procesamiento y consumo.
La sustancia astringente del persimonio, llamada también tanina, ha sido clasificada como proantocianidina por su compleja estructura. La tanina simple se encuentra muy difundida en la naturaleza, presente especialmente en la corteza de muchos arboles. Se utiliza en la medicina como astringente, en tintorería como colorante y en el curtido de las pieles.
El persimonio es una fuente adecuada de carotenoides, vitamina A, vitamina C y fibra dietética.
Algunas especies, como la Hachiya son solubles, ideales para preparar jugo o mermelada y licores por el efecto astringente de la tanina que contienen, otras, como el Fuyu, son productos no astringentes que pueden procesarse para consumirse seco.
Un fruto maduro y de alta calidad elimina en su proceso la tanina de la pulpa, reteniéndola en la piel, que no debe consumirse a menos que ha sido procesada adecuadamente.
Otros productos
Del persimonio se pueden aprovechar todas sus partes.
Las semillas procesadas y diluídas con agua se utilizan para pintar papel o ropa, y también como repelente para insectos.
La madera del árbol es muy preciada por su dureza comparada con el ébano. Algunas especies poseen vetas negras con tonalidades amarillas, naranja, salmón, café y gris, muy solicitada en la fabricación de palos de golf e incrustaciones de ebanistería.
En el área de la medicina la cocción del cáliz y el fruto en general es un remedio casero para curar los hipos, la tos y dificultades en la respiración.
Perlas de la virgen
Algunos mercaderes se aprovechan de quienes no conocen el fruto para venderlos cuales perlas de la Virgen.
Es verdad que se trata de una fruta rara y exótica, pero no puede perder la oportunidad de conocer por propia experiencia algo más de este producto.
Probarla por primera vez significa una verdadera experiencia, se parte por mitades y se saca la pulpa con una cuchara raspando suavemente la parte cercana de la piel pues en eso de la fragilidad se parece un poco al chicozapote.
Las que puede adquirirse en las tiendas de autoservicio son de color entre rojo y anaranjado aunque también hay amarillentas, de piel lisa y brillante, con un rabo entre tomate y berenjena.
Al tacto, cuando está madura, es bien suave y se podría aplastar con la mano para destrozarla sin mayor esfuerzo.
La pulpa de color también rojizo parece tener puntitos negros como si fuera vainilla natural, aunque el sabor niega la posibilidad de un injerto pues más bien es muy suave y apenas azucarado, da una sensación similar a la guanábana.
A algunas personas les gusta comerlas frías, con limón o crema y un poco más de azúcar. Pero los usos culinarios se extienden a la misma magnitud que el de casi toda fruta: agua, pasteles, helados, jugos, gelatinas, mousses, entre otros.