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La perla de La Laguna

El Siglo de Durango

Torreãn es, sin duda, una ciudad modelo, limpia y segura. La modernizaciãn de Torreãn es notable con obras como el Distribuidor Vial Revoluciãn, que permite una gran fluidez de veh­culos, adem¡s de darle realce a su entorno urbano transforma el oriente de la ciudad.

Sin embargo, como todo sitio en M©xico, este lugar tiene su historia muy particular, misma que se describe a continuaciãn.

Gracias a los fãsiles es posible saber de r­os, deltas y mares que conformaban el paisaje de Coahuila hace 75 millones de aáos. Los fãsiles de reptiles marinos (ictiosaurios) y los amonites (parientes lejanos de los actuales nautilus) hablan de un extenso mar.

Los primeros pobladores de aquella regiãn llegaron hace 12 mil aáos. Se asentaron entre los r­os Nazas y Aguanaval. En ese entonces el entorno ten­a una abundante y diferente vegetaciãn a la actual. En lo que hoy se conoce como el desierto chihuahuense, hace 13 mil aáos era un bosque de encinos, pinos y robles.

Entre los r­os Nazas y Aguanaval hab­a pobladores nativos cuyas razas o idiomas eran paoquis, caviseres, ahomanes, nauopas; en el venero de agua, irritilas, mevisas, miopacoas, maiconeros y otras; por el rumbo de Mapim­ habitaron los tobosos, conchos, coahuiltecos; y para el oeste zacatecos, cocoyemes y tepehuanos.

En aquel entonces, esta tierra era de lagunas y manantiales donde abundaban la caza y la pesca que aquellos nativos aprovechaban para subsistir. La recolecciãn de frutos fue otro de sus medios de sustento. A la llegada de los espaáoles se convertir­a en la Comarca Lagunera, estando habitada por nativos de la que llegar­a a ser conocida como Naciãn Chichimeca, segên los historiadores, se caracterizaban por ser seminãmadas y de car¡cter indãmito.

Se alimentaban de peces, hierbas, calabazas, carnes de venado y patos de los lagos, tambi©n lechuguilla, mezquites, tunas, frutos de maguey. Aprovechaban las fibras de la lechuguilla para tejer morrales, petates, camas, sacos y vestiduras, cestos, redes, sandalias, y cordeles de diferentes diseáos. Usaban la nasa, una especie de cesta que utilizaban para pescar, tejida con varas de r­o y con un orificio para que los peces entraran pero no pudieran salir, fue ideada por aquellos nativos, que sumergi©ndola en el agua, la sacaban al d­a siguiente colmada de peces, ya fuese en el r­o de las Nasas, o bien, en el Aguanaval y las numerosas lagunas que entonces hab­a por estas tierras.

Los testimonios que dejaron esos abor­genes, por su misma condiciãn nãmada, son escasos: entierros en la Cueva de la Candelaria, objetos rituales (cuernos de venado), y artefactos de uso cotidiano (raspadores, puntas de flecha). Sin embargo, las huellas m¡s interesantes dejadas por el hombre primigenio en la Regiãn Lagunera est¡n constituidas por sus intentos de dejar un mensaje a trav©s del tiempo: la escritura.

‰sta se manifestaba de dos maneras: pinturas rupestres y petroglifos. Las pinturas eran realizadas preferentemente en cuevas y riscos, aplicando con los dedos pigmentos de origen org¡nico o mineral a la piedra. Los colores predominantes son el rojo y el ocre. Los petroglifos a su vez eran grabados con cinceles en la roca. ‰stos fueron los primeros habitantes de la Comarca Lagunera.

LA CONQUISTA

Una de las expediciones, tal vez la primera que partiã de Nueva Vizcaya (territorio comprendido en los estados de Coahuila, Zacatecas y Durango), era acompaáada por el religioso fray Pedro Espinareda, en 1566, y recorriã por las m¡rgenes del r­o Nazas hasta la laguna de Mayr¡n por las cercan­as de Parras, que siendo un lugar hermoso poblado de ¡rboles y vides silvestres, hab­a grupos de naturales.

Misionero explorador y evangelizador el padre jesuita Juan Agust­n de Espinoza empezã a rondar la regiãn en 1954, y llegã a fundar la Misiãn de Santa Mar­a de las Parras en febrero de 1598.

En La Laguna, los irritilas erraban en lo que hoy son los municipios de Gãmez Palacio, San Pedro, Torreãn y Parras. La historia consigna que cuando Antãn Mart­n Zapata y el sacerdote jesuita Juan Agust­n de Espinoza fundaron Santa Mar­a de las Parras lo hicieron con ind­genas irritilas, mayranas y mexicaneros. Otra tribu encontrada por los misioneros fue la de los tobosos; nãmadas y crueles que habitaban en la parte norte de la Comarca Lagunera; en lo que es el Bolsãn de Mapim­ y hasta el r­o Bravo.

