Como muy bien lo dice Guillermo Colín Sánchez, en su obra Así habla la delincuencia y otros más..., publicada por la Editorial Porrúa, en su tercera edición en el año de 1997. palabra y escritura vienen siendo maneras o formas de la expresión del ser humano, por medio de las cuales busca objetivar su pensamiento, sus ideas, sus anhelos, sus sentimientos, sus peculiaridades distintivas que denotan tanto aspectos positivos como negativos de su educación, socialización y honestidad, en una palabra, de sus formas de ser y de pensar, que permiten hacerse una idea del rol social que está jugando o que está dispuesto a jugar. Por ello es posible advertir cuando algunos seres humanos están proclives a mudarse desde el bando de la normalidad social a las filas de la delincuencia o de la cuasi delincuencia, para estar en la posibilidad de implementar las medidas preventivas o correctivas pertinentes y adecuadas.
El lenguaje de los "chavos banda" puede obedecer a diversos motivos tales como protesta social, sentimiento de clase marginada, identificación y comunicación que no entiendan los otros, mucho menos los padres o la 'tira'. Es una especie juvenil de caliche en el que se mezclan interjecciones, apodos, nombres de animales, así como construcciones sintácticas, figurativas, peyorativas y metafóricas con verbos y adjetivos calificativos en una amalgama y combinación que sólo los iniciados entienden. De ello pondré un ejemplo, más que elocuente, tomado del libro de Emiliano Pérez Cruz Noticias de los Chavos Banda, editado por el Grupo Editorial Planeta, en el año de 1994, quien a su vez lo toma del libro Chicanos de Tino ViIlanuea:
He aquí
el ejemplo:
Desde el porche de mi chante, en mi barrio de Eastlos, Aztlán, watcho a mis carnales cruziar por los cailles rumbo a sus cantones después del jale: vatos cabuliando con sus jainas, pachuchos fuliando afuera de la Marieta de don Charlie, agüelitas con chavalios de la mano y un bonche de raza que sale de los boses que vienen del daontan. Toda ésta es mi raza: alegre, orgullosa y muy jaladora aunque la placa siempre los esté tisiando.
He aquí
la traducción:
Desde la ventana de mi casa, en mi barrio, del Este de Los Ángeles, Aztlán. contemplo a mis hermanos pasear por las calles rumbo a sus casas después del trabajo; jóvenes platicando con sus novias, pachuchos divirtiéndose fuera de la tienda de don Carlos, abuelitas con niños de la mano y grupos de gente que sale de los autobuses que llegan del centro. Toda ésta es mi raza: alegre, orgullosa y muy simpática, aunque la policía siempre los esté provocando.
Refiriéndose al lenguaje de los "chavos banda", Ernesto Pérez Cruz, en su obra citada, dice que es lengua viva que causa escozor entre los bien hablantes, que es mezcla de español, caló y anglicismos capaces de ruborizar a la naciente clase media deseosa de caché y que refleja toda una actitud ante la vida, toda una manera de percibir al mundo actual, y que es también una especie de reminiscencia del habla del pachuco, así como una mezcla de vocablos del inglés, cogidos al vuelo.
Se puede aprobar o desaprobar el lenguaje de los "chavos banda"; lo que no se puede es ignorarlo, porque refleja la personalidad de un importante número de la población de nuestras ciudades, por lo que educadores, funcionarios que tengan que ver con la atención a la juventud, directores de planteles educativos, investigadores, ministerios públicos y jueces deben estar al tanto de su manejo y significado.
Pretendiendo colaborar con ello, a continuación transcribo algunos términos investigados por el suscrito entre los "chavos banda" de nuestra ciudad de Durango:
Brodi: hermano; buti: mucho; cachuchas: policías; caliente: carro robado; catos: golpes; cuaderno: amigo; dar un rol: dar la vuelta; dos, tres: regular, más o menos; dikis: pantalones guangos; discos: tortillas; está chuquis: está bonito; farola: patrulla; fogón: arma de fuego; guama: caguama; guato: mucho; huachicol: vino; irse liso: pasarse de la mano; jaina: novia; jalogüin: suegra; jipiteca: jipi bailador; la placa: policía; lima: camisa; línea: tatuaje; los feos: los federales; los Javieres: los judiciales; machín: algo que está muy bien; marcar: bailar; mazapán: golpe en la cabeza con la mano; micha: mitad; mila: mil pesos; no manches: no abuses; Pancho: hacer el ridículo o fanfarronear; parrales: tacos de frijoles; perrera: camioneta de policía; qué jais: saludo; refinar: comer; relingo: prenda vieja; rieles: zapatos; rock city: colonia Piedrera; Rockiar: apedrearse; ruido: estéreo; sacar a balcón: delatar, exhibir; sacarse la barra: justificarse; sirol: sí; tandito: sombrero; telera: televisión; tira: policía; tirar barra: dormir; tirar verbo: platicar; tisiar: provocar; tramo: pantalón; trolas: cerillos; vasculiar: quitar pertenencias; verbear: engañar; violín: violador; Yunaites: Estados Unidos
Algunas expresiones: Ando erizo: ando sin dinero; ¿qué ostiones, mis camarones?: ¿Cómo están, mis amigos?; vamos a panar: vamos a comprar algo; ¿qué onda, mis doce?: ¿qué hay, mis cuates?; ¿qué jais, mi cuaderno de cuadrícula mayor?: ¿qué hay, mi gran amigo?; ¿dónde víboras ahora que no había visteces?: ¿dónde vives ahora que no te había visto?