¿No odias los domingos?
el no poder salir a pasear a tu
mujer e hijos
y rendir pleitesía a ese mundo
perfecto,
asar carne en el jardín,
sonreír vacunamente;
todas esas tonterías que te
hacen buen cristiano
O prefieres quedarte frente a tu
derrota
invitarla un caguameo,
seducirla y abandonarla
como han hecho todas las
mujeres en tu vida.
Prender a todo volumen los
cantos de la muerte,
sacar las galletas saladas y
abrirte las venas,
como haces cada fin de
semana rezando porque sea
el último.
¿Todavía no te cansa escuchar
los conciertos de la gota del
lavabo?
En esos horribles calzoncillos
de los domingos
floreados y de un azul tristón
con la barba de cuatros días
los ojos hinchados
la mente extraviada
y el alma a punto de emigrar.
Emborracharte es la misión del
domingo
emborracharte hasta olvidar el
nombre de esa perra,
emborracharte hasta que ya no
te des vergüenza.
Y olvidar que alguna vez tenías
orgullo
Sábanas blancas de los
domingos,
caguamas vacías y cementerios
por las venas.
Y ya ebrio navegar el infinito
asfalto de la nostalgia,
las imágenes borrosas y los
gritos bajo la cama,
los llantos de las paredes y las
moscas burlándose de ti.
¿Dónde se quedó aquel tipo?
Aquel vato loco por siempre
Vato loco forever men, hasta la
muerte vatos locos.
Aquel vato loco de mirada clara
que se conformaba con subirse
a la azotea cada noche
y observar estrellas hasta la
madrugada
preguntándose cuál de ellas
era la suya.
Dónde quedó aquella pecosa
que juró amarte toda la vida
y esos amigos que nunca te
iban a traicionar.
Ahora eres un perro loco y
solitario
un marino cansado a punto de
zozobrar,
contando ladrillos y mirando
tras las cortinas
sentado en el borde de la cama
como quien se sienta al borde
del abismo:
cae
cae
cae
sólo déjate caer
lo demás no importa
sólo arroja la toalla,
las luces de neón distantes se
perciben desde la lona,
son las estrellas que soñabas
de joven.
¿No odias los domingos porque te hacen ver lo que eres?
Te hacen ver lo que no tienes.
Vete, no eres bienvenido en mi mente
Vete, no eres lo que yo soñaba que sería
vete de aquí,
Vato loco, ¿dónde estás?
Apaga el domingo cuando te vayas.
Apágalo ahora.
¿No tienes suficiente?