Plantaban viáedos que a principios de 1700 eran m¡s de cuatro millones y medio de parras. Los jesuitas evangelizaban, poblaban y colonizaban. As­ mismo se dedicaban al cultivo de ¡rboles frutales, y trajeron la higuera, la vid, naranjos, manzanos, perales, duraznos, aguacates mexicanos, nogales y granadas, entre otros.

En la Casa Madero, hacienda ubicada en las afueras de Parras, se trabajaba con el cultivo de la vid, hoy es posible visitar el lugar, hay gu­as tur­sticas que explican los procesos de producciãn del vino.

Realizada la conquista hisp¡nica de las tierras que formaron la jurisdicciãn de la Nueva Vizcaya, ©stas pasaron por derecho de conquista sancionado por una carta del pont­fice Alejandro VI, a formar parte del Real Patrimonio de la Corona de Espaáa, bajo la denominaciãn de tierras realengas, tierras que se consideraban sin dueáo y que se subastaban.

La base principal para el surgimiento de la Comarca Lagunera como nêcleo de poblaciãn y producciãn fueron las haciendas, que evolucionaron desde fines del siglo XVI, como polos de colonizaciãn, hasta los modernos centros de explotaciãn agropecuaria de hoy en d­a.

Parques y Plazas

Torreãn tiene una buena cantidad de parques y paseos pêblicos que ofrecen a los habitantes de la regiãn, as­ como a los visitantes, sanos espacios de recreaciãn y disfrute con la naturaleza.

*Fundadores

*Las Etnias

*Plaza de Armas

*Plazuela Ju¡rez

*Bosque Venustiano Carranza

*Alameda Ignacio Zaragoza

FUENTE: Agencias.

Para salir a divertirse

Los alrededores de Torreãn, Coahuila, est¡n llenos de sitios recreativos y bellos por naturaleza.

DUNAS DE BILBAO

*Se localizan a 65 kms. al este de Torreãn, viajando en coche se hacen aproximadamente 45 minutos.

*El clima es extremoso, en verano la temperatura oscila entre los 25 y 35 grados cent­grados, y en el invierno entre 5 y 18 grados cent­grados.

ZONA DEL SILENCIO

*En la parte central del Bolsãn de Mapim­ se localiza un ¡rea llamada la Zona del Silencio. El enigm¡tico nombre es digno de un sinf­n de mitos que han surgido en torno a la zona. El Bolsãn de Mapim­ est¡ situado en la parte centro-norte del pa­s, a unos 180 kms. al noroeste de La Laguna (que tiene como ciudades principales a Torreãn, Gãmez Palacio y Lerdo), que forma parte del Desierto Chihuahuense.

CUEVA DEL TABACO

*En la Cueva del Tabaco, don Juan de la Cruz Borrego y un puáado de patriotas ocultaron 55 bultos y cajoner­a que conten­an el Archivo General de la Naciãn, transportado en un tren de carretas.

GRUTAS DEL ROSARIO

*Se encuentran localizadas en la Sierra del mismo nombre en el municipio de Lerdo, Durango, aproximadamente a 20 kilãmetros de Mapim­.

*Las Grutas del Rosario son una cavidad natural en la que se pueden apreciar formaciones de estalactitas y estalagmitas.

POZA AZUL

*El Valle de Cuatro Ci©negas se encuentra a tres horas de Torreãn. Se considera una reserva ecolãgica debido a que existen flora y fauna ênicas, especies end©micas, como la tortuga bisagra, la tortuga de concha blanda de color blanco y el pez ciego.

*Segên la Revista National Geographic, Poza Azul es la m¡s hermosa de las 250 que conforman este gran humedal. Es un manantial de aguas cristalinas y turquesa.

DATILERAS

*El desierto mexicano es un ecosistema de gran riqueza natural y permite la existencia de una gran diversidad de plantas y animales que se adaptan a un clima extremadamente severo.

*El Desierto Chihuahuense es uno de los desiertos biolãgicamente m¡s diversos y ricos del mundo.

FUENTE: Agencias.

Importante

En 1978 se creã la Reserva de la Biosfera de Mapim­, auspiciada por el programa ``El Hombre y la Biosfera' de la Unesco, Instituto de Ecolog­a, Conacyt y otras organizaciones. El Instituto de Ecolog­a da cuatro sencillas recomendaciones para cuidar de la Zona del Silencio:

* Evitar la extracciãn de plantas, animales, fãsiles, puntas de flecha y otros restos arqueolãgicos.

* Evitar cualquier tipo de perturbaciãn al ambiente, no encender fogatas.* No arrojar basura, si lleva latas y envolturas, llevarse los desechos.

* Mantener cerradas las puertas de las cercas de los ranchos y ejidos.

FUENTE: Agencias.

Escrito en: Comarca, eran, Mapim­, gran

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